Tres pollos de halcón peregrino autóctono, dos machos y una hembra ya habitan en uno de los edificios más emblemáticos de la capital de Castilla-La Mancha, la Catedral Primada de Toledo, dentro de un programa de reintroducción del Gobierno regional cuyo principal objetivo es el establecimiento de parejas reproductoras para incrementar la población de esta especie en la provincia.
El delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Tomás Villarrubia, que ha asistido junto al deán de la Catedral toledana, Juan Pedro Sánchez, al anillamiento de los polluelos, como paso previo a la colocación del nido en la terraza de la capilla de Santiago de la catedral toledana, ha subrayado que este proyecto ya tiene seis años y que ha permitido la reintroducción con éxito de pollos en el Alcázar de Toledo, tiene como objetivo “incrementar la población de halcón peregrino en la provincia de Toledo”.
“El halcón peregrino autóctono es una especie declarada como 'vulnerable' en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla la Mancha, por lo que su reintroducción y el reforzamiento de las poblaciones naturales es de gran interés para la conservación de la biodiversidad en la provincia”, ha puntualizado el delegado provincial de Desarrollo Sostenible.
Villarrubia ha agradecido la “inestimable” colaboración del Arzobispado de Toledo para la reintroducción de los pollos, mediante el sistema de 'hacking' que permite que los pollos de algunas especies queden instalados en un nido cuando todavía no vuelan donde se les facilita la comida, sin que el humano sea visto por el animal. Y es que - la altura, seguridad y ubicación de la catedral toledana, junto a la gran densidad de palomas, hace de este edificio un lugar preferencial para una reintroducción “exitosa”.
Tres polluelos de entre 28 y 30 días
En esta ocasión se ha procedido a reintroducir tres pollos. Se trata de una hembra y dos machos de halcón peregrino autóctono, Falco peregrinus brookei, reproducidos en cautividad por la Fundación Aquila en el Centro Águilas de Fuente Empedrada, ubicado en el término municipal de Lagartera, en colaboración con el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara, dependiente del Servicio de Política Forestal y Espacios Naturales de Toledo.
Los huevos fueron incubados artificialmente durante un período de 31 días por los especialistas en reproducción asistida de la Fundación. Una vez que eclosionaron, los primeros días fueron mantenidos en unidades de cuidados intensivos y alimentados mediante marionetas bajo estricto seguimiento. Posteriormente, han estado adoptados por una hembra nodriza de la especie con experiencia en la crianza y en total aislamiento humano.
En la actualidad, los pollos tienen entre 26 y 30 días de edad y, tras dos meses de crecimiento muy rápido, los pollos alcanzarán el tamaño de los adultos y estarán preparados para dar sus primeros vuelos.
El método hacking o crianza campestre
Por ello, este es el momento ideal para proceder a su reintroducción en la catedral. Para lograr una reintroducción “exitosa” se emplea un método denominado hacking o crianza campestre que consiste en colocar un jaulón-nido en el lugar que se desea colonicen.
Los pollos terminan su crecimiento en dicha estructura, improntándose o troquelándose, esto es un proceso de aprendizaje del lugar, su paisaje y elementos, de modo que acaben considerándolo su lugar de nacimiento. De este modo y debido a un fenómeno denominado filopatría, un porcentaje relevante de los pollos volverán al lugar donde han sido liberados para intentar establecer un territorio y reproducirse, lográndose el objetivo de recuperar poblaciones extintas en localizaciones históricas.
El hacking ha sido diseñado y construido específicamente por los técnicos del CERI de Sevilleja de la Jara. La alimentación, que se realiza con sus presas de modo que reconozcan sus presas objetivo, y el seguimiento se llevará a cabo por personal del Servicio de Política Forestal y Espacios Naturales de Toledo.
Una vez fuera del hacking, los pollos comenzarán a ejercitar el vuelo mientras se les sigue alimentando durante un mes más. Para evitar que durante el período de estancia en la jaula puedan socializar y relacionar al hombre con la comida, la jaula está dispuesta de manera que no puedan ver cuando se les alimenta. Así, se espera que hacia finales de verano los pollos inicien el proceso de dispersión.
En la región hay unas 200 parejas de la especie
Según los últimos censos disponibles, la población de halcón peregrino en la región es de unas 200 parejas, de las cuales tan solo una decena se ubican en la provincia de Toledo. Analizando su tendencia en el valle del Tajo, donde se ha realizado un seguimiento continuado, los datos históricos indican que existían al menos 30 territorios en todo el valle del Tajo en la provincia de Toledo, que pasaron a siete a finales de siglo y a su práctica extinción en la actualidad.
El halcón peregrino autóctono es un predador clave para el mantenimiento del equilibrio y la sanidad de los ecosistemas ribereños, de “ahí la importancia y trascendencia de su reintroducción y el reforzamiento de las poblaciones naturales para la conservación de la biodiversidad en la provincia”, ha puntualizado el delegado provincial de Desarrollo Sostenible.
Una de las causas constatadas de su desaparición es que son presa del búho real, muy abundante en estos y otros ecosistemas. Por ello, en una fase inicial se realiza la reintroducción en núcleos urbanos ribereños, como la ciudad de Toledo, donde la presencia del búho real es mucho menor y hay una mayor garantía de éxito en la creación de poblaciones sostenibles.
Según Villarubia “el halcón peregrino busca las alturas para situar su nido, por lo que los edificios emblemáticos del Casco Histórico de Toledo como el Alcázar y ahora la Catedral Primada son ideales, al tiempo que la avifauna urbana y, en concreto, el gran número de palomas y estorninos aportan una abundancia de presas muy conveniente para establecer nuevos territorios reproductivos”.
“La presencia de juveniles como de parejas reproductoras en diferentes enclaves de la ciudad pueden ayudar a reducir la presión de palomas y otras aves sobre el patrimonio arquitectónico y monumental de la ciudad, contribuyendo a reducir los costes de limpieza”, ha concluido el delegado provincial.