Hace unos días, buena parte del equipo de 'Toledo a pie' tuvimos el placer de visitar la exposición que se ha instalado en el Museo de Santa Cruz de Toledo como uno de los eventos principales para la conmemoración del VIII centenario del nacimiento de Alfonso X el Sabio.
Comisariada por Ricardo Izquierdo Benito, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Castilla-La Mancha, e inaugurada con todo boato por Felipe VI, acompañado por el ministro de Cultura, el presidente de Castilla-La Mancha y la alcaldesa de Toledo, entre otros, el pasado 14 de marzo y permanecerá abierta al público de forma gratuita hasta el 19 de junio.
Como pudimos comprobar los guías de Toledo a pie, la exposición, compuesta por 188 piezas provenientes de unas 50 entidades diferentes, es un recorrido por la vida y legado del monarca.
Una exposición estructurada en 5 bloques
Primer Bloque: Alfonso, infante (1221-1252)’
Sección en la que Toledo, nuestra ciudad, tiene una presencia relevante. No olvidemos que Alfonso X nació en Toledo el 23 de noviembre de 1221, festividad de San Clemente, en un lugar muy próximo al de esta exposición: los palacios de Galiana, que pertenecieran al rey taifa Al Mamún (parte de estos palacios fueron cedidos por el propio monarca, ya durante su etapa de reinado, a los franciscanos, que permanecieron allí hasta su traslado -salvo la comunidad concepcionista femenina, que todavía permanece en la zona- al Monasterio de San Juan de los Reyes, en 1501).
El 21 de marzo 1222 fue jurado heredero en la ciudad de Burgos. No olvidemos que también se cumple el VIII centenario de este hecho.
En esta sección se exhibe un plano con la distribución parroquial de Toledo en el siglo XIII (con San Román, consagrada el mismo año del nacimiento del rey Sabio por el arzobispo Rodrigo Jimenez de Rada), al que le hemos encontrado la única pega que se le puede poner a la exposición: la parroquia de San Juan Bautista aparece representada en el lugar donde ahora de erige la iglesia de San Ildefonso, cuando debiera localizarse en la actual plaza de Amador de los Ríos. Y la casulla del Infante Sancho, hermano de Alfonso, que fuera arzobispo de Toledo de 1251 a 1261.
También encontrarás unas tablas pintadas, restauradas con motivo de esta exposición, y que fueran encontradas en un inmueble del entorno del Pozo Amargo, en Toledo.
Al margen de lo referido a nuestra ciudad, se citan cuestiones relativas a su crianza en tierras de Burgos y Galicia, sus primeras empresas militares, su incipiente interés por las traducciones, su matrimonio con Doña Violante de Aragón…
Segundo bloque: ‘El rey gobernante (1252-1284): un reinado de luces y sombras’
Ya en el poder, Alfonso trató de promover una mayor centralización del poder en su persona a través de una profusa actividad legisladora, un ‘Estado moderno’ que chocó con la oposición de la nobleza y la crisis económica, agravada por el conocido como el ‘Fecho Imperial’, que contribuyó a vaciar las arcas del Estado.
También en este periodo el rey mantuvo una relación estrecha con Toledo, que visitó al menos en diez ocasiones y donde celebró dos de las trece Cortes Generales habidas en su reinado (1254 y 1259).
El monarca procuró beneficiar a su ciudad natal mediante la concesión de privilegios a sectores sociales, así como a la Catedral Primada y a otros establecimientos religiosos, en especial al monasterio de San Clemente (festividad de su nacimiento).
Referidos están también en este bloque la imagen del rey, su actividad conquistadora y repobladora, el ‘Fecho de Allende’ (1260), el favorecimiento de la trashumancia con la creación de la Mesta, la acuñación de moneda, el impulso a la industria naval, su interés por la Historia, la devoción por la Virgen…
Tercer bloque: ‘El rey Sabio’
Toledo cuenta con especial relevancia en la actividad cultural desarrollada por Alfonso X. En nuestra ciudad tuvo el monarca uno de sus principales scriptorium.
La astrología-astronomía, la traducción, los juegos, la música… fueron promovidas por el monarca.
Como piezas reseñables de esta sección figuran El Libro del saber de astrología y El Libro del ajedrez, dados y tablas.
Cuarto bloque: ‘El final del reinado’
La muerte temprana de su heredero, Fernando de la Cerda (1275), y las desavenencias de Alfonso con su otro hijo Sancho abrieron una crisis sucesoria en la que la nobleza trató de medrar. Finalmente será Sancho el que se imponga tras la muerte de Alfonso X en 1284.
Sería coronado como Sancho IV en la catedral de Toledo por el arzobispo don Gonzalo García Gudiel y allí sería enterrado a su muerte, acaecida en 1295, en la Capilla de Santa Cruz, que el mismo había fundado.
A principios del siglo XVI, sus restos fueron trasladados, por mandato del Cardenal Cisneros, a un nuevo sepulcro colocado en el nuevo presbiterio de la catedral y que diseñara Diego Copín de Holanda. Cuando este sepulcro se abrió en 1947, entre los restos del ajuar funerario se encontró una corona con piedras y camafeos incrustados que se exhibe como una de las piezas de mayor relevancia de esta muestra. Por cierto que aunque esta corona data de finales del si XIII, los camafeos que la engalanan se han fechado en los siglos I-II d.C.
Quinto bloque: ‘La visión del rey desde la posteridad’
Recoge la imagen que historiadores y artistas han tenido del monarca, contribuyendo a configurar la imagen que se tiene del mismo.
En esta sección tiene especial relevancia el lienzo de Dióscoro Teófilo Puebla y Tolín.
‘Don Alfonso el Sabio y los libros del saber de astronomía’, ambientado en lo que es una mezcla entre la Sinagoga de Santa María la Blanca y la del Tránsito, ambas en Toledo.
Este cuadro, perteneciente al Museo del Prado, que lo tiene en depósito en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, ha sido especialmente restaurado para esta ocasión.
En definitiva, a los guías de la Cooperativa Toledo a pie, esta magna exposición, nos ha parecido muy didáctica e interesante , por lo que te recomendamos su visita en este centenario tan reseñable.