Marisa Alguacil de la Peña (PSOE) es la primera mujer que ocupa la Alcaldía del municipio toledano de Ajofrín. Aunque el interés por la política siempre estuvo presente en su casa, ya que su padre fue también alcalde, su motivación siempre ha sido propia. “Decidí presentarme a las Elecciones un mes antes porque donde se cambian las cosas es dentro de la política, es a través de la política, de las políticas locales, de la participación ciudadana y de la red entre municipios”, afirma Alguacil en una entrevista con Toledodiario.es.
Alcaldesa desde 2015, Alguacil no solo se ha diferenciado de sus predecesores por ser mujer, si no también por su apuesta por la Agenda 2030, la transversalidad de sus medidas y la organización de un amplio abanico de actividades que fomentan la participación social.
Desde rutas turísticas y culturales, pasando por la instalación de energías renovables en edificios públicos, hasta concursos que unen la defensa de la igualdad de género y del medio ambiente, son algunas de las iniciativas que marcan el día a día de esta localidad toledana de apenas 2.500 habitantes. “La mayoría de cosas que realizamos tienen una respuesta positiva y muchas veces nos sorprende porque lo más importante de todo no es hacer política de arriba a abajo, si no la participación y las sugerencias de los vecinos”.
¿En qué momento decides implicarte en la política local?
Mi padre ha estado toda la vida en la política. Estuvo 20 años en la oposición y luego fue alcalde tres legislaturas. Lo he vivido en casa también con muchos sinsabores porque la política genera a veces frustraciones.
Yo soy periodista y siempre he estado bastante comprometida con distintas causas. Me he movido y siempre he participado mucho en los tejidos asociativos. Soy inconformista, si hay algo que no me gusta o algo que veo que es injusto me gusta moverme y hacer algo para cambiarlo. Decidí presentarme a las Elecciones un mes antes porque donde se cambian las cosas es dentro de la política, es a través de la política, de las políticas locales, de la participación ciudadana y de la red entre municipios.
Has roto muchos techos de cristal siendo la primera alcaldesa de Ajofrín y presidenta de Montes de Toledo, ¿qué experiencias machistas has vivido?
En muchas reuniones sigo siendo la única mujer y hay veces que te tienes que hacer valer. Veo hombres que van a las reuniones sin prepararse y tú no solo tienes que ir preparada si no que no te toman en cuenta hasta que no empiezas a hablar y a demostrarlo.
¿Cómo ha sido gobernar un pequeño municipio como Ajofrín durante una pandemia mundial?
Imagino que a todos los alcaldes les pasará lo mismo. Tienes un peso muy grande encima de los hombros porque te sientes responsable de todos tus vecinos y vecinas y quieres hacerlo lo mejor posible, estás conectado 24 horas… Cuando te enfrentas a algo que sabes lo que es puedes pararte a analizarlo, pero en este caso, había mucha inseguridad. Eso es quizá lo que cansa más y mentalmente agota más.
En cuanto al trabajo, todo lo que podíamos hacer lo hemos hecho. Los proyectos que tenías al principio de la legislatura los has aparcado para dedicarte en cuerpo y alma a que esto no afecte mucho a tus vecinos.
Hemos tenido que poner en marcha servicios con unas normas higiénico sanitarias nuevas y cada uno, como había mucha inseguridad, hemos funcionado tomando distintas decisiones. Por ejemplo, ¿abres o no abres la piscina si Sanidad te lo permite? Nosotros valoramos y la abrimos pero hay otras cosas que decidimos no hacer. ¿En qué te basas? Pues en el esfuerzo de todos los concejales. Tengo que reconocer que tengo un equipo muy bueno. Cada uno ha dado lo que ha podido y la oposición ha colaborado también.
Te sientes muy cansada porque siempre estás tomando decisiones en una superficie que no es estable, estás todo el tiempo moviéndote entre dos aguas. Tienes que tomar decisiones comparando todo el tiempo factores y consecuencias y teniendo en cuenta la seguridad de tus vecinos.
Hemos hecho lo que hemos podido pero son momentos muy difíciles en los que todo el mundo ha colaborado un poco. Si que es verdad que la sociedad está más encrespada, más egoísta, menos tolerante. Yo pensaba que esta pandemia nos iba a cambiar para ser solidarios, como al principio, pero al final he visto que nos ha creado un malestar y nos ha afectado mentalmente.
Has conseguido desmarcarte del resto de municipios de la provincia, con propuestas novedosas en casi todas las áreas y haciendo una política local muy activa. ¿Cómo es la respuesta de los ajofrineros y ajofrineras?
La mayoría de las cosas que realizamos tienen una respuesta positiva y muchas veces nos sorprende porque lo más importante de todo no es hacer política de arriba a abajo, si no la participación y las sugerencias de los vecinos.
