Feministas de todo el país han sido llamadas este sábado, 26 de junio, a manifestarse en defensa de la “agenda feminista” y en contra de “las leyes trans”, tal y como explican sus convocantes, una confluencia de organizaciones agrupadas bajo el nombre de ‘Movimiento Feminista’. Se trata de un total de 80 colectivos que se movilizarán en 18 ciudades, entre ellas Toledo.
“Llevamos más de 40 asesinatos machistas en lo que va de año y no se está poniendo ninguna medida. La situación es crítica y el Ministerio de Igualdad no está actuando, lo que está haciendo es perder el tiempo con las leyes trans que van en contra de las mujeres”, explica en declaraciones a este medio Yaiza Moreno, portavoz de Radfem Toledo, la organización convocante de la manifestación en la capital regional, única ciudad castellanomanchega donde se ha organizado.
Así es como la oposición a la Ley Trans, una de las líneas de trabajo del Ministerio de Igualdad, ha llegado a la región. Repasamos algunos de los puntos que suscitan más controversias, dudas y rechazo entre el movimiento feminista ya que, según señalan, estarían atentando contra la base misma de la igualdad de género que ya se ha conseguido en España.
Los conceptos de sexo y género, ¿qué son y por qué son importantes?
“El sexo es algo biológico, inmutable, una realidad biológica que se puede observar de muchas maneras como en los genitales o los cromosomas”, recuerda Moreno.
Sin embargo, la desigualdad entre hombres y mujeres se basa en el género, “una construcción social que utiliza el sistema patriarcal para oprimir a las mujeres, lo que conocemos con ejemplos básicos como el azul para niños y el rosa para niñas, o los cuidados para ellas y los coches para ellos”. Estas diferencias, “la creencia de que hay cosas de hombres y cosas de mujeres”, son totalmente artificiales. “El feminismo defiende abolir el género mientras que las leyes trans refuerzan los estereotipos sexistas”.
“Lo que estas políticas dicen es que si tu hijo empieza a jugar con muñecas y le gusta el rosa es que es una niña”, sostienen desde Radfem. Es aquí donde la nueva normativa introduce lo que desde las instituciones reconocen como un derecho: la autodeterminación de género, la posibilidad de cambiar el género sin dificultades administrativas. Y es que, la ley actual, tal y como recuerda Moreno, “exige que las personas tuvieran una hormonación de al menos dos años para cambiar su sexo registral y su nombre”. “Con la nueva ley no haría falta ningún informe médico o psicológico para cambiar tu sexo registral”.
Según el colectivo toledano, “el sexo no se puede cambiar, se puede amoldar a unos estereotipos sexistas”, de ahí que consideren la Ley Trans machista, ya que reforzaría esas diferencias de género en contra de las cuales viene luchando el movimiento feminista. “Los fármacos, la hormonación y la medicina estética, adaptan el cuerpo a lo que se define como lo que es de hombre y mujer… pero con todo y con esto, no se va a cambiar tu biología”.
Desde ciertas agrupaciones, mantienen que hay una estrecha relación entre la redacción de la nueva normativa y “los lobbies farmacéuticos y económicos de las grandes corporaciones internacionales que estarían financiando la agenda queer” y trans.
“Las mujeres merecemos un respeto y que todos sean conscientes de lo que sufrimos por ser mujeres. Hay una opresión que se llama patriarcado y necesitamos luchar contra ella”, añade la activista.
Las leyes sobre violencia de género
Según repasa Moreno, la “autodeterminación del sexo registral, al permitir sin ningún requerimiento solicitar un cambio en el sexo, vulneraría los derechos de las mujeres ya que estaría poniendo en juego leyes que diferencian por género como puede ser la propia Ley de Violencia de Género”. Y es que, esta normativa reconoce que las mujeres sufren ciertos tipos de violencia, “las violencias machistas”, por el mero hecho de ser mujeres, y contemplan protección y condenas específicas contra los agresores.
Sin embargo, “si no hay género, desaparecería este tipo de violencia y no se condenaría a los agresores”.
El texto, tal y como está redactado, no contempla ninguna situación de abuso de la ley”
A pesar de estas críticas, el artículo 14 del borrador de la nueva normativa indica: “La rectificación de la mención registral relativa al sexo y, en su caso, el cambio de nombre, no alterarán la titularidad de los derechos y obligaciones jurídicas que pudieran corresponder a la persona con anterioridad a la inscripción del cambio registral, en particular a efectos de lo establecido en la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género”.
Es decir, el cambio de sexo no eliminaría ni el delito de violencia de género previo a este ni la condena oportuna, prevaleciendo así el sexo legal que se tuviera cuando se cometiera el delito. Por su parte, la mujer víctima seguiría siéndolo aunque cambiara su sexo registral, no perdiendo sus derechos reconocidos como tal.
Sin embargo, desde el Movimiento Feminista mantienen que “el texto, tal y como está redactado, no contempla ninguna situación de abuso de la ley”, es decir, supuestos como el de hombres que aboguen por el cambio de sexo para evitar las penas de violencia machista o, por ejemplo, ir a cárceles de mujeres. “Se ha comprobado que suelen ser hombres los que se autoidentifican como mujer para vulnerar leyes”.
Sobre este último supuesto cabe destacar que en 2006 el Ministerio del Interior reguló esta cuestión ofreciendo a las personas trans la posibilidad de elegir donde cumplir condena, independientemente de si habían cambiado su sexo registral o genital. Sin embargo, actualmente la dirección del centro penitenciario decide si aceptar o desestimar esta solicitud.
¿La Ley Trans refuerza los derechos de los hombres trans, anteriormente mujeres?
Desde esta confluencia de colectivos feministas lo tienen claro y la respuesta es “no”. “En el caso de mujeres que se autoidentifican como hombre encontramos disforia de género, es decir, un trastorno en el que la niña quiere huir de todos las desigualdades y el machismo de su género”.
Según explica Moreno, “desde pequeñas las mujeres están bombardeadas con estereotipos y se dan cuenta del machismo que sufren por ser mujeres… identificarse como hombre trans es su forma de huir de esta realidad”.
La activista asegura que los hombres trans suelen ser “niñas que han sufrido abusos en la infancia o que son lesbianas que no se aceptan como lesbianas y huyen de esa forma”.
Definir agenda y objetivos, claves del Movimiento Feminista
“Lo ideal sería que todas las feministas fuéramos a una pero el problema es que no se tienen claras las bases del movimiento”, asegura Moreno cuyo colectivo aboga por un feminismo que luche por “la liberación de la mujer del sistema patriarcal”.
“Hay que tener clara la agenda y los objetivos para luchar juntas y no entrar en debates sobre lo que es ser mujer porque entramos en un supuesto que parece muy obvio: si estamos siendo oprimidas porque nos apetece podríamos decir que no somos mujeres, cambiar nuestro sexo registral y ya está”, explica.
Tal y como recogen en el manifiesto preparado para este sábado, la hoja de ruta del feminismo español, tanto institucional como teórico y activista, debería girar en torno a la abolición de la prostitución, de la pornografía y de la gestación subrogada.
Según el texto de la confluencia, el trabajo legislativo tendría que perseguir la “aprobación de una ley abolicionista de la prostitución que prohíba todo acceso sexual a las mujeres por precio. Una ley digna de una sociedad democrática y no un simulacro de persecución de la explotación sexual como la Ley de Trata”.
Además, las movilizaciones exigen “la derogación de la Instrucción del Ministerio de Justicia que permite el registro en España de bebés nacidas/os de la explotación reproductiva de mujeres empobrecidas de otros países”.