Castilla-La Mancha ocupa el puesto número 13 de las 19 Comunidades Autónomas como el destino gastronómico favorito de los turistas. Por detrás de ella están las dos autonomías insulares, Murcia, Navarra, Ceuta y Melilla, lo que pone de manifiesto que muchos viajeros todavía no conocen su oferta o no lo identifican como un destino para disfrutar de la gastronomía. Los primeros puestos los ocupan País Vasco, Galicia y La Rioja.
Así lo revela la tercera edición del estudio de la demanda de turismo gastronómico que elabora la consultora especializada Dinamiza, con el objetivo de conocer el perfil del turista que realiza viajes y escapadas gastronómicas en España.
Atendiendo a los datos regionales, Castilla-La Mancha mejora su posición en el ranking si tenemos en cuenta la valoración de los destinos elegidos. Así, los más valorados por los turistas son Galicia, País Vasco y La Rioja, mientras que Castilla-La Mancha ocupa la décima posición con una calificación de 3,92 sobre 5.
En cuanto a las provincias mejor posicionadas, es cierto que tampoco las castellano-manchegas ocupan puestos destacados. La mejor clasificada en Toledo, en el puesto 38, seguida de Ciudad Real en el 42, Albacete en el 44, Cuenca en el 45 y Guadalajara ocupa la última posición, en el número 50 del ranking.
El estudio de Dinamiza también establece los destinos favoritos de los turistas gastronómicos según el tipo de actividad. Castilla-La Mancha mejora sus posiciones ya que destaca más como destino enoturístico, situándose en octava posición en el ranking de destinos preferidos para visitar bodegas, aunque el porcentaje de menciones a la región es muy reducido ya que sólo 1,3% de los encuestados.
Si tomamos los destinos favoritos para comprar productos locales, Castilla-La Mancha se situaría en novena posición, esta vez con un porcentaje de menciones más elevado, un 4,1% de los encuestados. Y, como destino para visitar mercados se posiciona en décimo tercera posición, con el 1% de menciones entre los encuestados.
Sin embargo, no alcanza posiciones ni como destino para ir de tapas, ni para visitar buenos restaurantes, ni para asistir a eventos o fiestas gastronómicas.
Un 82% de turistas
Sin embargo, el turismo gastronómico es cada vez más atractivo y continúa ganando seguidores ya que, tal y como revelan los resultados del estudio, un 82% los españoles afirman haber realizado un viaje o escapada en los dos últimos años con la intención de disfrutar de la gastronomía, lo que supone un aumento del 6% respecto al estudio realizado en 2017.
La investigación, basada en la realización de cerca de 1000 encuestas durante los meses de mayo y junio de 2019, desmiente el hecho de que el turismo gastronómico sea practicado únicamente por un perfil de viajero con un alto poder adquisitivo y estilo de vida exclusivo, abriendo el alcance de la demanda a un abanico más amplio de perfiles con poder adquisitivo medio y medio-alto.
El perfil del turista gastronómico en España corresponde mayoritariamente con una persona de entre 46 y 55 años con estudios superiores y laboralmente en activo (en su mayoría empleados por cuenta ajena u operarios, mandos intermedios y funcionarios). Suele viajar en pareja o en familia realizando escapadas de fin de semana y puentes a destinos cercanos o de media distancia, aunque también es importante el porcentaje de personas que realizan excursiones en el día, un 19%, para comer en un restaurante concreto, comprar vino y otros productos locales, ir de tapas, visitar bodegas...
Hay un dato también importante para la región ya que el estudio señala que el 27,8% de los turistas gastronómicos visitan también productores e industrias agroalimentarias durante sus viajes lo que refleja el interés de los visitantes por conocer el origen y la forma de elaboración de los productos.