El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado que convocará un Consejo de Gobierno extraordinario en los próximos días para que el fin de semana que viene se relajen “con limitaciones” las restricciones contra la COVID-19 que actualmente hay vigentes en la región. Aunque no ha detallado más, ha dejado caer que supondrán la apertura de la hostelería y de los comercios de más de 300 metros cuadrados, pero insistiendo en que será en niveles muy restrictivos. El pasado viernes, el Consejo aprobó mantener de manera indefinida las restricciones, apelando que se necesitaba "más tiempo", pero el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, explicó también que los datos se monitorizarían día a día para ver la posibilidad de relajar medidas y que cualquier acción en este sentido se haría de forma "escalonada".
García-Page ha precisado hoy que esta decisión de cara al próximo fin de semana se adoptará en "coherencia" con la evolución favorable de los datos de contagios que por ahora reflejan una estabilización a la baja, pero ha dejado claro que si vuelven a empeorar, se volverá a las restricciones actuales. "Estamos viendo que los datos evolucionan en proporción a las medidas que hemos adoptado", ha subrayado. En principio, se ha referido tan solo a las medidas sobre hostelería y comercio. Nada ha dicho sobre otras restricciones vigentes como el cierre perimetral de todos los municipios o el toque de queda a las 22.00 horas.
Será un Consejo de Gobierno extraordinario el que aprobará "modular" las medidas para que el próximo fin de semana haya un "planteamiento diferente" que afectará a los dos sectores que ha mencionado, manifestando su deseo de que esa situación se "mantenga durante el mayor tiempo posible".
"Si pudiéramos volver a las condiciones de antes de la Navidad, podemos atravesar esta transición con una relativa normalidad, y con una fase de vacunación avanzada, podríamos tener un segundo semestre del año con otro gesto, aunque el miedo lo tendremos durante mucho tiempo en el cuerpo", ha recalcado. Es el motivo por que ha repetido en varias ocasiones que pese a la relajación de medidas para el fin de semana, "un alivio para sectores que hoy lo están pasando mal", las medidas serán "limitadas".
Precisamente, en un momento de su intervención ha argumentado que en el sector del pequeño comercio, Castilla-La Mancha tiene "los mejores datos relativos" de todo el país, y que incluso la hostelería -en "un momento difícil en el que hay que empatizar y comprender el dolor de quienes viven de un negocio- ha caído "muchísimo más a nivel estatal o en Madrid".
El sistema hospitalario "está respondiendo"
En cuanto a la situación actual del sector sanitario, García-Page ha señalado que el sistema hospitalario castellanomanchego "está respondiendo", no se han derivado pacientes al sector privado y, salvo "casos muy concretos", no se han suspendido intervenciones quirúrgicas, manteniendo "el grueso de la atención hospitalaria". De hecho, ha hecho mención previamente a otros datos, como que Castilla-La Mancha es la región que más esfuerzo económico está realizando para combatir la pandemia, la que más rastreadores ha contratado en proporción a la población, y de las que más casos detecta.
Esta visión "optimista y realista" del presidente regional le ha llevado también a afirmar que se podrá "vencer al virus en la tercera ola, le vamos a vencer" y en ello ha enmarcado el papel fundamental que cumplen las vacunas. Así, ha anunciado que el Consejo de Gobierno de Gobierno de mañana martes, alcanzará un acuerdo para anticipar un mes el comienzo de la vacunación de mayores de 80 años (la próxima fase tras residencias y personal sanitario) y un encuentro la semana que viene con la Federación regional de Municipios y Provincias (FEMP-CLM) para planificar de cara a abril y mayo las ubicaciones de los nuevos puntos de vacunación.
Asimismo, también ha anunciado que el Gobierno regional está gestionando la compra de 11 nuevos "instrumentos tecnológicos muy avanzados" para detectar nuevas cepas. "Estamos muy preocupados por la variante británica y por otras derivadas, y por eso nos importa mucho estudiar al milímetro cada caso, para saber a qué nos enfrentamos con la mayor eficacia posible".
Previamente, García-Page ha señalado, respecto a las medidas contra la COVID, que no quiere entrar "en el juego de la hipocresía, del doble lenguaje y del oportunismo político", remarcando que "al que le toca gobernar, le toca tomar decisiones, aquellas que nos llevan a ser coherentes entre el aplauso que le dábamos a los sanitarios y lo que esos mismos profesionales nos dicen que hay que hacer ahora". "Nosotros hemos tomado decisiones en función de lo que nos dicen la inmensa mayoría de los técnicos y profesionales que combaten el virus. No tengo por tanto que explicarlo, quien lo tenga que explicar es quien decide cosas que no están en coherencia con lo que dicen los profesionales de la sanidad", ha apostillado.