Carmen Morales todavía no ha cumplido un año como directora de la Biblioteca de Castilla-La Mancha pero lleva ya más de dos décadas trabajando en este centro. Albaceteña de origen, llegó a Toledo como becaria de investigación para la catalogación de su famosa Colección Borbón-Lorenzana en la Biblioteca Pública del Miradero, para dos años más tarde, en 1998, trabajar como técnico de bibliotecas en el traslado al edificio del Alcázar: la creación de la Biblioteca de Castilla-La Mancha. El pasado mes de septiembre sustituyó a Juan Sánchez Sánchez como directora gerente. También es profesora en la Facultad de Humanidades de Toledo de la UCLM donde imparte las asignaturas de Biblioteconomía y Documentación. Con motivo del Día Internacional del Libro, hablamos con ella de su primer balance en este puesto, de la lectura, de la política y de los jóvenes.
Las más de dos décadas que lleva trabajando en este centro le han servido para afrontar su labor de forma positiva. Ya conoce a todo el mundo, trabajadores y usuarios, y el día a día es sencillo. Este año, además, se celebran los 20 años desde la creación de la Biblioteca y “la ilusión se renueva”. Se están desarrollando actividades de conmemoración cuyo grueso llegará en el último trimestre de año, en torno al 16 de octubre, que es la efeméride de su constitución.
Cuando hablamos de lectura, de libros y de lectores, su visión casi siempre es positiva. “Parece que cada año, cuando llega este día, se habla más de que el libro está en crisis, pero eso no es lo que nos dicen las estadísticas, porque cada año se publican más libros en España, y si se hace, es porque se venden”. Efectivamente, en España se editan hasta 100.000 títulos anuales, una cifra que sigue aumentando pese al desarrollo del libro electrónico. Lo achaca a que ambos formatos son “complementarios y compatibles” porque “el papel siempre tendrá su encanto, por su tipografía, por su textura, por la tinta, pero el e-book es muy útil para manuales, para diccionarios, para viajar o para leer en la cama”.
A este respecto, está convencida de que el libro en papel nunca desaparecerá porque “es el mejor invento de la historia cultural de la humanidad” y porque “ahí es donde circula el ser humano, y aunque haya otras alternativas de conocimiento, siempre será a través de los libros”.
Pero, ¿qué ocurre en el mercado, también lo refleja así? Carmen Morales opina que siempre habrá diferencias entre los intereses de los editores y los de los lectores. De ahí que todavía el mercado del libro electrónico “no haya terminado de arrancar”. Sostiene que una de las causas es su precio, “no lo bastante barato” teniendo en cuenta que no hay gastos de imprenta, distribución o almacenaje; y otra causa es que hay un “concepto de propiedad” que “un fichero no puede alcanzar frente al libro impreso”.
Con carácter general y al margen del formato, la directora de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, subraya que la lectura "cala y sigue calando en la sociedad porque es una herramienta que necesitamos para vivir" y eso es algo que se ve cada día en las bibliotecas. Reconoce que es en esta fecha cuando más se vuelcan las instituciones, en una “euforia que al día siguiente desciende”, pero lo importante, añade, son los ciudadanos, que siguen “viniendo, leyendo y manifestando el mismo interés”.
“Hay que estar a pie de calle, trabajar con la gente. Las bibliotecas somos parte de la sociedad”, recalca. En esa función resalta la labor de la Biblioteca regional como “cabecera” de un sistema en red de más de 500 centros, donde “somos los coordinadores y gestores técnicos, generamos la normativa, formamos a los bibliotecarios y hacemos un único catálogo”. Considera esencial la función de ayudar a todos los bibliotecarios municipales, muchos los cuales trabajan solos y “con muchas complicaciones”. “Es y debe ser un servicio esencial en todos los municipios de la región, sobre en los más pequeños, donde todo el empuje cultural lo hace la biblioteca municipal”.
La posición es distinta cuando se trata del apoyo a las bibliotecas por parte de las administraciones públicas. Preguntada por los ayuntamientos, Morales señala que “hay algunos que lo entienden y otros que no”. Frente a los que “no van más allá” de las subvenciones que otorga la Junta, destaca la labor de aquellos “saben que invertir en bibliotecas es invertir en la sociedad”, porque “no piensan que sea un gasto perdido, sino una inversión social”. Al fin y al cabo, “las bibliotecas ayudamos a los ciudadanos a mejorar su calidad de vida”.
