El Festival del Cine y la Palabra, CiBRA, cerró este domingo su undécima edición, con premiados tan destacados como Antonio Resines, Greta Fernández, Almudena Cid o Karra Elejalde. El actor vasco llegó a Toledo para recibir el premio ‘Toledo de Cine’, un galardón honorífico del certamen, pero se llevó además el premio a Mejor Interpretación Masculina por la película ‘Mientras dure la guerra’.
"Estos eventos son vitales", asegura en conversación con eldiarioclm.es, Elejalde. "La obligación de un festival es nutrir al lugar en el que se ejerce. Es imprescindible que las instituciones se impliquen en ellos, porque hay festivales muy grandes, pero que son ajenos a la gente que vive en las ciudades. Incluso traen prensa acreditada de todo el mundo… Pero el pueblo parece que se queda al margen", reflexiona el actor vasco. Por eso, insta a todo el mundo de la cultura a "militar" en este tipo de eventos, que también son "cantera". "Los he vivido y he visto los primeros cortos de Julio Medem, de Álex de la Iglesia, Nacho Vigalondo… Es una cantera de nuevos cineastas".
"Los festivales más locales cumplen una función cultural y social en la que tenemos que militar todos", insiste. Más allá de los premios que ha recibido, Elejalde insiste que el mejor premio es "trabajar" porque "somos muchos los actores, pero pocos los que trabajamos". "Venimos agradecidos y arropados, porque la película ha funcionado muy bien, nos está dando muchas satisfacciones", recalca en cuanto a ‘Mientras dure la guerra’. Y aprovecha para reflexionar del papel que tienen las políticas culturales en la agenda actual: "no tengo idea si en este preacuerdo han hablado o han dicho, pero es importante que haya Gobierno de una vez para que las cosas funcionen", afirma.
"Hemos estado vendiendo la Film España, pero cada vez que hablamos de cultura y de cine, los gobiernos conservadores no están por ello. Tenemos que entender que un país sin cultura es un país abocado al fracaso. La cultura es imprescindible. El cine es uno de los mejores embajadores de España al mundo, porque enseña las vidas, las construcciones, los modos de relacionarse, los espacios en los que se mueve la gente", recalca.
El reto de ser Miguel de Unamuno
"Unamuno era muy poliédrico. Estaba sujeto a su cuestión de ser humano y no divino, a que tenía derecho a equivocarse", relata Elejalde del reto que supuso ser uno de los escritores españoles más importantes de la historia. "Estuvo nominado al Nobel", destaca. Fue un personaje que tenía que ser "muy apasionado" y que siempre se "levantaba para volver a seguir peleando". "Unamuno era católico, pero no practicaba, decía que era una guerra personal de cada uno con Dios. Parece mentira que fuese católico, teniendo en cuenta lo encabronadísimo que estaba con Dios", comenta el actor.
"Unamuno era republicano, tan republicano que fue exiliado a Fuerteventura. Él no pensaba que sería algo como lo que ocurrió en Italia con Mussolini o con Hitler en Alemania. Pero él sigue coherente en su discurso, era un existencialista muy coherente en su literatura y su manera de ser y estar en el mundo", afirma Elejalde, que asegura que ‘Mientras dure la guerra’ es una película muy bien documentada e historiada y que incluso debería ser mostrada en las escuelas.
"No hemos sabido dar solución al conflicto territorial"
Es consciente de que el trabajo llega en un contexto de alza de la extrema derecha, no sólo en España sino también en Europa. "Las películas a veces, suceden. Son casualidades. Cuando Alejandro [Amenábar] estaba escribiendo esta película, no sabía que iba a haber una emergencia de Vox. Era algo esperado, nos sorprende, pero tampoco tanto porque en Todo Europa está surgiendo la derecha y no de manera marginal, sino legal, de alguna manera absorbida por la sociedad. Parece que es algo sustancial".
Elejalde es claro al señalar que existe un problema que no se ha solucionado "desde hace 83 años": el conflicto territorial con Catalunya y Euskadi. "Y también otras comunidades autónomas. No hemos sido capaces de solucionar lo territorial, no nos hemos movido un ápice, no hemos sabido crear un mundo en el que todos convivamos. Y la película aboga por eso, no es una película hecha desde el alegato comunista, sino que tiende puentes e intenta hacer hincapié en que parece que todavía hay dos Españas que no se acaban de hermanar". Este mensaje es el "toque de atención que nos da Alejandro".
Hace unos días, un grupo de activistas de extrema derecha fueron multados con un total de 15.000 euros al intentar boicotear uno de los visionados de ‘Mientras dure la guerra’. La opinión de Karra: "fue más bien una pataleta". "Ha pasado algo con esta película, y es que los que más la han criticado han sido los que no la han visto. Es acojonante. La película ya estaba puesta a parir antes de ser estrenada, por gente que no la había visto. Y en esto, me comentaron que estas personas incluso se quedaron a ver la película", puntualiza.
Las palabras hacia sus compañeros de reparto, como Eduard Fernández, Natalie Poza o Luis Zahera son de pura admiración. "Trabajar con buenos actores te hace buen actor. Los buenos actores siempre van a hacerlo. Es gente que admiro, te hacen ponerte las pilas y estar atento. Trabajar con todo el elenco ha sido para mí maravilloso". Especialmente, tiene palabras de admiración para Alejandro Amenábar, el "director con el que mejor me he entendido nunca". "Ha sido una delicia", concluye.