Demoledor informe del Defensor del Paciente sobre los servicios sanitarios autonómicos en España durante el año 2019. El nuevo análisis de esta asociación apunta a multitud de indicadores que han hecho que la sanidad pública empeore considerablemente, según su valoración, en los últimos años. Castilla-La Mancha no se libra. Está situada, junto con Andalucía, Catalunya y Canarias, entre las cuatro regiones con "peores servicios sanitarios" en España. Y en materia de negligencias médicas -la especialización de la asociación- es la séptima comunidad autónoma más denunciada.
Son muchos los indicadores que El Defensor del Paciente maneja a la hora de elaborar su estudio, pero destaca en primer lugar el hecho de que "no hay alivio" para las listas de espera quirúrgicas, es decir, para todas aquellas personas esperando para operarse. En este sentido, considera que el principal motivo que "asedia" al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) es la falta de especialistas sanitarios. De ahí "el considerable aumento de los dígitos, con cerca de 36.800 castellanomanchegos aguardando algún tipo de cirugía y una tardanza que ronda los 150 días".
También entra a criticar los "bailes de cifras" que manejan desde el Gobierno regional o desde la oposición, lo que tiene "desorientada a la ciudadanía". Explica que según el Gobierno regional nos encontramos "ante los mejores cálculos de los últimos doce años", pero que al hacer balance, el panorama es distinto: "No se ha recuperado la carrera profesional sanitaria, los profesionales de Atención Primaria andan en pie de guerra para que escuchen sus reivindicaciones, los contratos de transporte sanitario no cumplen las condiciones oportunas, se da un alto porcentaje de derivaciones de intervenciones a la privada y cancelaciones de citas por el déficit de facultativos, existen consultorios obsoletos a la espera de innovaciones y la sanidad rural se encuentra desatendida".
Además, en su análisis, la asociación hace hincapié en la "nula inversión" en los hospitales públicos de la región. Pone como ejemplo el Hospital de Almansa, con "deficiencias" en el servicio de urgencias pediátricas; o el centro hospitalario de Albacete por la "precariedad del estado de sus instalaciones producto de la falta de espacio y tecnología".
La Asociación El Defensor del Paciente también desglosa en su informe los casos que han sido denunciados en la región: en total son 630, la mayoría de ellos en la provincia de Toledo (238). Del resto, 149 denuncias fueron en Ciudad Real, 107 en Albacete, 103 en Guadalajara y 33 en Cuenca. De igual modo, elabora un ranking con los hospitales más denunciados. Ocupa el primer puesto el Complejo Hospitalario de Toledo, seguido del Hospital Universitario de Albacete, el Hospital General de Ciudad Real, el Hospital Universitario de Guadalajara y el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina.
En cuanto a las reclamaciones, especialidades y servicios más denunciados, el informe apunta que se centran en la cirugía general, en listas de espera, en los servicios de urgencias, en traumatología y ginecología y obstetricia.
Una sanidad sin "salud"
En toda España, este colectivo indica que aunque el número de negligencias médicas haya descendido, la sanidad "no goza de buena salud" por lo que critican que algunos gobiernos resten importancia a estas cifras y "se escuden en los miles, o millones, de actos médicos que se efectúan al año".
"La profesionalidad no se mide solo por la técnica o la pericia, sino por ser una buena persona. Hay que escuchar a los pacientes y tratarles con empatía y humanidad. A veces los profesionales, por estrés o por rutina, cometen errores, pero hay que hacer lo posible por que esto no ocurra ya que está en juego la salud y la vida de las personas. En la profesión médica primero hay que formar a los facultativos como personas y después como profesionales. Se necesitan doctores con vocación", añade.
En el caso de Castilla-La Mancha, el Gobierno regional ultima un decreto de ordenación actuaciones de humanización de la asistencia sanitaria. Los objetivos específicos crear herramientas organizativas y de gestión integrada que permitan impulsar las políticas de humanización; desarrollar y cumplir los derechos y deberes de pacientes y profesionales del ámbito sanitario; mejorar las relaciones clínico-asistenciales mediante una atención individualizada, "empática y amable que minimice los efectos negativos que conlleva la necesaria protocolización y tecnificación de la asistencia sanitaria".
Pero la memoria también señala ampliamente las necesidades de los médicos de urgencias. "Ninguna especialidad hospitalaria es tan claramente necesaria como la medicina de urgencias para el buen funcionamiento de la sanidad española". La conclusión es rotunda: la falta de especialidad "atenta contra la seguridad del paciente, es la urgencia de las Urgencias".
Por último, en cuanto a las listas de espera, las críticas del informe también están dirigidas al Gobierno central. Según recuerda, en el año 2004, el Ministerio de Sanidad se comprometió a elaborar un protocolo común con las comunidades autónomas para mejorar el acceso de los ciudadanos a los servicios sanitarios. En aquel año se anunció que una persona no debería esperar más de siete días para una prueba diagnóstica, diez días para la primera consulta con el especialista y 45 días para una intervención quirúrgica programada.
"Quince años después observamos que nuestros gobernantes siguen propugnando una utopía. La desigualdad entre distintas zonas de España es tremenda, algunas comunidades cuentan con más de cinco meses de lista de espera quirúrgica. Por lo tanto, es hora de que el Ministerio de Sanidad replantee los criterios para establecer las listas de espera (…) Por lo general, las listas de espera son un engaño político y una tomadura de pelo hacia todos los ciudadanos. Sse han convertido en un instrumento de propaganda electoral. Pero, cómo se puede entender que año tras año continúen in crescendo y quienes nos gobiernan no aporten soluciones”.
En el Gobierno de Castilla-La Mancha destacan las dos últimas medidas adoptadas relacionadas con las esperas sanitarias. En primer lugar, la Ley de garantías de tiempos máximos de respuesta en atención especializada en el ámbito del SESCAM, y en segundo lugar, el decreto por el que se garantizan el derecho al acompañamiento y los tiempos máximos de atención en los Servicios de Urgencias Hospitalarias en el servicio sanitario castellano-manchego.