Hace dos años, Patricia Fernández Montaño, trabajadora social, elaboró su tesis doctoral sobre los mensajes violentos contra las mujeres que se realizan en la red social Twitter. Ahora, junto Beatriz Esteban Ramiro, compañera de profesión, ha decidido darle continuidad a ese trabajo mediante un proyecto de investigación que obtendrá hoy mismo uno de los galardones que entrega anualmente el Colegio Oficial de Trabajo Social de Castilla-La Mancha: “Violencias de género en redes sociales: Aproximación al fenómeno desde el discurso de la población joven castellano-manchega”. Supone un acercamiento innovador a una realidad todavía invisible que afecta a la juventud y también destaca la importancia de ahondar en este tipo de realidades y de adoptar una perspectiva feminista en la investigación.
Las autoras comentan a eldiarioclm.es que decidieron embarcarse en esta iniciativa para conocer qué piensan los jóvenes castellano-manchegos sobre la violencia de género, y más concretamente, cómo la viven y perciben. “Nos parecía imprescindible abordar esta temática ya que no hay estudios previos y es un hecho que la juventud actual está enormemente marcada por las redes sociales y todo lo que se mueve dentro de ellas”.
Realizar, por tanto, un acercamiento a las violencias de género ha sido su forma de aproximarse a la magnitud de esta problemática en edades tempranas. Se pusieron a ello, realizando un trabajo de campo muy exhaustivo, tras recibir una de las ayudas de investigación del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, obteniendo unos resultados del todo significativos.
El estudio se llevó a cabo entre marzo y julio de 2018 en las cinco provincias de Castilla-La Mancha, utilizando para ello una muestra representativa de 301 jóvenes de entre 15 y 19 años. Se utilizó un cuestionario validado oficialmente para realizar un acercamiento cuantitativo, y además, se pusieron en marcha dos grupos de discusión en la provincia de Toledo. Pese a todo ello, sus autores destacan que se trata de una aproximación, no de un análisis profundo sobre la problemática. Sí supone “un punto de arranque para futuras investigaciones, tanto en nuestra región como en el ámbito estatal, que nos puede servir como termómetro para aproximarnos al fenómeno y continuar profundizando”.
"Hay dificultades de identificación" de la violencia
Uno de los resultados que más llamó la atención de Patricia Fernández Montaño y Beatriz Esteban Ramiro es que la juventud castellano-manchego sí tiene la percepción sobre el riesgo de sufrir violencia en redes sociales, pero sin embargo, no tienen claro qué constituye esa violencia y qué no, es decir, “hay dificultades de identificación”.
Comentan que la mayoría de ellas y ellos valoran que las personas se vuelven más violentas en redes sociales, “probablemente por la máscara tras la que se ocultan las personas agresoras y que no suelen ser penalizadas”. Y es más, subrayan que “la impunidad de este tipo de conductas en las redes es especialmente identificada por las personas jóvenes”.
Uno de los datos más sobresalientes es que el 30% de las mujeres jóvenes participantes en el estudio afirman haber sufrido algún tipo de violencia en redes sociales por el hecho de ser mujeres. En concreto, hacen alusión a que “es más habitual sufrir violencia” cuando se trata de mujeres que no responden a los patrones estéticos y/o normativos (ser poco atractivas, declararse feministas, entre otras). Ese mismo porcentaje es el de mujeres de la muestra que reconoce haber recibido comentarios sexistas y peyorativos por razón de género del tipo “vete a fregar” cuando han mostrado alguna opinión en entornos virtuales públicos.
“Algo más alarmante” consideran las autoras del estudio es lo referente a las violencias de género dentro de las relaciones de pareja entre jóvenes: al menos el 20% reconoce controlar las redes sociales de su pareja. Casi un 40% considera normal este comportamiento, lo cual deja sobre la mesa cuestiones como el “mito del amor romántico”, y que se traduce en que “las y los jóvenes mantienen el antiguo y peligroso patrón de relaciones de amor con fuerte peso en la posesión y los celos”.
“Esto nos hace reflexionar sobre una mayor exposición de los riesgos derivados de estos patrones de relación, teniendo en cuenta las posibilidades de control que brindan las redes sociales. Además, las y los jóvenes consideran las redes sociales como un lugar en el que la violencia se perpetúa, y cuyas víctimas, generalmente mujeres, solucionan bloqueando al agresor cuando es desconocido, y no denunciando”, argumentan.
Los datos hablan por sí solos, y por eso ambas defienden que la lucha contra las desigualdades en un pilar inherente a la profesión de los trabajadores sociales, pero al mismo tiempo subrayan que “nuevos fenómenos sociales necesitan nuevas perspectivas y soluciones para ser abordados”. Por ejemplo, apuntan que investigar y sensibilizar en esta materia desde este colectivo es un primer paso, pues con ello “se podrá favorecer la articulación de estrategias educativas, promocionales y políticas de prevención e intervención ante las violencias de género online”, tanto para jóvenes, como para las familias y los innumerables agentes sociales implicados.
"Adaptarse a los cambios sociales buscando cambios estructurales"
Al hilo del lema de la conmemoración del Día Mundial de Trabajo Social -“Promoviendo la importancia de las relaciones humanas”-, entienden que su profesión basa buena parte de su objeto en la interacción entre las personas en el contexto social. “Identificar que una nueva manifestación de la violencia machista se produce a través de las redes sociales y que las personas jóvenes pueden tener más riesgo de experimentarla en este contexto se torna como un elemento central para nuestra labor profesional que debe siempre adaptarse a los cambios sociales buscando los cambios estructurales”.
Patricia Fernández Montaño, nacida en Madrid y residente en Toledo, es Doctora en Trabajo Social por la Universidad Complutense de Madrid, además de profesora de Trabajo Social en la Universidad de Castilla-La Mancha y Trabajadora Social de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha desde hace una década. Inició su carrera investigadora hace ocho años, habiendo centrado sus líneas de trabajo y publicación en revistas científicas en materia de trabajo social feminista, sexismo y violencias de género. De hecho, ha centrado su línea investigadora durante los últimos cuatro años en las violencias de género que se transmiten en redes sociales.
Beatriz Esteban Ramiro, residente en Toledo, es Especialista en Igualdad, doctoranda en Trabajo Social en la Universidad Complutense de Madrid y profesora de Trabajo Social en la Universidad de Castilla-La Mancha, donde imparte docencia desde 2011 en el Grado de Trabajo Social. Ha desarrollado su carrera profesional centrada en la acción social con mujeres en situación de vulnerabilidad social y de forma concreta, con mujeres que han vivido situaciones de violencia de género desde varias perspectivas. También ha realizado varios trabajos de investigación centrados en la aplicación del enfoque de género en análisis de realidades que producen desigualdades, y de forma más específica, en la indagación del impacto en Castilla-La Mancha, habiendo realizado publicaciones en revistas especializadas.