En Castilla-La Mancha hay actualmente un total de 90.542 personas en listas de espera para operarse, para ser atendidas en una consulta externa o para acudir a pruebas diagnósticas. Son casi 25.000 menos que hace cuatro años, cuando había en torno a las 115.000 esperando. Según los datos del Portal de Transparencia y Salud de esta comunidad autónoma correspondientes al pasado mes de abril, la comparativa con el mismo mes del año 2015 refleja por tanto un descenso del 21%. Pero por debajo de las cifras generales hay muchos matices que también han servido para que los partidos políticos configuren sus propuestas electorales de cara a las elecciones autonómicas del 26 de mayo.
Una de las precisiones más significativas es que no en todos los hospitales públicos de Castilla-La Mancha se ha reducido este volumen de pacientes en espera: en unos lo ha hecho el número de personas que esperan para operarse y en otros los de consultas especializadas o pruebas de diagnóstico. Y en algunos casos, como el del Hospital Virgen de la Salud de Toledo o el Hospital de Guadalajara, hay incrementos notables de las listas de espera para intervenciones quirúrgicas.
Esto significa que en el cómputo general sí que hay una reducción notable, pero que en algunos centros hospitalarios la situación no ha variado demasiado. También se da la circunstancia de que en los datos publicados en el Portal de Transparencia y Salud no hay tiempos de espera ni listas referentes a la Atención Primaria, y este último ha sido el caballo de batalla del gremio profesional en los últimos meses, con movilizaciones sociales para pedir soluciones.
Precisamente esta semana el Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado el decreto que regula los tiempos máximos de espera en los servicios de urgencias hospitalarios: 10 minutos desde que los pacientes lleguen al hospital y sean registrados hasta que sean clasificados. Pero todavía está pendiente el anteproyecto de ley que regulará estos procesos en el caso de la atención especializada. En este borrador se establece asimismo la creación de un registro de pacientes en lista de espera y reconocer su derecho y el de los familiares a recibir una compensación económica por los gastos de desplazamiento, manutención y alojamiento generados.
Promesas electorales
Estas son las medidas, junto con el compromiso de continuar con el aumento de las plantillas de profesionales, que ha destacado el PSOE en su campaña electoral para las elecciones autonómicas, tal y como ha precisado el presidente regional y candidato socialista a la Presidencia, Emiliano García-Page. En su programa electoral, los socialistas castellano-manchegos prometen avanzar en el descenso de las listas de espera con la puesta en funcionamiento de los nuevos hospitales de Albacete, Cuenca, Guadalajara, Toledo y Puertollano; junto con la apertura de 37 nuevos quirófanos.
Asimismo, consideran la salud como un derecho “incompatible con cualquier fórmula que permita ponerla en manos de la sanidad privada” y subrayan que el Gobierno seguirá trabajando en la reforma del modelo de Atención Primaria, incrementando progresivamente sus recursos y presupuesto hasta llegar al 25% del destinado a la sanidad pública regional. Y finalmente, prometen una “política de eficacia en el gasto farmacéutico”, una oferta de empleo público anual y seguir mejorando el sistema de comunicación con los ciudadanos.
En el PP la cuestión ha sido recurrente durante toda la legislatura y ocupa un espacio importante en su programa electoral. El candidato ‘popular’, Francisco Núñez, ha anunciado su compromiso de reducir las listas de espera sanitaria de la región en un 50% en sus seis primeros meses como presidente de la Junta, para lo cual aprobará en su primer Consejo de Gobierno las modificaciones de crédito necesarias para ello.
Afirman en este partido que esta decisión será la primera de otras tantas para “combatir la nefasta gestión sanitaria de Page”, que, según señalan, ha llevado al sistema regional a “una situación dramática, engañando continuamente a los ciudadanos, pues sus acciones en esta materia se reducen a la nada". Según apuntan, el Gobierno socialista “no ha hecho nada en cuatro años por la sanidad regional, ni una mejora, ni un nuevo centro de salud, ni una nueva infraestructura, ni la puesta en marcha de la carrera profesional sanitaria".
Por su parte, desde la confluencia de Unidas Podemos, el candidato a la Presidencia, José García Molina, entiende que hay dos elementos clave para la reducción de las listas de espera: por un lado, la Atención Primaria, que está “absorbiendo” todos los pacientes que tendrían que ser derivados a los especialistas y donde “el atasco es peor”; y por otro lado, la carrera profesional de los médicos, con una elevada escasez de profesionales debido a las “malas condiciones”.
Considera además que partidos como el PP y el PSOE han hecho de la cuestión de la sanidad pública y de las listas de espera un “espectáculo político” pero en sus propuestas ambos “se quedan cortos”, porque el primero hizo un negocio de la sanidad cuando gobernó y el segundo no ha realizado una “apuesta decidida” por el sector público en la presente legislatura.
En su programa electoral, y para combatir estas carencias, Unidas Podemos propone, entre otras cosas, incorporar progresivamente la gratuidad del servicio de Odontología, incrementar el presupuesto de la atención primaria de la sanidad pública, eliminar cualquier tipo de copago farmacéutico y recuperar la carrera sanitaria de los profesionales de Castilla-La Mancha.
En Ciudadanos coinciden en que no se pueden utilizar las listas de espera como “herramienta política”. La candidata por Ciudad Real y médico de profesión, Úrsula López, opina que lo prioritario es que la ciudadanía conozca realmente el estado de la sanidad y “la diferencia entre los datos que se hacen públicos y los que vivimos los profesionales y los pacientes”. Al igual que destacó la candidata de la formación naranja a la Presidencia, Carmen Picazo, en el debate electoral televisado de CMM, defiende una auditoría independiente para “destapar el posible maquillaje de los datos que se han presentado hasta ahora” y para “identificar los defectos para poner soluciones”.
En busca de la "sanidad preventiva"
También apuesta por dar prioridad a la Atención Primaria y a su “papel fundamental en el manejo de los diagnósticos” con el objetivo de conseguir una “sanidad preventiva” y evitar que “las patologías se cronifiquen o se agraven”. Para ello defiende igualmente una educación para la salud como eslabón básico ya que los médicos de Atención Primaria son “la infantería de la sanidad, profesionales de confianza que debemos volver a dignificar”.
Una “coordinación real” y protocolos conjuntos entre los servicios de urgencias y los hospitales, cumplir con los tiempos de espera que ya están marcados a nivel estatal, aumentar las plantillas y fidelizar a los profesionales con contratos de calidad son otras de las propuestas de Ciudadanos para mejorar la sanidad pública en Castilla-La Mancha.
Por último, las medidas defendidas por Vox en este sentido están recogidas en su programa-marco estatal para las elecciones autonómicas. En este documento, proponen dotar a los centros de salud de los equipos sanitarios necesarios para “descolapsar” los hospitales de “pruebas y enfermedades menores”; así como aumentar el tiempo de la consulta en atención primaria a un mínimo de diez minutos por paciente.
Otras propuestas de este partido son agilizar los trámites y el acceso a pruebas diagnósticas consideradas “hospitalarias” desde la consulta de primaria, incentivar las mejoras salariales, la cobertura completa de las ausencias de personal por vacaciones, bajas laborales, maternidad o jubilaciones; o compartir con enfermeros y enfermeras los trámites administrativos que realiza el médico de atención primaria.