La Plataforma en Defensa del Tajo de Toledo ha reprochado el acuerdo alcanzado en la Mesa Regional del Agua ya que considera que este "consagra trasvases y mercadeo" del agua dentro de Castilla-La Mancha porque "son motores de riqueza económica". Asimismo, el colectivo se siente "señalado como enemiga de los intereses de la región por significar los valores de la nueva cultura del agua".
"Después de tres reuniones de dos horas con más de 60 participantes e intervenciones de dos minutos en cada una de ellas para enmendar un documento inicial incongruente y mal redactado, y prácticamente casi sin cambios entre sus dos últimas versiones, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, da por cerrado casi unánimemente un acuerdo en el que no ha tenido cabida ni la discusión, ni el debate, ni la réplica, ni el análisis de los problemas y soluciones que se ciernen en torno al agua", ha criticado la plataforma.
En este sentido, el colectivo en defensa del río Tajo dice que desde el primer momento de la concepción de la Mesa del Agua, "los mensajes del consejero -y de su inmensa corte de intereses económicos y depredadores de agua- han escenificado con victimismo no exento de parte de razón lo que entienden como agravios producidos por el desigual uso del agua que se hace en España así como por las peculiares condiciones de cada territorio, cuya diversidad y variedad se empeñan en concebirlo como daños propinados por la naturaleza, el clima, el paisaje o la cultura".
Y todo ello, agrega, "sin reparar en que estos y otros elementos están afectados por la actividad antrópica que antes de nada deberíamos revisar y poner en orden, como la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo ha intentado poner de relieve sin éxito alguno".
Ante este panorama, "nada exento de presión por el clima dominante, las pocas voces más críticas han terminado por no aparecer para no quemar energías inútilmente, no entorpecer ni afear una escena teatral que seguramente no tenga recorrido legal más allá de la declaración que se suscriba, o no faltar a la cortesía institucional", sostiene la plataforma.
"No se trata de renegar de la agricultura, la ganadería ni de la industria"
La Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo defiende haber aportado "una crítica reflexiva y constructiva" sobre "una gran cantidad de los problemas y retos" para los que apuestan por un cambio de modelo que," por dominante y desbocado, con su inercia nos somete social, económica, cultural y ambientalmente". "De hecho, la COVID-19 debería habernos forzado a una reflexión para afrontar un cambio de actitudes y, sin embargo, negar sus evidencias nos está haciendo repetir escenarios de hace unos meses y otros que estarán por llegar", añade.
"No se trata de renegar de la agricultura, de la ganadería ni de la industria, pero tampoco se trata de reutilizar y reciclar tanta agua como sea posible para crear más riqueza y aparecer destacados en los ranking nacionales e internacionales, porque no es más rico quien más tiene sino quien menos necesita", destaca la plataforma, que destaca la "enorme variedad de productos y biodiversidad autóctonas y aclimatadas a unas condiciones climáticas exigentes que cada vez están siendo más agudas".
Sin embargo, considera que no se les da "el valor que tienen por su supuesta menor productividad agraria" y se sustituyen por cultivos que, "para producir más y en menos tiempo, necesitan más agua, más energía y generan más contaminación, más empobrecimiento de suelos, más desperdicio y más estrés ambiental que acabamos pagando todos con creces, salud, botica y servicios públicos universales y de calidad".
"La Mesa del Agua de Castilla-La Mancha era desde el principio una conferencia desde, con, por y para la agroindustria, no para salvaguardar, proteger y promover el derecho al agua ni a los recursos acuáticos a los que debemos todo lo que existe y nuestra existencia misma. El agua es un patrimonio que tiene muchos más valores que los agrarios, por mucho que la inmensa mayor parte del agua que se usa se dedique a la agricultura; quizás por eso mismo, debe ser gestionada con mucho más rigor y restricción", lamenta la plataforma, que a su juicio cree que esta iniciativa ha sido "una mesa de sordos cuyo cacareo ha impedido oír, ver y sentir el agua en toda su dimensión y en todas sus formas y bondades".