Castilla-La Mancha contará con un banco de tierras publico destinado a facilitar la incorporación de agricultores jóvenes a la actividad agraria y cuyo germen serán los bienes rurales que pertenecían a las antiguas Cámaras Agrarias, entidades que hoy están en desuso.
Así lo ha anunciado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, tras reunirse en Consejo Asesor Agrario, que está integrado por la organizaciones agrarias, las Cooperativas Agroalimentarias y los sindicatos, y en el que se ha aprobado el Anteproyecto de Ley de Extinción de estas Cámaras Agrarias. Estos organismos tenían la representación de los agricultores y ganaderos, pero hoy está representación la tienen las organizaciones agrarias.
Este proyecto, que el consejero espera esté aprobado antes del verano ya que hay unanimidad entre las organizaciones, ofrece una solución sobre qué se hace con el patrimonio que pertenecían a estas cámaras agrarias y que está integrado tanto por bienes inmobiliarios, dinerarios y rústicos. Estos últimos son los que pasarán a integran el banco de tierras público de la región. “El objetivo es que personas que no tienen acceso a la tierra puedan incorporarse en mejores condiciones a la actividad agraria, una demanda histórica del sector en Castilla-La Mancha”, ha señalado Martínez Arroyo.
El patrimonio inmobiliario se cederá su uso o propiedad a las organizaciones agrarias y el dinerario irá destinado a inversiones en infraestructuras rurales en las provincias en que se han generado, en concreto, caminos rurales. Para ello se crearán unas comisiones liquidadoras en cada provincia para revisar el patrimonio de cada Cámara.