El pasado mes de noviembre, el Gobierno de Castilla-La Mancha abrió el proceso participativo para la elaboración del plan de personas sin hogar de Castilla-La Mancha. El objetivo era recabar la opinión ciudadana, incluida la de personas y colectivos con experiencia en intervención social, para elaborar una estrategia destinada a acabar con el 'sinhogarismo' y proporcionar a las personas que se han quedado sin una solución de vivienda la mejor de las atenciones y los apoyos necesarios para salir de la exclusión.
Los resultados de esa encuesta suponen ahora tanto un diagnóstico de la situación como una síntesis del sentir de la población sobre esta cuestión. Por ejemplo, en el principio del cuestionario, la mitad de las personas encuestadas afirma que hay gente en su municipio que duerme en la calle y ese porcentaje se incrementa hasta casi el 56% al señalar que lo hacen de manera permanente o que residen en lugares inadecuados, inseguros y que no se podrían calificar como vivienda.
Con este contexto, el cuestionario pregunta sobre los posibles perfiles de estas personas sin hogar. En este caso, casi un 61% dice que desde su punto de vista son aquellas con recursos escasos, seguido de personas con problemas de salud mental, personas extranjeras y personas que acaban de salir de un centro penitenciario.
Así, al pedirles que señalen las tres principales razones que pueden llevar a una persona a vivir en la calle o en lugares no adecuados, el 44,07% de los encuestados apunta a la falta de políticas públicas que eviten el 'sinhogarismo', y en menor porcentaje, a la falta de recursos económicos, las adicciones y los problemas de salud (física o mental).
¿Hay recursos suficientes en la actualidad?
De hecho, hasta el 73,5% deja patente que no existen en la actualidad recursos para atender a estas personas, y más de la mitad valora de forma positiva la intención de la Junta de Castilla-La Mancha de realizar una Estrategia de Personas sin Hogar. Más concretamente, casi un 75% considera que esta medida debería dirigirse a personas que viven en la calle. Aunque también incluyen a personas en riesgo de quedarse sin hogar o a las personas temporeras.
A la hora de seleccionar los objetivos que deben quedar recogidos en la estrategia, la mayor parte de la personas encuestadas se decanta de nuevo por la atención integral y la detección temprana, aunque también obtienen gran respaldo otras medidas como la consolidación de una red de recursos de atención, la ampliación del catálogo de recursos habitacionales disponibles, la creación de un mecanismo estable de coordinación entre administraciones públicas y entidades sociales que trabajan con personas sin hogar, la sensibilización social o la investigación de la realidad social en Castilla-La Mancha.
En cuanto a las tres prioridades estratégicas que deberían fijarse actualmente para las personas sin hogar, los encuestados apuntan en primer lugar a la prevención, y posteriormente al apoyo en la reconstrucción de un proyecto de vida normalizado y promover soluciones centradas en la vivienda como prioridad para una vida digna.
Las principales medidas
Por último, en el caso concreto de las actuaciones que deben llevar a cabo las administraciones públicas, un 59,57% apuesta por facilitarles alojamiento a medio y largo plazo y un 49% defiende promover proyectos de inclusión a través del empleo (como las empresas de inserción). Otras medidas marcadas en la encuesta son el “trabajo de calle” para conocer a las personas sin hogar y ofrecerles soluciones, facilitarles alojamiento de manera temporal, apoyarles en la búsqueda de empleo, garantizar el acceso a los servicios médicos si los necesitan, campañas de sensibilización social y estudios del ‘sinhogarismo’ en Castilla-La Mancha.
El Gobierno de Castilla-La Mancha lleva más de un año trabajando en la creación del primer documento en el que se basará la Estrategia de Atención Integral a Personas Sin Hogar, con la creación de un grupo de trabajo formado por expertos con amplia experiencia en intervención social.
Como primer paso, se han incorporado las recomendaciones de la Unión Europea sobre la atención e intervención con personas en esta situación. Por ello, este grupo de trabajo realizará la propuesta de elaboración de un diagnóstico, revisará los dispositivos de atención a las personas sin hogar, propondrá el modelo de intervención frente este tipo de situaciones y, finalmente, aportará una propuesta sobre el enfoque para la elaboración de esta medida.
En la actualidad, Castilla-La Mancha dispone de un total de 17 centros de atención a personas en situación de exclusión residencial, de los cuales siete son de urgencia y diez son destinados a la atención residencial. Los centros de urgencia tienen capacidad para atender a 188 personas y los de residencia a 153, por lo que el número total de plazas es de 341 en toda la región. Los centros de atención a personas sin hogar se encuentran en las cinco capitales de provincia, así como Talavera de la Reina, Daimiel y Alcázar de San Juan y son gestionados por un total de seis entidades distintas. Durante el año 2020, se han atendido en los recursos para personas sin hogar de la región a un total de 3.867 personas.