Hace unas semanas tuvimos que tomar una dura y difícil decisión: la cancelación del programa de Fiestas de Agosto que tendrían hoy, Día de la Virgen del Sagrario, su jornada principal. Aquella medida es consecuencia de la enorme responsabilidad que como sociedad hemos asumido para hacer frente a la mayor pandemia que ha conocido nuestro mundo en el último siglo.
Este 2020 es un año de ausencias. Amigos, familiares, compañeros, vecinos y vecinas ya no están entre nosotros por el maldito coronavirus. Debemos seguir honrando su memoria, manteniendo siempre su recuerdo y aplicando con pulcritud las medidas de seguridad que nos indican las autoridades sanitarias para frenar la propagación del virus. Este es el mejor homenaje que podemos hacerles a ellos y a quienes siguen combatiendo la enfermedad desde los hospitales y centros médicos.
También ausentes de actividades se han quedado las principales fiestas de nuestra ciudad desde que se decretase el estado de alarma y nos viésemos abocados al confinamiento y a un proceso de desescalada en el que todavía debemos seguir bajando peldaños con mucha precaución.
Primero fue la Semana Santa, luego el Corpus y, posteriormente, la Feria de Agosto. Fiestas muy nuestras cuyos programas de actividades tuvimos que suprimir ante la amenaza de rebrotes. Junto a ello, desde el Ayuntamiento hemos adoptado medidas de prevención adaptadas a cada momento de la pandemia. También hemos puesto en marcha un ambicioso Plan de Reactivación Económica y Social para recuperar el músculo perdido tras meses de inactividad en el que trabajamos sin descanso para no dejar a nadie atrás. La recuperación será de todos y de todas, con todos y con todas.
Las informaciones que hoy conocemos confirman que las dolorosas decisiones que tuvimos que adoptar hace semanas fueron las correctas, a pesar de la incertidumbre de aquel entonces y el desconocimiento de cómo iban a evolucionar los acontecimientos. Actuamos todos y todas con prudencia y responsabilidad y con ello estamos evitando la propagación del coronavirus. Debemos sentirnos satisfechos por ello y seguir la misma senda. La ciudad de Toledo está dando un gran ejemplo.
Pero hoy es el Día de la Virgen del Sagrario, patrona de Toledo. Eso no lo va cambiar nada ni nadie, nunca. Hoy es un día para sentirnos orgullosos como toledanos y toledanas. Hoy más que nunca nos demostramos a nosotros mismos que la tradición está en nuestro interior, que este sentimiento que hoy nos invade es una fuerza y una energía que nada, ni siquiera la mayor crisis sanitaria que ha conocido nuestra generación, puede destruir.
Ahora más que nunca tenemos la obligación de conservar nuestro acervo y dar testimonio de ello. Esta será la manera de garantizar la pervivencia de nuestras tradiciones y trasladárselas intactas a nuestros hijos y nietos. Sin duda volverán con más fuerza y un renovado espíritu pues, si algo ha demostrado esta pandemia, es que los toledanos y las toledanas somos gente solidaria, valiente, dispuesta, comprometida y que en los momentos difíciles mostramos lo mejor de nosotros mismos.
Ayer no hubo gigantones ni cabezudos ni charanga ni algarabía ni limonada en Bisagra. Hoy no habrá feria, ni beberemos el agua de los botijos de la Catedral; no habrá atracciones en La Peraleda, ni grandes conciertos. Y tampoco habrá fuegos artificiales. Pero los toledanos tenemos muy presente nuestra historia. Eso ha conformado nuestra forma de ser y nos ha inculcado nuestro espíritu de superación. Hemos sorteado con éxito pruebas titánicas apoyados sobre los hombros de gigantes que nos precedieron.
Con este sentimiento, conscientes de que la superación de las dificultades, el recuerdo a nuestros seres queridos y la renovación de las tradiciones nos hará mejores y más fuertes, afrontamos con confianza el futuro y celebramos hoy el día de nuestra Patrona. Os deseo a todos y a todas lo mejor y un feliz verano.
Artículo de opinión de Milagros Tolón Jaime, alcaldesa de Toledo