Vaya por delante mi convicción sobre la inocencia de Tita García Elez ante bulos, mentiras y acusaciones. No creo que la Consejera de Fomento de la JCCM y secretaria general del PSOE talaverano, fuera capaz intencionadamente de espantar de Talavera a una empresa y aconsejarla irse a otro lugar, menos aún que lo hiciera con el afán de hacer daño. Otra cosa es que en nuestra ciudad, en estos momentos, sea imposible que una gran empresa con importante actividad industrial y un buen número de trabajadores pueda instalarse. Y eso sí se lo debemos al PSOE y al PP que han gobernado la ciudad, Castilla-La Mancha y España y no han dotado de suelo industrial a nuestra ciudad. Pero ese es otro debate.
Hablar del proyecto de urbanización de la segunda fase de Torrehierro que nunca llegó, de cómo nuestra ciudad claudicó con migajas para urbanizar un mísero diez por ciento que tampoco llega, y de lo que cada partido ha dicho y ha votado en los sucesivos plenos municipales donde se han dado por buenas estas miserias para Talavera. Eso es otro debate. Eso no interesa. No consigue 'likes', no interesa ni en los grupos de Facebook, ni a los troles del Facebook de ningún bando.
La mentira y el bulo en el que han enredado a la posible futura candidata del PSOE a la Alcaldía de Talavera ha destapado esa olla en la que están cociendo a Talavera. Lo que se lleva en la política talaverana de la sempiterna campaña electoral es el fango.
Algunos engañifas han pensado que la mejor estrategia para ganar elecciones es convertir la política en un ring virtual donde todo vale. Deberían dejar esta guerra de troles cuyo único objetivo es su guerra de tronos. Todo es posible sin escrúpulos, grandes dosis de mediocridad, un poquito de maldad, algún mercenario dispuesto y dinero.
Las redes sociales, su anonimato e inmediatez, han creado monstruos que se les han vuelto en contra. Se sustituye información por propaganda, seguimiento, respeto y admiración por clubs de fans, datos por ocurrencias, participación por hooliganismo. Y así nos va. Llevamos meses contemplando como grupos de Facebook, perfiles falsos, más falsos que la lluvia de millones, el AVE en 2015 y los empleos del PP, pueblan nuestras redes.
Hay gentes que han sido o son cargos públicos, que reciben directa o indirectamente, o esperan recibir dinero público, utilizando toda artimaña y estratagema para derribar al contrario. O simplemente para desprestigiar a quien tiene prestigio, porque políticamente son incapaces de hacerlo. Y parece que cuando se nos va de las manos nos echamos éstas a la cabeza y ponemos el grito en el cielo porque claro, todo tiene un límite. Pero, ¿cuál es el límite? Cuando uno empieza y aprieta el botón de la máquina del fango ésta no para. Incluso este artículo pudiera regalarme alguna fotonoticia, columna de opinión o insultos varios por pseudoperiodistas que llevan sus afrentas personales a sus espacios o programas para vomitar el odio y el resentimiento. Ya lo dijo Ortega y Gasset, “el malvado descansa algunas veces; el necio jamás”.
Y entretanto, ahí andan las empresas sin necesitar que nadie las espante, ni de verdad ni de mentira, sencillamente, porque no tienen donde instalarse en Talavera. Y mientras, Talavera, cociéndose en esa olla donde unos y otros, y los de más allá, la han metido. Intentando sacar la cabeza para no terminar de ahogarse en el fango. Quizá sería mejor que estallase la olla y reventara este guiso que ya huele.
Sonsoles Arnao Carrera. Portavoz de Ganemos Talavera y Coordinadora Local de Izquierda Unida