La pandemia fue un "verdadero problema" para las personas con discapacidad visual. Así lo explica el director territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, José Martínez Martínez. "¿Cómo puedes establecer una distancia de seguridad si no ves? Ha sido muy difícil", explica Martínez. La organización celebra en Toledo entre los días 18 y 22 de octubre la XXX edición de su Semana, que este año se centra en la accesibilidad de las personas ciegas desde el punto de vista de la Arquitectura y de la Tecnología.
La jornada 'Arquitectura y Discapacidad Visual', analizará las dificultades de personas con discapacidad visual, así como su situación y las posibles soluciones para poder "acceder con total normalidad a cualquier edificio". Será en conjunto con el alumnado de la Escuela de Arquitectura que, como los futuros responsables de edificaciones y ciudades, se pondrán incluso en la piel de una persona con una discapacidad de este tipo. Las jornadas incluyen también el webinario '¿Administración Electrónica Accesible?’, un encuentro, desde el Salón de Actos de la Delegación Territorial de la ONCE en Toledo, con el director general de Inclusión Digital de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Juan Ángel Morejudo, para analizar las condiciones con las que debe contar el diseño de una Administración electrónica accesible, para que las personas ciegas o con discapacidad visual puedan realizar los distintos trámites que necesiten de igual forma que el resto de la sociedad.
Generar conciencia
"Fundamentalmente, queremos generar conciencia desde el punto de vista de la accesibilidad. Es una política fundamental que permite ofrecer libertad a personas que ven cómo sus actividades de la vida diaria son tremendamente complejas. Lo que queremos es que grupos de interés como el espacio universitario y de la arquitectura, de la que depende la accesibilidad, puedan tener conciencia de que esto es verdaderamente importante y que incluso cumpliendo la ley se pueden cometer barbaridades", señala Martínez.
El presidente regional de la ONCE explica que en Castilla-La Mancha sigue vigente la Ley de Accesibilidad de 1994. "Es un marco legislativo poco actual, porque es que hay que ver los cambios que se han producido en nuestras vidas. Al final, es importante que esto vaya cambiando", recalca. Debido a que se trata de legislación antigua, todavía se ven situaciones en vía pública y en edificios que aunque cumplen la normativa, son "muy complicados" para las personas con discapacidad visual. "Técnicamente, se cumple la legislación. Pero, ¿Qué hacemos si no se respeta el itinerario peatonal accesible de 1.80 metros?", se pregunta.
Todo esto supone "verdaderos obstáculos" para las personas con discapacidad, recalca. "Aunque solemos movernos con nuestro bastón, que es nuestro símbolo universal de movilidad, cualquier obstáculo en la línea de la pared puede ser un riesgo potencial", afirma. Por eso, destaca el papel que tienen los futuros arquitectos, que, finalmente, "son los que van a diseñar las ciudades y edificios del futuro". "Es importante que se tenga en cuenta la existencia de las personas con discapacidad visual, al margen de ver detalles concretos. Queremos hacer un 'role play' para que aprendan a usar directamente la técnica del bastón blanco con los ojos tapados, y que así puedan hacer un itinerario para que vean cómo puede influir un simple cambio de texturas en el pavimento", señala.
De este modo, lamenta que en el plan de estudios de arquitectura no exista ninguna asignatura de accesibilidad. "Por eso vemos importante el tema, de aproximarnos al alumnado. Sobre todo, porque tenemos que trasladar nuestras necesidades e intercambiar también visiones y puntos de vista con el alumnado y el equipo docente. Lo que queremos es mantener una relación estable, y hacer actividades en común, porque para un arquitecto es importante conocer todas las necesidades de la población para la que trabaja. Es importante trabajar con la perspectiva de la necesidad humana", reflexiona Martínez.
La accesibilidad no sólo es una rampa
"A veces consideramos que la accesibilidad es una rampa. Claro que lo es, para los compañeros con discapacidad física. Pero la discapacidad sensorial que sufrimos personas ciegas o sordas, quizás es menos evidente, pero es totalmente necesario tenerlo en cuenta. Mira lo que ha ocurrido en el caso de la pandemia, lo hemos pasado especialmente mal para mantener la distancia social. Es complicado al no tener referencias, al no controlar el entorno, la señalítica a nosotros no nos servía, porque no tenían textura", lamenta Martínez.
Por eso, abogan por trabajar realmente en un concepto de diseño, de edificación y de ciudades accesibles de manera universal. "Es algo tremendamente importante. Cualquier medida de este tipo, que son para salvar vidas, tiene que estar pensada para todas las personas, y cumplir con las condiciones básicas que impone el Real Decreto que se ha actualizado a nivel estatal", concluye.