Mientras el Gobierno de Castilla-La Mancha dilucida si las clases en centros no universitarios se reanudan a partir del próximo miércoles, día 13 de enero, algunos sindicatos de enseñanza están advirtiendo a la Consejería de Educación sobre la necesidad de adoptar medidas que garanticen la salud y la seguridad de la comunidad educativa ante las bajas temperaturas y la ola de frío intenso que siguen al temporal de nieve de la región, a las que se añaden los requisitos de ventilación que se deben tomar para evitar los contagios por COVID-19.
“No debemos tener que elegir entre mantener la seguridad sanitaria contra la COVID y trabajar con temperaturas tan bajas en las aulas”, ha dicho el STE, recordando que con ello no solamente se vulneraría la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (que establece una temperatura en las aulas superior a los 17 grados), sino que exponen a la comunidad educativa “a pasar frío en las aulas y contraer enfermedades como gripe, neumonía o pulmonía”. Afirma que la Consejería no ha provisto a los centros de medidas preventivas (medidores de CO2 ni de filtros HEPA) ni ha planteado más medidas en las aulas que abrir las ventanas.
La revisión de los protocolos anti COVID-19 en esta situación de bajas temperaturas se hace “más necesaria que nunca”. “El impacto de la ola de frío en las aulas y, como era previsible, las bajas temperaturas y la problemática de mantener las aulas ventiladas han hecho que el alumnado y el profesorado esté sometido a un estrés térmico que dificulta enormemente la docencia en condiciones mínimas y pone en riesgo la salud de la comunidad educativa”.
Por, este sindicato exige que Educación “ponga todos los medios técnicos, materiales y humanos para cumplir con la Ley” y que si esto no fuera posible, ofrezcan la posibilidad de la modalidad de trabajo on-line, “que para ello se planificó este escenario en las Programaciones Didácticas al inicio del curso para reducir los riesgos de contraer enfermedades y la posibilidad de contagios y rebrotes después de las fiestas de Navidad.”
Por su parte, el sector de Enseñanza de la FeSP UGT CLM ha pedido a la Consejería de Educación que no se reanuden las clases “hasta no haberse controlado las acumulaciones de nieve y hielo”, ya que, en su opinión, debe ser prioritario evitar accidentes de tráfico, accidentes en los accesos peatonales a los centros y problemas en las rutas escolares de autobuses. Por este motivo, el sindicato se mantiene en contacto con la Junta para alertar del riesgo que supondría comenzar el miércoles 13 de enero las clases en localidades donde no se hayan podido limpiar las calles.
Un plan de emergencia contra contagios
Por otro lado, la Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos de este sindicato también exige un plan de emergencia para prevenir los contagios de coronavirus en los centros educativos ante la nueva propagación de la pandemia. Alerta de que las temperaturas en las aulas, debido a la necesidad continua de ventilación, van a ser “insoportables para alumnado y profesorado en las semanas más frías del curso”.
Manuel Amigo Carceller, responsable del Sector de Enseñanza de UGT-CLM, afirma que con temperaturas mínimas de hasta de 10 grados bajo cero “en muchas localidades de nuestra región, no hay nada previsto para tener los espacios correctamente ventilados”. Continúa explicando que “hasta el parón navideño, se ha podido ventilar casi constantemente en la mayoría de los centros, lo cual ha sido fundamental para prevenir los contagios, pero esto va a ser imposible mantenerlo de la misma manera durante el invierno”.
Desde UGT exigen a la Consejería de Educación un plan de emergencia que posibilite mantener la actividad presencial en los centros al tiempo que sea una actividad segura. Recuerda que el plan de inicio de curso estableció la posibilidad de utilizar la enseñanza semipresencial y/o a distancia cuando fuera necesario.
Por ello, piden aclarar a qué niveles de transmisión comunitaria del virus se ha de llegar en una localidad para pasar a los escenarios de enseñanza semipresencial o a distancia. Igualmente, insisten en que se deberían de instalar medidores de CO2 en las aulas para saber en qué momento hay que ventilar, medida a la que suman la necesidad de realizar pruebas masivas a la Comunidad Educativa mediante test de antígenos para poder actuar cuanto antes ante un foco de contagios.