Un hospital "rescatado tras haber estado amenazado de muerte", concluyó el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, en la presentación del traslado que supondrá la puesta en marcha tras años en vilo del nuevo Hospital Universitario de Toledo. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, explicó que el proceso se dividirá en dos etapas que pretenden culminar en el mes de junio de 2021. "Hoy es un día importante", sentenció el principal responsable sanitario de la región, porque se cumplen "varios hitos" gracias al "trabajo en la sombra" de la "primera línea de batalla" que ha gestionado y planificado el proceso.
Fernández recordó la privatización que esquivó el centro, al llegar el PP al Gobierno regional, así como las "promesas, esfuerzos y el empeño" para sacar adelante un centro que, recalcó, traerá "cientos" de trabajadores y trabajadores a la ciudad. El traslado es la "primera palabra importante" del proceso: "Significa salir de la zona de confort, significa crecer y ganar en prestigio", recalcó. Por ejemplo, destacó que por fin se contará con servicio de Radioterapia en la capital autonómica, que hasta ahora no tenía y era algo "difícil de explicar".
El Hospital, recordó, contará con 23.000 metros cuadrados más que con el planteamiento del Gobierno anterior, una "cantidad tremenda" que hizo cambiar el plan funcional enero, pero que aportará ventajas como un crecimiento del 21% de las camas, con un total de 1.142, así como un aumento en los puntos de ingreso y de consulta de urgencias, salas de TAC, o gammacámaras que, hasta ahora, no había en Toledo. "El traslado de un hospital es posiblemente lo más complejo por su impacto en la organización, los pacientes y en la adecuación de la actividad", recalcó el consejero.
Minimizar el impacto sobre los pacientes
En este sentido, Fernández Sanz aseguró que "lo más importante" es minimizar el impacto que tendrá el traslado sobre los pacientes y los profesionales sanitarios, por lo que se buscará el momento con el menor número de ingresos posibles, para poder "mantener la convivencia" entre ambos centros sanitarios. Para ello, mencionó como factores clave el control de los plazos, la formación, la participación del Hospital Universitario de Toledo, la coordinación con los agentes externos y, finalmente, el liderazgo del equipo directivo, así como el control de las actividades y las decisiones.
Para ello, se ha puesto en marcha la Oficina de Traslado, un órgano que "lo controla todo" y que engloba a más de mil personas en distintos grupos de trabajo que organizarán distintos grupos de circuitos: servicios asistenciales, servicios no asistenciales y la mudanza. Estos circuitos pretenden ofrecer la "mejor situación" posible a los pacientes, así como también que la logística esté "en condiciones perfectas".
Las fases de traslado comenzarán por aquellas especialidades que puedan llevarse "con seguridad", debido a la "irreversibilidad" que supone su traslado, como es el caso de medicina interna. En marzo se hará un "descanso" para hacer control de calidad del proceso, para continuar en la segunda semana de abril, hasta la primera semana de julio, cuando finalizan las "llegadas" de los servicios que no existían hasta ahora, como el de radioterapia, cuyo personal ya está contratado, aseveró el consejero.
Ya en la primera semana de junio se visualiza el llenado de plantas de un centro que cuenta con una tecnología renovada "por un valor de 50 millones de euros". El consejero destacó la existencia de dos quirófanos híbridos, de los que sólo hay uno en Cataluña, en un hospital privado, y que permitirá operar a los pacientes y hacer pruebas radiológicas sin moverlos, "ganando tiempo y seguridad".
Page recuerda el dinero que costó la paralización ilegal
Emiliano García-Page ha recordado que "hemos tenido que gastarnos tanto dinero" tras las indemnizaciones por la paralización ilegal, "más lo que hemos gastado esperando" que la suma serviría para hacer "bastantes centros de salud, como el que queremos inaugurar en Santa Bárbara. Más de 60 especialistas trabajan en la planificación del traslado, explicó, en la operación "más compleja" del sistema sanitario de la Comunidad Autónoma "desde que existe".
"Esto es de todo menos sencillo. Es verdaderamente complejo y delicado". También recordó cómo María Dolores de Cospedal calificó la obra de "faranoica" y que le dijo desde un primer momento que se iba a paralizar. "Pero las pirámides se hacían para enterrar y esto es para todo lo contrario, para curar".
"Es todo lo contrario a IFEMA", aseguró Emiliano García-Page, puesto que se trata de una operación de "altísimo riesgo" que va a llevar más de seis meses. Es el momento tras diez años, porque ahora mismo está la situación "bajo control", pero volvió a advertir de que si la situación se complica con la COVID-19, se paralizaría.
El Centro de Especialidades continuará en Palomarejos
También aseguró que la decisión de mantener el Centro de Especialidades en el barrio de Palomarejos es "política" para que el barrio toledano siga siendo centro de referencia y que supondrá un "gran plan de renovación urbana".
"Sin riesgo para pacientes, sin riesgo por la emergencia sanitaria y al mismo tiempo preparándonos para el revulsivo que será para el barrio del Polígono y terminar de resolver los problemas de concepción urbanística de la ciudad", concluyó.