En cuanto a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, afirma que hay un gran apoyo, pero que “siempre estamos ahí peleándonos” aunque el consejero, Ángel Felpeto “escucha bastante y hace lo que puede”. El presupuesto se ha ido cubriendo estos años, pero la Biblioteca todavía no ha recuperado los niveles de antes de la crisis, “y por eso seguimos luchando día a día". Tiene para ello una premisa fundamental: “La mejor forma de que nuestros políticos sepan que una biblioteca es rentable, es que vengan y vean lo que hacemos. Hay quienes lo han hecho y se sienten implicados, y otros que no. A veces nosotros también tenemos que hacer una labor pedagógica con los políticos y enseñarles lo que hacemos. Podemos cambiar su forma de pensar a la hora de mejorar nuestros servicios”.
La Biblioteca de Castilla-La Mancha está terminando la estadítica de 2017, que apunta a más de 300.000 visitantes y 40.000 socios durante el año pasado. “Esto significa que seguimos vivos y seguimos teniendo tirón”, enfatiza, pero también remarca algunas asignaturas pendientes, como atraer cada vez a mayores sectores de la población, sobre todo a los adolescentes y jóvenes. Este último es un tema “complicado”. Siempre ha habido clubes de lectura y encuentros con jóvenes, se han hecho encuestas para identificar sus necesidades y deseos, pero nunca se han alcanzado “del todo” los objetivos.
“Nos hemos dado cuenta de que hacer actividades para jóvenes no sirve, no les gustan y no vienen. Tenemos que hacerlas con ellos, cambiar el concepto”, argumenta, motivo por el que actualmente este centro está preparando una serie de campañas sobre todo en redes sociales como Instagram (a la que se incorpora esta misma semana). “Queremos que vengan aquí y colaboren con nosotros”, mediante espacios de libre creación ('maker spaces') y participativos, y donde pueden realizar todo de actividades desde la tecnología hasta los los videojuegos, la música o el voluntariado. Trabajar con su lenguaje, aprovechar sus ganas de participar y centrarse en la “fusión” de la lectura con la música, el cine y el arte, es “la forma de hacerlo participativo a todos y seguir siendo un espacio para la gente”.
Programación especial
A partir de este lunes, son numerosas las actividades que ha preparado la Biblioteca de Castilla-La Mancha coincidiendo además con sus dos décadas de aniversario. Hoy mismo el consejero de Cultura inaugura la exposición ‘El arte de ilustrar: 20 miradas’, donde también se leerá el manifiesto del Día del Libro, en la Sala Borbón Lorenzana. Por la tarde, se celebrará un acto especial de poesía, lectura y música, abierto a todo el mundo. Ya el martes, día 24 de abril, Juan Sánchez Sánchez, antecesor de Carmen Morales en el cargo, presentará su libro ‘Desde la arena de la biblioteca pública’. El cine formará también parte de los actos de la semana con la proyección el miércoles 25 de abril de la película ‘La ladrona de libros’, de Brian Percival.
Ya en la jornada del jueves, día 26, se celebrará un café-coloquio bajo el título ‘El arte de ser feliz: pon un psicólogo en tu vida’, por parte del doctor Jesús Rodríguez Rodríguez, con el que arranca el ciclo de Psicología; al que seguirá microteatro el viernes 27 de abril, una nueva experiencia que inaugurarán los actores toledanos Edu Alvárez y Ale Acevedo.
Entre las actividades infantiles, destacan el cuentacuentos ‘La maleta de Flanagán y los cuentos mágicos' el viernes 27 de abril; la actividad “Bibliotecari@ por un día”, destinada a niños de entre 6 y 10 años; así como los talleres para los más pequeños y los clubes infantiles de lectura que se reúnen todos los viernes y sábados.
Finalmente, en cuanto a las exposiciones, se celebra del 23 de abril al 23 de junio ‘El arte de ilustrar: 20 miradas”, con ejemplares de fondo antiguo de la Colección Borbón-Lorenzana; y “Primavera Redondita", de Stefania Se Novillo, que pertenece a una serie de ilustraciones de más de 600 obras durante los dos últimos años, y que se expone en la Galería del Salón de actos hasta el 30 de abril.