La Asociación de Familiares, Amigos y Personas con Problemas de Salud Mental (Afaem Despertar), que desde 2004 ha gestionado una residencia y dos viviendas supervisadas en las localidades toledanas de Camarena y otra en Torrijos para personas con enfermedad mental, ha lamentado que el cierre de estos recursos por falta de financiación haya provocado el despido de 28 empleados "largamente experimentados" y la dispersión de los 29 usuarios de este centro.
El presidente de esta asociación, Francisco José Piedra, ha calificado, en declaraciones a Europa Press, la situación de "dolorosa" y "tristísima", pues tras destacar la gran labor social que durante años han realizado los trabajadores de estos recursos ha lamentado que hayan acabado en el paro debido a la falta de recursos económicos.
A la espera de que los 29 usuarios que en la actualidad atienden en Torrijos y Camarena sean reubicados en otros dispositivos, Piedra ha asegurado que serán los bancos los que se queden con las instalaciones tanto de la residencia como de las viviendas tuteladas, pues sobre ellas pesa una hipoteca que Afaem no puede afrontar al haberse declarado insolvente.
Esta asociación, integrante de la Federación Salud Mental de Castilla-La Mancha y de la Confederación Salud Mental, surgió tras la reforma psiquiátrica para dar respuesta a las necesidades de este colectivo y ha acogido a pacientes, que, por problemas psicopatológicos, o por problemas en los recursos personales en sus familias, tienen dificultades en su convivencia.
Siendo la primera de estas asociaciones que contó con una residencia en Castilla-La Mancha, se ha encargado de los pacientes derivados por parte de la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha, que hasta ahora ha facilitado la mayor parte de la financiación de estos recursos.
Menos fondos de la administración
"Los problemas económicos de la entidad comienzan cuando, a raíz de la crisis financiera de 2009, se toma la decisión de rebajar el precio-plaza, rebaja que ha quedado congelada desde 2012. Aunque esta decisión también afecta a otras residencias de Castilla-La Mancha, debido al pequeño tamaño de la residencia de Camarena, los gastos generados para cubrir la ratio personal-usuario es más elevada que en otras residencias", han indicado desde Afaem.
Y es que, según ha manifestado, al estar congelados los ingresos que recibía de la Administración, el mantenimiento de estos recursos se hacía cada año más insostenible, por lo que ha tenido que recurrir, a otras fuentes de financiación, como la ampliación de tres plazas residenciales o la creación de un Centro Formador, a través de la Fundación FSC Inserta, medidas que no han sido suficientes.
"Las plazas no han sido cubiertas, el centro de formación no se ha podido crear y los cursos han sido suspendidos a causa de la pandemia del coronavirus, aunque el centro se ha mantenido libre de él", han
lamentado desde la asociación, que ha intentado que un gran grupo económico asumiera la gestión del centro, posibilidad que no ha podido prosperar ante el impedimento legal de que una empresa privada llevara a cabo esta función social.
"La consecuencia final es la quiebra económica de la asociación, que ya no puede pagar al personal que atiende a los usuarios", ha lamentado Afaem, que ha reclamado que antes de que los pacientes se dispersen por distintas residencias y viviendas supervisadas, "sería bueno para todos el concierto con entidades que puedan generar servicios de alto valor social, como ocurre en otras comunidades autónomas, con un buen hacer exigido y perfectamente demostrable hacia la Administración".
Por último, Afaem Despertar ha alertado "del impacto que esta situación genera en los usuarios, personas emocionalmente vulnerables, que han creado una red de relaciones con la población general, con los profesionales, y con otros usuarios entre sí, y que habían manifestado repetidamente su satisfacción por la atención recibida".
"Gracias a este soporte acogedor entre usuarios y profesionales, cuya dedicación excede con creces lo exigible profesionalmente, Afaem Despertar había recibido el sello de calidad europeo de EFQM +300 en febrero de 2020", ha terminado destacando.
Camarena confía en una pronta solución que impida el cierre
Por su parte, la alcaldesa de Camarena, Charo García Saco, ha asegurado que la Consejería de Sanidad está trabajando para evitar el cierre de la residencia. En declaraciones a Europa Press, y tras precisar que la decisión de cierre aún no es firme, ha insistido en que desde Sanidad buscan una solución que evite la clausura de este dispositivo, cuyos trabajadores y residentes están "muy integrados" en el pueblo.
"Es la asociación -ha dicho en referencia a Afaem Despertar- quien gestiona la residencia y por tanto la responsabilidad es suya", ha indicado García Saco, que ha recordado que fue una familia de Camarena la que donó el espacio donde se ubica este recurso asistencial a la organización.
"Desde el Ayuntamiento nos hemos puesto tanto a disposición de la Consejería como de la asociación", ha añadido la alcaldesa, preocupada por el hecho de que el cierre de esta residencia afecte tanto a los trabajadores que viven en el municipio como a la farmacia o productores y comerciantes de la localidad que les proveen.
"Su cierre sería un golpe duro para un municipio pequeño con pocos nichos de empleo. Aunque no es responsabilidad municipal, al final todo nos afecta y por ello nos podemos a su disposición", ha reiterado la regidora.