La consejera de Fomento, Agustina García, y Antonio Luengo, director gerente de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha mantuvieron la primera reunión con el Ministerio de Transición Ecológica para plantear la "reformulación" de las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura. "La reunión ha sido de buen contacto y amabilidad. Sobre todo me ha gustado lo que ha dicho el Secretario (de Medio Ambiente, Hugo Morán), y es que las reglas no pueden ser estáticas, sino que deben ir adaptándose a las condiciones climáticas y las aportaciones", explica Antonio Luengo.
Por eso, es optimista en cuanto a la propuesta hecha desde Castilla-La Mancha, destacando especialmente la posición ministerial de "escuchar y sobre todo de cambiar que es lo importante". Al ser la primera reunión, todavía no se plantearon medidas concretas, pero sí se tomó la decisión de establecer mesas de trabajo bilaterales con el Gobierno castellano-manchego y español para valorar los distintos informes que existen de las reglas de explotación. "Defendemos todas las posiciones posibles", asegura Luengo.
En la reunión se trató, principalmente, la preocupación que existe alrededor de la situación medioambiental del río Tajo, señalando la "presión" que significa para el río la infraestructura. Además, se ha propuesto incluir el sistema de depuración del río Jarama para mejorar la calidad de agua. "Nosotros no solo tratamos una cuestión administrativa, sino también medioambiental", explica Luengo.
"Lo primero", derogar el memorándum
Por su parte, Beatriz Larraz, coordinadora del grupo de investigación del Tajo en la Universidad de Castilla-La Mancha, explica que "más que las reglas de explotación o cuáles deberían ser los niveles a los que tiene que estar Entrepeñas o Buendía", lo primero que hay que hacer es derogar la legislación que regla el Memorándum del Trasvase Tajo-Segura. "Todo depende de los supuestos, es un tema técnico que va más allá de establecer mínimos, sino de que las necesidades del río Tajo (cuenca cedente) pueden aumentar y cambiar", explica Larraz.
Por eso, asegura, "lo primero que se debe sugerir es que se quite el rango de ley" al Memorándum del Trasvase Tajo-Segura, algo de lo que el Gobierno regional no ha hablado en esta ocasión pero que Emiliano García-Page sí ha planteado. "El Memorándum está por encima del Plan Hidrológico de la cuenca y eso hace que no se puede hacer nada con ello", explica Larraz, a lo que añado que "no se cumple el hecho de que debe haber prioridad del Tajo sobre el Segura, al tener Ley el trasvase".
"Si no se quita ese rango de ley, la Confederación no puede ni jugar con las reglas de explotación". En este sentido, explica que la legislación actual "contradice" la que se tenía antes de 2014, cuando se aprueba dicha normativa. "Los límites mínimos si deben subir o bajar, no funciona así. Van variando, según los usos que se quiera ir dando, por ejemplo, si se quiere aumentar el regadío. No es un número estático, hay mucho por detrás". De manera más contundente se manifiesta Miguel Ángel Sánchez, de la Plataforma en Defensa del Tajo en Toledo y Talavera, que afirma que "cualquier propuesta debe pasar por el cierre del Tajo-Segura".
"Cambiar las leyes es un error", asegura, y "hace que las pretensiones del Gobierno de Castilla-La Mancha pierdan fuerza y presión. Deben pedir el cierre del trasvase, porque se ha demostrado que ningún tipo de regla es capaz de garantizar el agua del trasvase", explica. En este sentido, recuerda que existen informes de la Confederación Hidrográfica del Tajo del 2011, de un Gobierno nacional socialista, que apelaba a "caudales importantes" de la cabecera del río para mantener la vida del río. "Fundamentalmente del tramo medio", asegura.
"El resto, es plegarse y bajar el nivel. Ya vimos lo que pasó con Cospedal y esperemos que no pase lo mismo con este Gobierno y es que no hay agua para pedir una explotación del Tajo-Segura", concluye.