La batucada toledana Kekumka abrió con fuerza la cuarta edición del festival Leturalma, un evento emblemático que se celebra en la Sierra del Segura y que se ha consolidado como un referente cultural y social en la promoción de los pueblos rurales de Castilla-La Mancha.
Este festival, que reúne a familias y amantes de la cultura, combina música, tradiciones y actividades participativas con un objetivo claro: fortalecer el tejido social y combatir la despoblación rural, un reto cada vez más acuciante para las zonas de interior. En esta línea, Leturalma ha puesto en el centro la solidaridad, respondiendo a la devastadora DANA que afectó la región el año pasado, haciendo de esta edición una plataforma de apoyo y esperanza.
La energía contagiosa de Kekumka no solo encendió la fiesta con sus ritmos de batucada, sino que reafirmó la importancia de la música comunitaria como vehículo para el encuentro y la revitalización cultural. La presencia de esta agrupación toledana ha convertido a la batucada en un símbolo de identidad y pertenencia, capaz de unir generaciones y promover el diálogo intercultural en la Sierra del Segura.
Un proyecto más allá del arte
El festival Leturalma, promovido por la reconocida cantante y compositora castellanomanchega Rozalén, quien también ha participado activamente en las actividades, destaca por su compromiso social y su firme mensaje contra la despoblación rural. Rozalén, con su vinculación profunda a la región, impulsa este proyecto que va más allá del arte, siendo una llamada urgente a la conservación y el desarrollo de las zonas rurales a través de la cultura.
Entre las actividades del festival se incluyen conciertos en vivo, teatro infantil, talleres artesanales y las tradicionales rondas de animeros, eventos folclóricos que rescatan la memoria y las costumbres locales, consolidando Leturalma como un espacio donde el pasado y el presente dialogan para construir un futuro sostenible.
Kekumka y Leturalma, junto a Rozalén, demuestran que la cultura es motor de transformación social y esperanza para los pueblos que luchan por mantenerse vivos.