Los bordados de Lagartera (Toledo) promovieron una artesanía popular que caracteriza a toda una comarca y que se convirtió en “un emblema” de España, inspirando incluso la obra de pintores como Sorolla. Su singularidad, así como el protagonismo de las mujeres como creadoras y sostenedoras de este bien cultural han inspirado el Trabajo de Fin de Máster (TFM) de la ya egresada Sonsoles Arnao, quien consiguió el mejor expediente académico en Máster de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el curso 2019/2020.
Arnao retomó su vida académica después de estar “muchos años dedicada a la política”. Diplomada en Trabajo Social y licenciada en Antropología Social y Cultural por la UCLM, se matriculó en el máster de ‘Investigación en Antropología Aplicada: Entre la Diversidad y la Globalización’ unos meses después de terminar su etapa como concejala en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina, donde fue portavoz del grupo Ganemos. Concurrió a las elecciones municipales como candidata a la Alcaldía con Ahora Talavera, aunque no consiguieron representación.
“A mí la antropología me apasionaba, hice la licenciatura y en cuanto supe que este máster se impartía siempre quise hacerlo. Cuando dejé la política, se unieron todos los factores que ayudaron a decidirme”, explica Arnao sobre su inscripción en estos estudios que dan “un sentido práctico, aplicado y de proyecto a los conocimientos y la perspectiva antropológica”.
Las complejidades de la sociedad actual en un mundo en transición, la cultura, la globalización, el mundo de la empresa, la salud, la educación, las relaciones entre hombres y mujeres y los conceptos de género o las culturas de las violencias han formado parte del curso. Áreas y conocimientos encaminados a elaborar un proyecto final en el que definir un objeto de estudio, desarrollar unas hipótesis y un trabajo de investigación para el que Arnao ha tenido como tutor al antropólogo Juan Antonio Flores Martos.
“Quería hacer trabajo de campo y aplicar el método singular de la antropología, contar con participantes. De alguna manera quería tocar temas que tuvieran que ver con mi entorno cercano y con las mujeres porque procesos culturales, creados y sostenidos por las mujeres en un ámbito rural suelen ser bastante invisibilizados en los estudios sociales”, resalta la egresada.
El papel de las labranderas en la artesanía de Lagartera
El desarrollo de esta investigación coincidió con el inicio de la pandemia por lo que Arnao no pudo desplazarse hasta el verano de 2020 a Lagartera para comenzar con el trabajo de campo y las entrevistas que mantuvo con labranderas de la localidad. “Me llamaban la atención las artesanías populares, que originariamente estaban destinadas a crear objetos con valor de uso y que han pasado a ser bien de interés cultural. Todo eso me llevó a escudriñar en las transformaciones que las artesanías culturales han tenido por el impacto de la globalización, profundizando en los bordados de Lagartera”, describe Arnao.
“Es muy interesante conocer la red de distribución y de economía que supusieron para esta comarca, incluida Talavera, porque la distribución era muy importante. Casi todas las mujeres bordaban, cosían… (Los bordados) han tenido una dimensión folclórica, de trajes regionales, que supusieron durante el franquismo un elemento de identidad nacional”, explica sobre esta artesanía popular en la que actualmente se dan dificultades para sostener un taller, conseguir el relevo generacional o poner productos en el mercado.
La liberalización de los mercados y de la economía han generado “una situación de desigualdad, pobreza creciente y de deterioro”, generando del mismo modo unas pautas de producción, distribución y comercio basadas en “una cultura de la velocidad, la satisfacción instantánea y la inmediata destrucción de residuos”, recoge el TFM esta reflexión del sociólogo Zygmunt Bauman. Este consumo del “usar y tirar”, ligado a la obsolescencia programada, son “criterios opuestos a lo que significa producir y consumir artesanía”, apunta Arnao.
En este sentido, sostiene que se ha interesado por ver de qué manera, además de mantener, proteger y conservar estas técnicas artesanas y el patrimonio cultural, se pueden crear nuevas vías de innovación con la industria del diseño y crear nuevas oportunidades de desarrollo en la economía local de la comarca. También por cómo se puede diversificar y dar un impulso contemporáneo a esta artesanía. “Ahora mismo hay mujeres creando obras de arte allí. Son unas valientes, mantienen sus negocios con dificultades pero siguen bordando”, subraya.
La actual situación de crisis e incertidumbre, considera Arnao, puede suponer que volvamos a “mirar al pasado, a los cambios en las pautas de consumo, reduciendo el uso de plásticos y apostando por elementos más naturales, más locales, menos contaminantes… A volver a este trabajo lento, bien hecho”. “Todo eso podría ayudar a que el trabajo artesano pudiera sobrevivir e incorporar nuevas técnicas sin perder la esencia”, señala, al tiempo que ve “una gran oportunidad” en la llegada de fondos europeos para impulsar estos procesos artesanales, ligando su desarrollo a la lucha contra la despoblación y el avance en los acuerdos de la Agenda 2030.