El viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo, ha negado cualquier problema “sanitario o en la calidad del aire” en la localidad toledana de Mora, después de que los vecinos y la Asociación Toledo Aire Limpio hayan alertado sobre los problemas para “respirar” en este municipio.
Portillo alude a un reciente artículo publicado por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). “Dice que el aire es estupendo”. También recuerda que, a petición del Ayuntamiento moracho, la Viceconsejería de Medio Ambiente instaló durante varios meses entre finales de 2017 y comienzos de este año una unidad de detección de calidad del aire, sin resultados negativos.
Reconoce que en el humo que sale por la chimenea de la orujera -de la empresa Extractora Ecológica de Mora- “hay vapor de agua muy visible, con una cierta cantidad de partículas, como en la quema de cualquier biomasa” pero niega la existencia de monóxido de carbono porque “como les he dicho a los miembros de la plataforma, este elemento en contacto con el aire desaparece. Es el proceso químico normal”. Algo que, recuerda, también recoge el informe de la UCLM.
“No hay ningún estudio sanitario, se han reunido también con Sanidad, ni nuestros equipos indican que haya nada serio que pueda llevar a preocupación a la población. Si lo hubiera seríamos los primeros preocupados en corregirlo”.
Sí reconoce, en cambio, que pueda haber momentos “molestos” en la localidad cuando se produce una inversión térmica porque “el vapor de agua baja al suelo”. Se trata de un asunto “controvertido en el municipio, aunque no es el único ni en Castilla-La Mancha ni en Andalucía”.
Sostiene que su departamento “trabaja intensamente” para que se reduzcan las emisiones que “están dentro de los límites legales” y, sobre todo, “para que dejen de ser visibles para que la sensación en la población sea menos angustiosa”. Insiste en que “no hay ningún dato de ningún tipo en Mora, ninguno, que lleve a sospechar que la actividad industrial de la extractora de orujo pueda estar causando algún problema sanitario o de calidad del aire”.
“Al final la Administración se tiene que guiar por datos objetivos y no por sensaciones, razonables y todo lo que se quiera, que pueda tener parte de la población”, asevera. Se muestra dispuesto a escuchar. “Su preocupación es razonable y la Administración está para escuchar pero debemos trabajar con datos y nada induce a pensar en un problema”. En su objetivo está que “esa sensación de preocupación desaparezca, con los cambios tecnológicos que puedan ser viables”.
La Extractora Ecológica de Mora estudia emprender acciones legales
De su lado, la Extractora Ecológica de Mora, perteneciente al grupo Mora Industrial y que se dedica al secado del alperujo, ha declinado realizar declaraciones a este medio sobre las acusaciones vertidas por la Plataforma Vecinal de Mora y la Asociación Toledo Aire Limpio sobre el impacto de la actividad industrial de la empresa en la calidad del aire en esta localidad. Se remite a la documentación que ha publicado en sus redes sociales sobre el funcionamiento de la misma y los informes sobre las mediciones de aire practicadas por las administraciones en el municipio.
Señala además que su gabinete jurídico está estudiando la posibilidad de emprender acciones legales en base a las acusaciones que han realizado las mencionadas organizaciones.
Entre la documentación a la que hace referencia la empresa en su página de Facebook se encuentra también el informe de la UCLM mencionado por el viceconsejero, que hace un análisis sobre el origen y la evolución del monoxido de carbono (CO) en el aire. En él, se citan las medidas de concentración con las que este gas tóxico puede provocar efectos negativos en la salud humana como nauseas, dolor de cabeza o confusión mental, para lo que se establece una medición de en torno a los 12 miligramos por metro cúbico (mg/m3) de este gas que es más peligroso en entornos cerrados que al aire libre.
Asimismo, precisa que el límite máximo legal de estas emisiones, que tienen como principal fuente contaminante el sector residencial, es de 10 mg/m3, y subraya también en este sentido que las medidas de las concentraciones de CO que pueden alcanzar a la población son distintas a las que emanen de las fuentes de emisión.
En dicho informe, se detalla cómo, ante la ausencia de mediciones de CO en Mora, se ha llevado a cabo "una simulación simplificada" de la instalación de esta orujera y se indica que, tras probar con distintas variantes meteorológicas -incluidas las condiciones "más desfavorables" que puedan darse en el municipio a lo largo del año-, a una distancia de 1,5 kilómetros (la distancia aproximada que hay entra el núcleo urbano y el polígono en el que se encuentra la empresa), las concentraciones de monóxido de carbono están "por debajo de los 3 mg/m3)", una cifra "muy por debajo del valor al que estamos expuestos si somos fumadores o incluso como fumadores pasivos".
Además, este informe científico recuerda también que "la Red de Vigilancia de Castilla la Mancha ha realizado varios seguimientos de la calidad del aire en la localidad en los últimos años en los que en todos los casos se ha determinado, de acuerdo con los criterios de calidad del aire que establece el RD 102/2011, que la calidad del aire en Mora es buena".