Manuela y Sandra son dos mujeres emprendedoras a las que les separa 8.000 kilómetros de distancia pero que tienen algo en común: cada día deben lidiar con la brecha de género. Con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, la Fundación Microfinanzas BBVA ha celebrado un acto en Madrid para mostrar los retos que comparten las mujeres del campo en España y en América Latina.
Manuela Gómez, es copropietaria de Quesos Reino, una empresa familiar de fabricación y venta de quesos de oveja, ubicada en Madridejos, en la provincia de Toledo. Procede de una familia de tradición ganadera ya que fue su padre quien empezó con el negocio hace 25 años. En la actualidad, ella y su hermana dirigen la fábrica de producción de queso a partir de la leche de las ovejas que tiene su familia.
“La mayor dificultad con la que me he encontrado ha sido la conciliación familiar y laboral. También cuando iniciamos el negocio tuvimos dificultades económicas y también fue complicado introducirse en un mundo de hombres y aunque ahora es más normal y tengo buena relación con muchos de ellos, al principio nos cortaba mucho la situación aunque creo que lo hemos superado”, explica Gómez.
Manuela forma parte de la Federación Española de Mujeres Rurales (FADEMUR) que apoya la igualdad y el progreso de mujeres que viven y trabajan en el medio rural. Además asegura que la tecnología ha facilitado su día a día, y que internet es un aliado que sus padres, no pudieron tener.
“Puedo informarme sobre nuevos procesos o técnicas para aplicar en mi trabajo o solucionar online cualquier problema que me surja”. Eso sí, pide más ayudas económicas y una mayor promoción que favorezca que más mujeres puedan llegar a alcanzar puestos importantes dentro de los negocios, en este caso del mundo rural.
A unos 8.000 kilómetros vive Sandra Mendoza, una emprendedora colombiana de la Fundación Microfinanzas BBVA que se dedica al cultivo de café y la cría de cerdos y que ha viajado hasta Madrid para compartir su historia. Es la primera mujer presidenta del Comité Cafetero de Tolima, donde reside y es la creadora y presidenta de la Asociación de Mujeres Cafeteras de San Antonio. “Me propuse convertirme en la primera mujer en presidir el comité de cafeteros de mi comunidad y lo logré. Son 11 hombres y yo la única mujer”, ha señalado.
“Llevo cerca de 22 años como cultivadora del café. Es duro ser mujer emprendedora en un país tan machista. te miran como un bicho raro, te dicen que eres mal ejemplo para las esposas, y tenemos poco apoyo para la mujer rural, y para las mujeres cafeteras, no tenemos un apoyo del Estado”, señala. También es pionera en su comunidad en instalar un biodigestor, que aprovecha los desperdicios y las heces de los cerdos para producir energía renovable y de bajo costo.
Heredó de su padre una finca cafetera y desde los 18 años se ha dedicado al cultivo del café. El pueblo más cercano está a más de media hora y la ciudad a seis horas, a pesar de todo, gracias a la tecnología desarrollada por la Fundación Microfinanzas BBVA, puede gestionar dinero desde su casa. “Poder acceder al estado de mi cuenta desde la aplicación móvil me da mucha libertad ya que vivo lejos de cualquier entidad financiera. Saber cuánto dinero tengo o poder pagar las cuotas de mi crédito me da independencia.”
Por su parte, la responsable de Empoderamiento de la Mujer de la Fundación, Laura Fernández Lord ha señalado que las mujeres rurales, con iguales oportunidades que los hombres, “consiguen mejoras sociales y económicas inmediatas”. “Su actividad no es considerada productiva sino una ayuda, un complemento. Trabajan mayoritariamente en las explotaciones familiares sin recibir nada a cambio”, ha añadido durante su intervención.
Sin embargo, ha señalado que “cuando las mujeres rurales tienen el mismo acceso que los hombres a recursos productivos, servicios y oportunidades económicas, aumenta la producción agrícola y se producen mejores sociales y económicas inmediatas”. La Fundación Microfinanzas BBVA ofrece servicio financiero a 145.000 emprendedoras rurales.