El 76% del pico de mortalidad en España por coronavirus se explica a partir de la movilidad entre cada provincia con Madrid y su ratio con la población local. No es la única causa, pero es la mayor “con mucha diferencia”. Lo concluye un estudio de propagación de la COVID-19 en España realizado por el Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos IFISC (CSIC) y la empresa de 'big data' Kido Dinamics, que realiza una detallada comparativa entre los índices de movilidad antes del estado de alarma y los contagios y fallecimientos posteriores.
Los expertos de este informe, que utilizan entre otras fuentes el servidor de datos sobre salud ‘medRxiv’, parten de la tesis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que estipula que la transmisión del virus entre personas puede tener un alcance de un metro mediante el tosido o el estornudo, y que puede recorrer cientos de kilómetros cuando va “subido a nosotros” porque “somos, literalmente, su medio de transporte”. Es la diferencia con otras enfermedades infecciosas.
“Aquí los focos somos nosotros junto con el rastro que dejamos detrás. Por tanto, la mejor forma de frenar la expansión del virus es frenándonos a nosotros mismos de visitar más lugares de los necesarios, o exponer a más personas de las necesarias”. Recuerdan que es el motivo por el que muchos países han reducido la movilidad y han decretado cuarentenas, algo “necesario”.
Comparativas por número de visitantes
En el informe se establece así una “clara evidencia” de la relación entre la movilidad y la mortalidad provocada por la COVID-19 en base a mediciones: sus autores han comparado el número de visitantes entre el foco principal en España (Madrid) con el resto de las provincias, tanto los residentes de Madrid visitando otros lugares, sobre todo provincias interiores de Castilla-La Mancha y Castilla y León, como los residentes de otros lugares visitando Madrid, ya que ambas direcciones son importantes en la transmisión.
¿Cómo lo han hecho? Si por cada provincia se compara el pico de la mortalidad por coronavirus con el número de visitantes cruzados per cápita entre la provincia y Madrid una semana antes del estado de alarma, hay una “correlación directa”: el análisis multivariante concluye que el 76% del pico de mortalidad se explica a partir de la movilidad entre cada provincia con Madrid y su ratio con la población local.
Para ponerlo en contexto utiliza ejemplos con los de las provincias de Soria o Ciudad Real, donde en la primera semana de marzo visitaban estas zonas residentes de Madrid cifras similares a las que visitaban la capital desde estas zonas, representando en torno al 13% de su población. En comparación, esa misma semana hubo 25.000 residentes en Madrid visitando Barcelona y 37.000 residentes de Barcelona, pero solo representan un 1% de la población. “Ese brutal intercambio en términos relativos en provincias como Soria o Ciudad Real ha sido crucial en la evolución de incidencia y mortalidad en las provincias interiores”.
Provincias limítrofes con Madrid
Estos visitantes pueden ser nativos de las provincias trabajando en Madrid que vuelven el fin de semana con la familia, o viceversa. O residentes de la provincia visitando a familiares de la capital, o nativos de Madrid con segunda residencia fuera, o excursionistas que disfrutan de un descanso fuera de su residencia habitual. De cualquier forma, en el caso de las provincias limítrofes con Madrid, los autores del informe subrayan que son personas que suben y bajan cada día a la capital, “siendo ciudades con una parte de la población orbitando alrededor de la zona urbana extendida”.
Al margen de las causas de la movilidad, este documento insiste que se trata de viajes que tuvieron lugar antes del estado de alarma y que por tanto “no hay nada fuera de lo común en estos patrones de movimiento”. “No hay culpables, hemos sido todos nosotros haciendo nuestras vidas cada día como se esperaba que hiciéramos en esa época del año de un principio de marzo cualquiera".
Que el foco se diera en Madrid se entiende por una “cuestión de probabilidad”, añaden, dado el gran número de visitantes internacionales como residentes españoles saliendo de la capital al resto del mundo. El dato es que la capital acogía hasta 100.000 visitantes internacionales cada día a principios de marzo, justo antes de la cuarentena, una cifra muy habitual, pero toda vez que se convirtió en foco, la extensión de la epidemia desde la capital al resto del territorio “ha seguido ni más ni menos lo más esperable dados los patrones de movimiento en el interior del país”.
Esta es la comparativa del patrón de Madrid con el de Barcelona, donde se pueden apreciar las diferencias:
“Sin un cierre muy preventivo en los primeros días, este patrón de expansión era inevitable”, añade el estudio. Y finaliza destacando que, de cara a la desescalada, el conocimiento de los patrones de movilidad puede ayudar a identificar zonas de riesgo antes de tener que esperar una semana a que los casos se aceleren de nuevo. “La correlación nos puede ayudar a la predicción”.
El Gobierno de Castilla-La Mancha, que siempre ha defendido que el foco de Madrid determinó en buena parte la propagación en esta comunidad autonómica (García-Page ha llegado a hablar de “bomba epidémica” en la capital) ha querido hacerse eco de este estudio científico. El vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, ha destacado los “muchísimos desplazamientos diarios” desde y hacia la Comunidad de Madrid.
Según datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), hasta 600.000 personas cambian diariamente de provincia para ejercer su actividad laboral y por lo tanto, una movilidad importante: hasta 58.000 personas en Toledo o 41.000 en Guadlajara van diariamente a Madrid. “Este movimiento diario de personas fue el origen de la expansión del virus en la comunidad autónoma”, afirma el Ejecutivo castellanomanchego.