El próximo viernes, día 11 de septiembre se cumple el periodo de dos semanas establecido por la autoridad sanitaria para las medidas adicionales contra la COVID que la ciudad de Toledo mantiene. Pero estas medidas no finalizarán ese día, puesto que la ciudad se “enganchará” a las restricciones aprobadas ayer para toda la provincia. Así lo ha avanzado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, detallando que aunque los datos en la capital castellanomanchega han mejorado, Toledo debe sumarse a las restricciones provinciales.
A la luz de los datos oficiales de coronavirus, la mitad de los contagios diarios en Castilla-La Mancha sigue produciéndose en esta provincia. Es algo en lo que, según ha insistido el consejero, “tiene que ver claramente la influencia con Madrid”. “Ya es algo que no se puede discutir ni va a ensombrecer las relaciones con esta región, ni culpamos a nadie”, ha remarcado.
Sí ha explicado que esa relación directa con ña Comunidad de Madrid en toda la provincia ha hecho que el virus se disperse ampliamente, lo que ha llevado a la autoridad sanitaria regional a adoptar las medidas en toda la provincia. Ha dejado claro que “no es un confinamiento”, sino medidas restrictivas que van más allá del decreto autonómico aprobado en agosto.
En cuanto a Toledo ciudad, Fernández Sanz ha señalado que ha bajado la incidencia acumulada durante los últimos siete días –pasando de más de 240 contagios por cada 100.000 habitantes a menos de 200- pero mantendrá sus restricciones al estar aprobadas para toda la provincia.
Finalmente, el consejero ha dicho que ahora mismo no hay riesgo de confinamiento en ningún pueblo toledano ni en Castilla-La Mancha y se ha referido también al elevado número de contagios de COVID-19 de la Residencia “San José” de Toledo, afirmando que se trata de una situación “controlada” por el Servicio regional de Salud y en la que actualmente no hay “ningún riesgo”.