¿Qué medidas deben afrontar los emprendedores ante una crisis? Justo cuando se cumplen seis semanas desde que se decretó el estado de alarma, las personas que habían puesto en marcha un pequeño negocio se enfrentan ahora a enormes retos, y no solo económicos. Por ello, los profesionales de Acción contra el Hambre han reconvertido sus programas de emprendimiento como medio de inclusión social en España y preparan a estas personas emprendedoras para que aprendan a gestionar la frustración e incorporar planes de contingencia en tiempos de crisis.
Algunos de los negocios que Acción contra el Hambre ha apoyado para su puesta en marcha están siendo reorientados para no cerrar, pero los relacionados con hostelería y turismo no han podido hacerlo. Hablamos con María José Sánchez, experta de emprendimiento de Acción contra el Hambre en la región sobre la situación de los emprendedores en Castilla-La Mancha.
Hasta el estado de alarma, ¿cuál era la labor de Acción contra el Hambre vinculada al emprendimiento?
El programa ‘Vives Emprende’ se enmarca en la estrategia de intervención de Acción contra el Hambre en el ámbito de la empleabilidad en España. Su objetivo es facilitar el acceso al mercado laboral de personas en situación de desempleo a través del autoempleo, fomentando su desarrollo personal y fortaleciendo sus competencias técnicas y emprendedoras.
¿Qué acciones llevan a cabo?
Ofrecemos una tipología diversa de actividades tales como sesiones individuales personalizadas, talleres grupales, sesiones de networking, eventos, concursos, ‘market place’ y formaciones específicas adaptadas a las demandas surgidas. En las sesiones individuales se trabajan las competencias de manera personalizada, de acuerdo con el perfil de quien recibe el asesoramiento y las necesidades del proyecto emprendedor.
En el resto de actividades siempre se tiene presente el trabajo en competencias básicas para emprender, tanto personales cómo técnicas, así como el enfoque bajo la perspectiva de género y hacía nuevos modelos económicos sostenibles.
¿A cuántos emprendedores atendían antes del estado de alarma? ¿De qué provincias?
El objetivo anual de personas que pasan por el programa es de 65, que participan en alguna o varias actividades y de nueve proyectos creados. Respecto al número de proyectos puestos en marcha hasta el año 2019 lo hemos superado, con un porcentaje de supervivencia de casi el 80% respecto al total de proyectos puestos en marcha desde 2016, año en el que arrancó el programa en Castilla-La Mancha.
La mayoría de las personas emprendedoras son de la provincia de Toledo (ya que es donde está ubicada nuestra oficina), siendo en su mayoría de Toledo y de municipios cercanos o Talavera de la Reina y su comarca.
Actualmente, ¿a cuántos emprendedores están asesorando?
Como consecuencia de los cambios sobrevenidos a raíz de la declaración del estado de alarma estamos atendiendo a un total de 47 personas, divididas en dos grupos: quienes ya han puesto su negocio en marcha en años anteriores y están trabajando sobre nuevos modelos de negocio y quienes aún no han iniciado su proyecto.
¿Qué es lo que más preocupa al colectivo? ¿Estaba preparado para reinventarse?
En un primer momento y ante el cierre repentino de los negocios la primera preocupación fue económica. Una vez adaptados a esta etapa, su siguiente preocupación es trabajar sobre las medidas a tomar tanto durante este periodo de confinamiento como para el momento en que sea posible iniciar de nuevo la actividad.
La solución no viene solamente por reinventarse a través de Internet (muchos de ellos y de ellas ya tenían presencia en las redes) sino que tiene que tener un enfoque mucho más integral tomando medidas que vayan desde cuidar a las personas (clientes, proveedores…) adaptación de productos y servicios, planes para minimizar costes o enfoque sostenible del negocio, entre otras.
¿Cómo ve el futuro para el colectivo?
No se puede generalizar el colectivo de personas emprendedoras, ya que debemos hacer diferentes previsiones a futuro dependiendo del sector. Hay sectores que se van a ver reforzados, como los servicios de limpieza o aquellas actividades que tengan que ver con la salud.
Sin embargo, otros sectores van a sufrir un gran proceso de adaptación para poder mantener la actividad, como son los servicios relacionados con hostelería, turismo y comercio, e incluso todos aquellos servicios relacionados con el cuidado de personas (menores y ancianos) ya que las nuevas fórmulas de trabajo, como el teletrabajo, van a afectar en mayor o menor medida a estas personas.
Emprendedores ha habido siempre, en épocas de bonanza económica y en épocas de crisis. Lo que cambia es el perfil de las personas ya que en unos casos emprenden por vocación y en otros por necesidad. Creo que en el futuro veremos como muchas personas emprenden por necesidad, pero con un buena orientación y teniendo en cuenta las pautas que demanda la nueva situación pueden tener éxito con sus proyectos y hacer de estos su forma de vida.