Las mujeres han contribuido, a lo largo de los siglos, a que hoy en día la cerámica de la comarca de Talavera de la Reina sea Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, aunque haya sido “sin aparecer en los libros”.
Belén Flores Sánchez, asesora en el Museo de Cerámica Ruiz de Luna de Talavera de la Reina y profesora de Geografía e Historia de la UCLM se ha preguntado por qué no había maestras ceramistas en Talavera y Puente del Arzobispo. "Seguramente en los diferentes talleres de la época trabajaban tanto hombres como mujeres, niños y niñas. Probablemente el trabajo estaba dividido entre ellos o no tanto como podemos pensar. Lo cierto es que la sociedad gremial dio un papel protagonista a los hombres, relegando a las mujeres a las tareas domésticas, donde a buen seguro continuó con trabajos artesanales manuales y especialmente decorativos".
Sánchez Flores cita un artículo de la doctora Yepes Sanchidrián en el que se afirma que en los siglos XVIII y XIX la llegada de la Revolución Industrial devuelve a las mujeres a trabajos en pequeñas fábricas artesanales o trabajando para estas desde su domicilio. Y lo hacen "siempre en la sombra, sin reconocimiento de su labor, pero siempre imprescindibles".
En Mota del Cuervo (Cuenca) hubo un alfar exclusivamente femenino. Es uno de los pocos que existen, junto a otros que se conocen en La Gomera o en Zamora. Funcionó, sobre todo, a caballo entre la Edad Media y la Edad Moderna.
En pleno siglo XXI, el ayuntamiento de este municipio conquense quiere recuperar una tradición vinculada a la mujer rural. Quedan vestigios, como el horno árabe que se conserva y del que se desconoce su cronología, además de un museo que homenajea a esta tradición que continuó durante el siglo XX.
Y sin embargo, explica Jesús de la Fuente, historiador del Arte y gestor cultural, "cuando pensamos en nuestras abuelas o en general en las mujeres que habitaron en la Castilla-La Mancha rural, la primera imagen que nos viene a la mente es con mandil, cuchara de palo en una mano y aguja e hilo en otra”. Un retrato real, sí, pero también incompleto.
De la Fuente forma parte del toledano Grupo Cota 667, un equipo multidisciplinar de profesionales vinculados a la Historia, el Turismo o la Arqueología y que, coincidiendo con el Día de las Mujeres Rurales que se celebra el 15 de octubre quiere romper el mito: la mujer rural ocupó espacios profesionales destacados, aunque ese papel haya quedado invisibilizado por distintas razones.
“En el caso de la cerámica, la invisibilización tiene que ver con el hecho de que, cuando se casaban, muchas abandonaban el alfar” aunque no era el único espacio profesional en el que ocurría. Además, explica, "no fueron reconocidas ni social ni económica”, pero han estado presentes en la historia del desarrollo económico regional. Se trata, por un lado, de oficios con una dilatada trayectoria en Castilla-La Mancha, como la alfarería, los bordados u encajes o el trabajo en la industria conservera, pero también participaron, por ejemplo, en estudios de fotografía.
“Hay muy poca información, pero sabemos que, aunque era el hombre el que normalmente hacía las fotografías, ellas se encargaban de retocarlas, en particular el color. En unos casos trabajaban en el estudio. En otros, ayudaban a su marido”.
La vendimia también ha sido cuestión de mujeres “y además participaban en el proceso de la elaboración del vino”. En realidad, han estado en cualquier labor agraria allí donde se necesitasen manos: en la recogida de la aceituna, el azafrán...
El Archivo de la Imagen y de la Palabra de Castilla-La Mancha recoge testimonios gráficos de lo que explica Jesús de la Fuente, dentro de la colección ‘Los Legados de la Tierra’.
“La fotografía está siendo una buena fuente de estudio sobre la mujer rural”. Explica el historiador que la imagen de una mujer rural “recluida en casa” tampoco es un fiel reflejo de la realidad. “No solo se encargaban de engalanar las calles de los pueblos, es que eran las protagonistas de muchas fiestas populares”.
Después está el papel de la mujer en el ámbito educativo. “Poco a poco en la región se ha trabajado en buscar la igualdad. Ha sido fundamental el papel de las maestras rurales. También aquí se repetían los abandonos al casarse, a pesar de haber estudiado una carrera”.
Este jueves 14 de octubre, desde el Centro de la Mujer de Alovera (Guadalajara) ofrecen una conferencia online sobre ‘El papel de la mujer rural en Castilla-La Mancha a lo largo de la Historia: entre la arqueología y la etnografía’. En ella participará Jesús de la Fuente y también María Balmaseda, arqueóloga e historiadora.
“Con esta conferencia queremos mostrar esos trabajos y actividades que hicieron las mujeres castellanomanchegas en momentos históricos, que han pasado de generación en generación hasta el día de hoy y que pasaron desapercibidos".
De la Fuente reconoce que muchas mujeres se sorprenden en este tipo de actos al reconocerse como protagonistas de la Historia que no les ha tenido en cuenta. “Sí, ocurre con las mujeres rurales, pero también con las que viven en las ciudades. Por ejemplo, cuando hablamos de mujeres artistas”.
La posibilidad de seguir la conferencia de forma telemática está abierta a todos los públicos, previa inscripción haciendo click en este enlace. Tendrá lugar entre las 17 y las 19 horas de este jueves. Además, estará disponible en el canal de Youtube del Centro de Mujeres de Alovera.