En el pasado mes de marzo, el número total de pensiones contributivas en Castilla-La Mancha llegaba a las 376.516. Solo un mes después y tras la pandemia de coronavirus y la declaración del estado de alarma, se registraron 372.098, es decir, un total de 4.418 se quedaron por el camino.
Hasta ese momento, el crecimiento de estos datos había sido exponencial pero, entre otras causas, el hecho de que en esta comunidad autónoma haya una población más extendida de personas mayores, principales víctimas mortales de la pandemia, ha hecho que este número caiga hasta un 1,17%, el porcentaje de descenso más acusado de todas las comunidades autónomas.
Según los datos hechos públicos por la Seguridad Social sobre las pensiones en el mes de abril, en Castilla-La Mancha, el descenso se ha dado en las cinco provincias de la comunidad autónoma, pero principalmente en la de Toledo (de 117.002 pensiones ha bajado a 115.902), seguida de Ciudad Real (de 99.937 a 98.608), Albacete (de 72.998 a 72.046), Guadalajara (de 41.897 a 41.492) y Cuenca (de 44.682 a 44.050).
Con estas cifras, Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma que más porcentaje del número de pensiones perdió en todo el país el pasado mes de abril. A la caída del 1,17% solo se acerca la Comunidad de Madrid (con un descenso del 0,94%), Castilla y León (0,84%) y Catalunya (con un 0,66%).
La estadística ofrece también una comparativa del número de pensiones respecto al mes de abril de 2019 y que resulta igualmente muy significativa. En este caso, Castilla-La Mancha es la tercera comunidad autónoma donde más cae esta cifra: un descenso del 0,22% que solamente superan Castilla y León (donde la cifra interanual desciende un 0,36%) y Asturias (donde ese descenso es del 0,32%).
La caída histórica estatal y las causas
Esto significa que el caso castellanomanchego no es único. De hecho, a nivel estatal es la primera vez de la serie histórica que desciende la nómina para pagar las pensiones contributivas y también se ha producido una bajada en el número de altas de pensión registradas en el mes de abril en comparación con el mes de marzo.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones explica que parte de estos datos se debe al menor número de altas en el Sistema debido al cierre de oficinas y a la situación de confinamiento. Pero también destaca cómo ha influido la pandemia de COVID-19 en términos de mortandad sobre el conjunto de la población, y en mayor medida, sobre el colectivo de las personas de mayor edad.
Otro factor es que a raíz del decreto del estado de alerta, las oficinas de la Seguridad Social dejaron de prestar atención presencial. Los ciudadanos deben presentar las solicitudes de prestaciones y realizar el resto de trámites con el organismo exclusivamente por vía telemática o telefónica. Esto ha motivado que una parte de los ciudadanos opten por retrasar las gestiones con el organismo.