La ola de solidaridad que ha despertado la crisis sanitaria que vivimos de manera global a causa del coronavirus ha puesto en marcha multitud de iniciativas voluntarias. Carteles vecinales para ir a hacer la compra o recados a la farmacia para las personas con dificultades para desplazarse o con mayor riesgo, el ofrecimiento para tareas de atención y cuidados, ayuda psicológica o incluso médica son algunos ejemplos de estos gestos particulares y colectivos.
Para poner en común todos ellos y facilitar la comunicación entre los usuarios se está llevando a cabo un mapeo colectivo bajo la iniciativa #FrenaLaCurva. La generación de redes de ayuda no para de crecer diariamente en este recurso creado desde el Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto, desde el que se aceleran, visibilizan y multiplican iniciativas ciudadanas que ayudan a luchar contra la situación provocada por el COVID-19.
La plataforma constituye así un nexo de unión entre iniciativas y participantes. Hasta el momento, se registran ya más de 3.300 publicaciones en la misma, entre las que también se citan redes de abastecimiento para transportistas, localización de bancos de alimentos o comunidades 'makers'.
Así, en la ciudad de Toledo se han publicado hasta el momento una quincena de post, la mayoría ofreciéndose a hacer las compras a personas más vulnerables y también de personas que requieren de ayuda para hacerlas ya que no pueden salir de sus domicilios. El Polígono, Santa Bárbara, el Casco Histórico, Palomarejos o Santa Teresa acogen algunas de las iniciativas solidarias que han surgido durante este cuarentena y que se pueden consultar en este mapa:
También en Talavera de la Reina hay ya varias publicaciones y en otros municipios de la provincia como Bargas, , Ocaña, Recas, Lominchar, Illescas, El Viso de San Juan o Ugena. De la misma manera, el resto de provincias de Castilla-La Mancha cuenta ya con iniciativas registradas en #FrenaLaCurva, que se ha extendido también a otros países en los últimos días como Francia, Brasil, México o Colombia, entre otros.
¿Cómo funciona?
El mapa funciona a través de chinchetas de cuatro colores. Las de color verde identifican ofrecimientos de personas, como comprar medicamentos o alimentos, llevar comida preparada, bajar la basura, pasear o acoger animales domésticos o acompañamiento telefónico, por ejemplo. Las rojas indican necesidades propias de gente que no puede moverse de sus viviendas. El color naranja significa necesidad con intermediación para necesidades creadas por personas que saben de otras que necesitan ayuda y no disponen de acceso a Internet para solicitarla ellas mismas. Y las azules señalan servicios públicos disponibles, esto es, mercados o farmacias con horarios modificados, veterinarios abiertos o centros sociales que proporcionan comida a domicilio.
Para colocar una chincheta solo hay que rellenar un formulario. Un grupo de 20 moderadores se encarga de comprobar que cada petición cumple los requisitos de seguridad y fiabilidad adecuados. Se trata de evitar conductas inapropiadas, anuncios comerciales u ofrecimientos por los que se pida dinero a cambio y controlar que no aparezcan datos sensibles, como la localización exacta de una persona. Los moderadores gestionan también que las necesidades urgentes sean resueltas cuanto antes.
En este sentido, entre los consejos que dan a los usuarios recomiendan no dar la dirección de tu hogar ni de la persona dependiente, sino una dirección aproximada, por ejemplo la calle. También indican que si se puede consultar frecuentemente el email, se recomienda dar este dato de contacto en lugar del teléfono, por ser menos invasivo. Incluso han facilitado un protocolo para hacer la compra a colectivos de riesgo en base a las recomendaciones sanitarias establecidas por las autoridades y que se pueden consultar en la descripción de Frena La Curva Maps.