Este domingo, 23 de septiembre, se celebra el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños. Por este motivo desde Médicos del Mundo han llevado a cabo, a lo largo de esta semana, diferentes actividades para sensibilizar a la población sobre esta lacra. “Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hay cuatro millones y medio de personas en situación de trata con fines de explotación sexual, y es el segundo negocio a nivel mundial que mas dinero da y eso es evidentemente porque se compra y quienes compran son hombres”, asegura Idoia Ugarte, vicepresidenta de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha y profesora de la Universidad regional.
Sin embargo, la organización también quiere poner en valor y visibilizar el compromiso de los hombres para erradicar la prostitución. “Si la prostitución existe es porque hay demanda de comprar los cuerpos de las mujeres y esa demanda es de hombres y las cifras son escandalosas, pero es cierto que hay hombres que se posicionan en contra y es bueno visibilizar a esos hombres ante la sociedad”, explica Ugarte. De ahí la labor de Médicos del Mundo en el ámbito universitario, especialmente para desmontar estereotipos y prejuicios “falsos” sobre la prostitución. “A la hora de desmontarlos nos parece fundamental que sean hombres quienes alcen la voz”.
“Primero hay que diferenciar voluntad de libertad porque ninguna de las mujeres con las que tenemos contacto están de manera libre, puede que sean voluntarias pero no con libertad, pero todas dicen que están ahí porque no tienen otro remedio y que les gustaría trabajar en otra cosa”, señala la vicepresidenta de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha. “No es tal fácil como la gente piensa, porque no depende de la persona en sí sino de sus circunstancias sociales, el contexto migratorio, el ámbito familiar, de la carencia de formación, de una irregularidad administrativa y sobretodo de que son mujeres”.
La situación de Castilla-La Mancha no es diferente a la de otras comunidades autónomas ni a la de España, ya que según la vicepresidenta de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha, nuestro país es el segundo en el que hay mas mujeres en situación de prostitución. “Disminuir no ha disminuido, y nuestro alcance es bastante limitado porque es un tema alegal y por la clandestinidad que le rodea. Además no se mira de frente tal y como se debería hacer desde el ámbito político aunque es verdad que la Junta y los órganos con los que tenemos una colaboración estrecha están trabajando en la misma línea que Médicos del Mundo, en la abolición de la prostitución”.
“Si antes la trata de personas con fines de explotación sexual y la prostitución eran el tercer negocio más rentable a nivel mundial ahora es el segundo”. Según Ugarte, la mujer que está en un prostíbulo no es porque quiere y el dinero que el hombre paga no va a la mujer. “Hay una maquinaria perfecta en la que la materia prima son las mujeres por ser mujeres y cuando no sirven se las desecha”.
Varias actividades en Castilla-La Mancha
El jueves se celebraron en Toledo las V Jornadas de Prostitución y Trata con fines de explotación sexual con diferentes ponencias de personas vinculadas a esta lacra y el sábado tuvo lugar también en la capital regional una performance para visibilizar la situación de las mujeres en prostitución o víctimas de trata.
Esta acción fue desarrollada por un grupo de voluntarios de Médicos del Mundo y de jóvenes de Toledo que han participado en el diseño y creación de la misma tras participar en talleres con Médicos del Mundo y Estudio Teatro Ruido, dentro del programa Entrelunas de la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Toledo, y gracias a también al apoyo del Instituto de la Mujer.
De cara al futuro, Médicos del Mundo esta preparando una exposición fotográfica con narrativas de mujeres que han querido visibilizar su situación de explotación sexual. Además la organización continuará con las formaciones que llevan a cabo tanto en centros educativos como a profesionales sanitarios y del ámbito social, enmarcando la prostitución y la trata como una forma más de violencia de género.