En 2018, el concejal de IU-Ganemos en Argés presentó una moción para apoyar la huelga feminista del 8 de marzo de ese año. Fue barrida por la mayoría del Partido Popular y su visión obtusa de los temas sociales.
En 2022, ni el alcalde ni sus concejales han optado por leer algún libro de la Estantería Violeta de la biblioteca municipal. Este año han conseguido vaciar de contenido el 8 de marzo.
A la falta de transparencia, la opacidad gubernativa, el gobierno personalista (lo de que se vota a la persona y no al partido, vaya), el control de las infraestructuras públicas y la poca publicidad de proyectos públicos se suma la organización de una agenda despersonalizada y con el objetivo de fingir que se hace algo.
Ese «algo» son tres actos. Una charla sobre nuevas tecnologías, una marcha solidaria contra el cáncer de mama y un concierto de la asociación musical. Cualquier relación con el 8 de marzo es pura coincidencia, pues ni en el día coinciden. Sin embargo, el Ayuntamiento ya se puede dar golpes en el pecho con sus "actividades programadas en el municipio para celebrar [¿celebrar el qué?] el 8 de marzo, Día de la Mujer [Trabajadora, añadiría]".
De la charla de nuevas tecnologías solamente puedo recoger las acertadas palabras de una compañera de la asamblea municipal: «se pensarán que a las mujeres hay que enseñarnos cosas. Nosotras no sabemos hacerlo solas». No haré comentarios sobre el desafortunado lema de '¡Aprende a relacionarte con ellas!' que plasma el cartel.
Del concierto poco puedo decir. El Ayuntamiento de Jesús Guerrero destila la información justa para dejar volar la imaginación de los argeseños. He de decir que 'Un concierto de película con carácter de mujer' es un lema que me da pánico.
Sobre la marcha solidaria que empieza, paradójicamente, en la plaza de la Constitución (Argés) y acaba en la plaza del Generalísimo (Layos), he de decir que espero que se siga repitiendo como hasta hoy. O, mejor aún, que cada 19 de octubre, Día Internacional contra el Cáncer de Mama, se realice. Pero, desde luego, poco o nada tiene que ver con el 8 de marzo.
Las mujeres que iniciaron el Día de la Mujer Trabajadora en Estados Unidos reivindicaban derechos políticos. La organización de mujeres de la Segunda Internacional, encabezada por Clara Zetkin, reclamaban derechos políticos y lo manifestó de esta forma en Copenhague: "De acuerdo con las organizaciones políticas y sindicales con conciencia de clase del proletariado de su país, las mujeres socialistas de todas las nacionalidades deben organizar cada año un Día de la Mujer, el cual, ante todo, tiene que promover la agitación por el sufragio femenino. Esta reivindicación debe ser explicada en relación con toda la cuestión de la mujer según la concepción socialista".
Hoy no es el sufragio, sino la brecha salarial, de cuidados, la falta de garantías en la interrupción del embarazo, la misoginia (tanto líquida como sólida) en todos los ámbitos sociales, las agresiones sexuales y violaciones, los asesinatos y feminicidios, la compraventa de vientres de alquiler, la trata de mujeres...
Todas aquellas situaciones que el Partido Popular de Argés intentó minimizar en 2018 calificándolas de "debates gramaticales" y hoy intenta invisibilizar no poniendo el foco sobre ellas.