La provincia de Toledo estará, desde el próximo lunes 18 de mayo, en la fase 1 de desescalada de la COVID-19. Así lo ha dado a conocer este viernes Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, tras la nueva petición del Gobierno regional para que tanto esta provincia como la de Ciudad Real y Albacete pudieran avanzar en el plan establecido.
De esta manera, toda la Comunidad Autónoma se acompasa en las medidas establecidas para esta fase en la que Cuenca y Guadalajara ya entraron este pasado lunes. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández, ofrecerá una rueda de prensa esta tarde donde dará más detalles de la decisión ministerial.
La posibilidad de que Toledo, junto a Ciudad Real y Albacete, avanzaran de fase ya se había dado por hecha hace siete días. Tanto el Gobierno de Castilla-La Mancha como el propio Fernando Simón, afirmaron que lo más probable era que estas provincias necesitaran una semana más de adaptación, como finalmente ha ocurrido.
Durante estos días, el Ejecutivo regional ha iniciado su sistema de 'rastreo' de vigilancia epidemiológica mediante el cual se intentará mejorar la detección precoz de la COVID-19 en pacientes con síntomas y hacer un seguimiento de sus contactos.
Castilla-La Mancha entregó al Ministerio de Sanidad el pasado miércoles la documentación para que las tres provincias en fase 0 avanzaran en el proceso. En concreto, la Consejería de Sanidad remitió las estrategias específicas de la mencionada Vigilancia de Casos y Contactos de la región, el plan formativo de las Enfermeras Investigadoras de Casos en los recursos de Atención Primaria y un pequeño resumen del proyecto de notificación de casos a través de plataforma web.
Tras esta decisión del Ministerio de Sanidad, a partir del próximo lunes, en toda Castilla-La Mancha se abrirán nuevos resquicios a la actividad económica y social, que ya se han dejado ver durante esta semana en las provincias de Cuenca y Guadalajara: vuelven con restricciones los comercios pequeños, los hoteles, las terrazas, las bibliotecas o los museos y se permiten las reuniones de hasta 10 personas.
Castilla-La Mancha ha sido una de las regiones más castigadas por la pandemia de COVID-19 desde el inicio del estado de alarma. El propio Gobierno regional ha apuntado en varias ocasiones a que la cercanía con la Comunidad de Madrid, en el caso de la provincia de Toledo, fue una de las causas del incremento de los contagios y, de la misma manera, de que no pasara a la fase 0 desde el pasado lunes.
Las medidas que contempla la fase 1 de la desescalada están determinadas en una orden gubernamental publicada el pasado 9 de mayo en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Se trata de 47 artículos que dibujan cómo será la vida en las próximas dos semanas para la provincia de Toledo.