Más del 19,3% de la población de la provincia de Toledo es sospechosa de padecer o de hacer padecido la COVID-19, tal y como reflejan los datos de casos sospechosos por provincias difundidos por el Ministerio de Sanidad. Sería, junto a Madrid, Soria y Gualadajara una de las provincias en las que mayor parte de la ciudadanía se ha contagiado por coronavirus o lo está actualmente.
Jesús Fernández Sanz, titular de la Sanidad castellanomanchega se ha referido, a preguntas de eldiarioclm.es, a estos datos de casos sospechosos de COVID-19 que han presentado tres o más síntomas o con presencia de anosmia, es decir pérdida de olfato. Un porcentaje que en Cuenca, Albacete y Ciudad Real se sitúa entre el 17,9% y el 18,8%.
¿Qué significa de cara a las opciones de la región a pasar a siguientes fases de desescalada?, le planteaba eldiarioclm.es al consejero. “Los casos sospechosos vienen del rastreo iniciado en Atención Primaria. Tiene que ver…Evidentemente. Si buscamos entre sospechosos, contactos y casos confirmados el número va a ser mayor, lo decían tanto el Ministerio como el doctor Simón”.
El titular de Sanidad sostiene que el objetivo es el diagnóstico precoz. “No estamos esperando a diagnosticar con el test, sino que estamos buscando y esa búsqueda, saldrán más casos. Eso será mejor porque podremos tratarlos. Será adelantarnos a lo que nos pasó cuando todavía no conocíamos el virus”.
Sanidad pide no bajar la guardia: "No por llevar mascarilla hacemos las cosas mejor”
Fernández Sanz ha apelado a la ciudadanía a “no bajar la guardia” a pesar de los “números más bajos” en la evolución de la pandemia que se están registrando en la región en los últimos días y que según ha explicado, sitúan a la región en las mismas cifras de casos que a mediados de marzo. “Entonces pensábamos que no iba a ser tan duro y doloroso”.
“Estar en fase cero, uno o dos no debe relajar la responsabilidad en el cumplimiento de las medidas” que, ha dicho, pasan por mantener la distancia social, la higiene de manos y general o el cuidado de la ropa que vestimos y los muebles donde trabajamos.
También ha recordado que “no por llevar mascarilla hacemos las cosas mejor” sino que ha alertado de que hacerlo, a pesar de ser “importante” puede “ser un impedimento para cuidar la distancia o la higiene”. También ha advertido sobre las reuniones de diez personas que permite la fase 1 de la desescalada de la que hoy solo disfrutan Guadalajara y Cuenca. “Al juntarnos diez personas podemos pensar que no pasa nada, pero sí pasa. Hay que hacerlo con responsabilidad”, insistía.
Estudio de seroprevalencia
Castilla-La Mancha está ya preparada para iniciar un estudio de seroprevalencia propio y complementario al del Ministerio de Sanidad. Sus resultados se conocerán en junio y su diseño lo ha realizado un Comité de Ética Asistencial que ya ha dado su visto bueno, según ha explicado el consejero. Arrancará cuando el Ministerio haya iniciado la segunda fase del estudio nacional de seroprevalencia cuyos primeros resultados se conocieron ayer.
Los primeros datos de ese estudio de seroprevalencia que el Ministerio de Sanidad ha realizado en la población española sitúan a tres provincias de la región entre las que más inmunidad han adquirido durante el estado de alarma. Se trata de Cuenca, donde el 13,5 de la población presenta anticuerpos IGG, Albacete (11,6%) y Ciudad Real (11,1%), muy por encima de la media nacional que se sitúa en el 5%. Mientras, en Guadalajara el 10,9% de la población tiene anticuerpos y en Toledo, un 9,3%.
En este estudio, en el que estaba prevista la participación de 6.400 personas (era algo voluntario) finalmente ha sido realizado en 5.066 personas. A estos test hay que sumar los que Castilla-La Mancha está realizando al personal sanitario. “Se han realizado 9.000 PCR, un tercio del tercio del personal sanitario regional” y de momento los resultados no arrojan diferencia de nivel de inmunidad respecto al resto de la población general. La prevalencia entre los sanitarios de Castilla-La Mancha es del 11,8%, también muy lejos de la llamada inmunidad de rebaño (entre el 60%-70%).
“El objetivo es estimar la prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 mediante la determinación de anticuerpos IgG” ha explicado el consejero. Es decir, cuál es la proporción de personas que presenta anticuerpos o enfermedad en un periodo concreto de dos semanas. “Puede ser que la hayan pasado o que la estén pasando”, ha detallado el consejero.
Pese a que Castilla-La Mancha presenta una situación de inmunidad superior a la del resto del país en cuatro de sus cinco provincias y solo por debajo de Segovia y Soria, el consejero ha recordado que “no tenemos una inmunización adecuada para alejarnos del virus” por lo que ha insistido en la necesidad de “seguir trabajando en los estudios de seroprevalencia” y ha vuelto a aludir a la influencia de la vecina Comunidad de Madrid a la hora de hablar de contagios.
Las pruebas en todo el país se han realizado con test rápidos con una sensibilidad superior al 95%. Son del mismo tipo que los que compró Castilla-La Mancha y que después, según ha dicho el consejero, han sido los elegidos por el Ministerio de Sanidad para este estudio que todavía no ha acabado.
Y es que los resultados que ahora se han conocido son solo la primera fase de un estudio nacional que se desarrollará en tres etapas. Será a partir de la segunda cuando Castilla-La Mancha inicie su propio estudio de seroprevalencia, complementario al nacional, en el que está previsto que participen otras 14.000 personas.