Recuerda Luis García Montero que en una carta abierta Rafael Alberti dijo aquello de “Yo nací -respetadme- con el cine”. Esta proclama, que se convirtió en emblema de la Generación del 27, es la que mejor define los “mil puntos de encuentro” existentes entre la literatura y el arte que surgiieron del cinematógrafo de los Lumière.
Son los que el poeta y crítico granadino García Montero contempla en Festivales como el CiBRA (el Cine y a la Palabra) a cuya octava edición ha acudido con motivo de la proyección del documental ‘Aunque tú no lo sepas’, junto con su director, Charlie Arnaiz. La película ofrece un recorrido a través de su vida, sus experiencias, sus maestros, sus influencias, sus anécdotas con personajes como Enrique Morente, Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat. García Montero y Arnaiz han mantenido después un coloquio posterior con el público asistente a la sede del Matadero Lab de la ciudad.
Sobre este documental, el poeta explica que se centra en el sentido de la poesía en la sociedad contemporánea, mediante diferentes voces, pero también destaca que lo que más le gusta del festival es que dé cobijo a todas esas formas de “fusión”: películas basadas en novelas, escritores con gran protagonismo en los guiones o talleres de todo tipo. “Al final, el arte, la mirada y las imágenes con las que trabaja la literatura tienen un peso fundamental en el cine”.
Ocurre lo mismo en el caso de la poesía. “Siempre ha habido una alianza muy estrecha entre la imagen y la potencia visual del cine y la poesía, que cuenta historias y le da energía a través de las cámaras”. “El poder de divulgación del cine se pone al servicio de la poesía”, sostiene.
Poesía en todos los géneros cinematográficos
Defiende igualmente que el lenguaje poético no esté restringido a los géneros cinematográficos. “La poesía como concepto artístico, como energía que habla de la emoción humana, debe estar en cualquier género. (Pier Paolo) Passolini hablaba de cine de prosa y cine de poesía, e incluso de fútbol de prosa y de poesía. Cuando hay una creatividad, una emoción especial, sea la realidad que sea, me parece bien que se utilice la llamada de la poesía para caracterizar ese sentimiento”.
Pone así como ejemplos que se puedan utilizar imágenes o palabras poéticas tanto en cine trágico como en otras categorías como el cine bélico “donde se dé una realidad humana”, el género fantástico, o incluso en una comedia “donde el humor sirva para comprender la vida”. “En todo eso hay poesía”, resalta.
Es la segunda vez que Luis García Montero participa en el Festival CiBRA. Precisamente el año pasado ofreció una conferencia sobre las relaciones del cine y la poesía a partir del siglo XX, cuando en un momento determinado, el séptimo arte se convirtió “en símbolo de la modernidad y los poetas vanguardistas lo utilizaban como tarjeta de presentación”. Después, explica, se fue “naturalizando, convirtiéndose en algo cotidiano y formando parte de la educación sentimental sobre la que trabaja la poesía”.