"No hay estadísticas que midan el esfuerzo que hay detrás de las campañas de sensibilización ni el valor que tienen los proyectos educación y concienciación a la sociedad y, especialmente, a los poderes públicos. No podemos cuantificar el enorme esfuerzo que hay detrás, pero sí decir alto y claro que todo lo anterior ha sido clave para que la violencia de genero y la violencia machista dejen de ser un tabú. Cada gesto, por pequeño que sea, ha abierto caminos y ha derribado muros".
Así lo ha manifestado este martes el portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, Esteban Paños, en la concentración en contra de la violencia de género convocada cada mes por el Consejo Local de la Mujer en el parque de la Vega, a la que se han sumado alrededor de medio centenar de personas entre representantes de asociaciones, partidos políticos, entidades ciudadanas y vecinos de la ciudad.
El manifiesto elaborado en esta ocasión por la formación naranja comenzaba recordando las cifras "inhumanas, descarnadas y frías" que deja esta lacra en la sociedad: 53 mujeres asesinadas en 2019 -según las cifras oficiales-, de las que 11 de ellas habían presentado denuncia previa y que suman 1.029 desde que hay registros en 2013; 46 el número de menores huérfanos en 2019, 278 desde 2013.
Cifras que son "necesarias para comprender la magnitud y la evolución de esta lacra social pero también son insuficientes, porque hay cuestiones que los números no pueden explicar ni medir". No obstante, relataba el manifiesto, es "imposible medir las miradas, las palabras, los gestos de un acosador. Es imposible cuantificar la rabia. ¿Quién calcula el temor a la incomprensión o al rechazo que siente una mujer acosada y maltratada? ¿Cómo se mide la soledad?".
De la misma manera, han señalado, tampoco se puede "contabilizar la ayuda, el cariño y el respaldo que familiares, amigos, colectivos y entidades prestan a las víctimas y a sus hijos, víctimas también. A título individual. A título colectivo. Aquella amiga que detecta la primera señal y pregunta. Ese hermano que anima a denunciar al agresor. Un padre que dice 'estamos aquí'. Aquella vecina, ese hijo, esa agente de policía, ese trabajador social, ese psicólogo, esa abogada, ese compañero de trabajo…".
"A las valientes"
Por todo ello, el "pequeño homenaje" de esta concentración lo han dedicado a mujeres como Ana Orantes, que "poco antes de ser quemada viva por su marido, rompió una barrera hasta ese día infranqueable. Ana contaba públicamente su historia en 1997 y la violencia contra la mujer salía del plano privado".
También se han acordado de "las valientes que interpusieron las primeras denuncias a finales de los 90 y al Defensor del pueblo que redactó el primer informe sobre violencia doméstica en 1998". Y también de Ángeles Álvarez, que elaboró la primera guía para mujeres maltratadas en 1999 y a la ONU que, ese mismo año, instauró el Día Internacional de la Violencia contra la mujer.
En el manifiesto se ha puesto también en valor el trabajo que desarrolla “cada persona que está detrás de la línea del 016” y el de asociaciones de mujeres y hombres que llevan a cabo su labor en Toledo a favor de la igualdad y contra la violencia machista como María Padilla, Dama, AHIGE, Mujeres de Negro contra la Guerra, Plataforma 8-M o el Consejo Local de la Mujer.
Asimismo, a través de la lectura han reclamado de nuevo una "igualdad real" entre hombres y mujeres, así como más medidas y recursos para luchar contra esta lacra. "Pongamos el foco en los acosadores, maltratadores, violadores y asesinos: que sepan que no tienen cabida aquí. Miremos atrás y valoremos lo conseguido, no para auto complacernos, sino para coger aliento y seguir avanzando juntos. Esta marea que es la violencia de género acosa, maltrata y asesina a las mujeres… pero nos arrastra a todos. En las manos de cada uno de nosotros está frenarla. Basta ya", ha concluido el manifiesto.