Las obras de restauración de la torre de la Catedral de Toledo han sido presupuestadas en 800.000 euros y como mínimo tendrán una duración de siete meses. Está previsto que las obras comiencen en cuanto el Cabildo reciba los permisos pertinentes por parte de las administraciones y en los trabajos de rehabilitación trabajarán unas veinte personas.
Los encargados de presentar en rueda de prensa el proyecto de restauración han sido el deán de la Catedral, Juan Miguel Ferrer; el Canónigo Obrero Mayor, Francisco Javier Hernández de Pinto; y el arquitecto conservador del templo, Jaime Castañón.
Para comenzar los trabajos será necesario instalar un andamio que va a cubrir toda la torre hasta la barandilla superior de piedra (unos 50 metros de altura) para que los técnicos puedan ir trabajando en las cuatro caras a la vez. No podrá haber nadie trabajando encima de otro. Todos los técnicos tendrán que trabajar en la misma altura. En instalar el andamio, se tardará unas dos o tres semanas.
Estas actuaciones en la torre, construida entre los siglos XIV y XV, se producen después de que el pasado 14 de octubre de 2018, a primera hora de la mañana, una pieza de una de las cornisas de granito de la torre de la Catedral se desplomó hacia la calle Arco de Palacio.
Esta es la primera vez que esta parte de la torre, desde su construcción, sufre una intervención de estas características. "No ha habido ninguna intervención general hasta ahora", ha desvelado el deán, quien ha apuntado que esto significa que el material y las técnicas empleadas fueran las mejores que en aquel momento se podían usar.
De este modo, según ha explicado el deán, se va a trabajar desde la barandilla superior de piedra hasta la calle, es decir, todo lo que es el cuerpo de la torre, excluyendo la parte de la aguja superior porque "esa había sido restaurada en una época más cercana y se encuentra en un estado de conservación mejor".
La Catedral afrontará la restauración con los fondos que tiene de reserva para operaciones de restauración y conservación de su patrimonio pero, según ha afirmado el deán, pedirán ayudas a las instituciones públicas y privadas, esperando que, como ha sucedido en otras ocasiones, "la respuesta sea generosa" y se pueda realizar la obra en el mejor modo posible. No obstante, la obra está asegurada en base a los fondos de la Catedral.
"Si no nos ayudara nadie esto nos impediría poder hacer simultáneamente otras obras que están pendientes y que son también de gran importancia, como puede ser la restauración del transparente o un repaso de las bóvedas", ha indicado.
El deán ha querido enviar un mensaje de tranquilidad y ha explicado que las inspecciones que se hicieron desde el primer momento en la torre después de la caída de la piedra y las medidas que se tomaron evitan que haya un peligro "hoy por hoy inmediato". Pero, no obstante, será la obra de restauración completa la que garantice que durante un amplio periodo de tiempo se pueda "decir que la torre está en perfecto estado y tener la garantía de que está absolutamente segura de cara a que no haya ningún peligro para los viandantes".
Proyecto de restauración
De su lado, el arquitecto conservador del templo, Jaime Castañón, ha explicado que los defectos de la torre están en las cornisas, que "son los puntos más importantes a efectos de conservación de la Catedral". Las cornisas no solamente tienen un efecto estético y de adorno, sino que se encargan de la evacuación del agua, alejándolo de la fachada.
La primera operación que se hará, una vez montado el andamio, será el repaso general de toda la torre para ver si ha habido alguna patología que se ha podido escapar. Según ha dicho, se ha podido comprobar que el resto de la torre, estructuralmente, está "muy bien". Se trata de una torre de piedra, de sillería, con unos anchos de muros muy grandes y, por lo tanto, estructuralmente es "muy correcta", ha apuntado el arquitecto.
Tras este primer repaso, se hará una limpieza general de la torre que consistirá en la retirada de raíces o excrementos de paloma. Posteriormente, se realizará un tratamiento de las juntas y se repararán los elementos importantes que estén más deteriorados. Después del cosido y sellado, se reparará la parte de la pizarra procediendo a pegar las zonas que estén sueltas con consolidantes y, una vez limpio, se volverá a dar una consolidación final.
Si es necesario también se reparará algún elemento singular y una vez hecho todo esto se hará un tratamiento de la forja porque el hierro, con el agua, también se oxida. Finalmente, se dará una consolidación final que permita a la torre tener una protección durante "bastantes años". Después se desmontará el andamio que contará con un montacargas para poder subir materiales, ya que tiene una altura de 50 metros, ha recalcado el arquitecto.
Preguntado al respecto, el arquitecto ha informado de que la torre está compuesta por piedra, granito, caliza y pizarra. Todos ellos son materiales originales y "han dado buen resultado", aunque ha advertido de que la pizarra es el material que está más deteriorado.