Por ejemplo, en ‘Ajofrineros por la biodiversidad’ tenemos bastante participación ciudadana y casi todo el mundo ha puesto su casa para poner una caja nido. En la campaña ‘Hermano árbol’, había muchos niños y familias que participan y se identifican. Al igual que en la exposición ‘La mujer en los oficios de hoy’, que hemos organizado para el 8M, en la que muchas mujeres han aportado sus fotografías.
Creo que eso es un balance positivo. El otro día una vecina nueva me dijo que le gustaban mucho las iniciativas que realizamos. Imagino que habrá de todo, y gente a quien no le gustará, pero el feedback que recibimos es positivo.
Somos un pueblo pequeño y la fortaleza está en trabajar en equipo y en red con todos los vecinos y vecinas para que se sientan parte.
¿Qué es lo que te mueve a implantar novedades y gobernar con esta política tan transversal?
Nosotros estamos aquí para transformar la realidad que tenemos para construir una mejor, eso es lo que nos mueve.
Queremos que la gente viva bien aquí, en un pueblo más cuidado pero esto no es solo limpiar las calles. El tema es que un pueblo es mucho más: es igualdad porque no tiene que haber alguien superior a otro; es medio ambiente, ya hemos visto que el entorno está muy ligado a la salud; o cultura, nuestras raíces, para no perderlas y valorarlas.
Quizá lo único bueno de la pandemia es que ahora valoramos más cosas tan importantes como la conexión con nuestra familia, relajarnos pudiendo salir al exterior o ir al campo.
De cara al 8 de marzo, Día de la Mujer, ¿qué actividades habéis organizado desde el Ayuntamiento?
Tenemos un Consejo Local de la Mujer en el que integramos a todas las asociaciones del municipio para hacer algo en conjunto. Este año hemos decidido pintar un mural con los lemas que hicieron ya el Día contra la Violencia de Género los propios jóvenes de Ajofrín. Son frases que también hemos incluido en los pasos de cebra.
Luego tenemos la exposición, una iniciativa muy especial que empezamos el año pasado y que queremos que sea itinerante tanto en posteriores ediciones, en residencias o en otros municipios. Nuestra idea es seguir utilizándola.
Además hemos organizado el II Foro Mujer y Sostenibilidad en el que participarán mujeres de varias áreas, empresas, prácticas que tienen a la hora de afrontar la sostenibilidad.
Otra novedad de este año es la Ruta de Mujeres Ajofrineras porque cuando miras hacia la Historia de cualquier municipio se destaca al compositor, al hijo de… lo que vamos a hacer es dar protagonismo a las mujeres que están ahí. Será el sábado 12 de marzo a las 11 horas. Además, como cada año, celebraremos la marcha con motivo del 8M junto a las vecinas de Chueca. En ella venderemos camisetas con el dibujo ganador de nuestro concurso de dibujo en beneficio de la Asociación de Mujeres Opañel.
Al final es el trabajo de muchas áreas.
Tras la quema de la bandera LGTBI, ¿existe una preocupación en Ajofrín por el auge de la extrema derecha?
En el balcón del Ayuntamiento ponemos solo pancartas que reivindican algo que todavía no se ha conseguido. La igualdad, el fin de la violencia de género… y la bandera LGTBI nunca la habíamos puesto pero es un ámbito en el que hay que luchar y más cuando pasó eso. Como municipio no me gusta que se nos vea así. Me chocó que todavía no estuviera asumido y me dio mucha pena que pasara en mi pueblo porque yo pensaba que eso ya estaba muy superado pero hay gente que no lo respeta. Ir contra una persona que tiene una orientación sexual diferente me parece algo muy grave.
No sabemos quién lo hizo. Mi respuesta fue comprar una bandera más grande e hicimos una concentración en la plaza, vino bastante gente, también de la oposición.
Hay que trabajar muchas cosas y esto también porque no puede haber una discriminación por la orientación sexual. Puedes no comprenderlo, que tampoco, pero encima ser tan intolerante y quemar una bandera… Los mensajes que tienen partidos de ultraderecha como VOX son los que generan este tipo de comportamientos tan extremos y nada positivos.
En el área de medio ambiente hemos hablado de la iniciativa ‘Hermano árbol’ o las rutas turísticas pero, ¿cuál es el objetivo de estas actividades?
El objetivo es que los niños y niñas crezcan con el árbol, se identifiquen, lo protejan y lo cuiden. Muchas veces no se respeta la naturaleza y podemos ver niños rompiendo los árboles. Esta iniciativa es una forma de crear nuevas zonas verdes, renovarlas y conseguir que los niños se conciencien de la importancia de la naturaleza.
El Punto Limpio era un punto sucio"
Respecto a vuestro novedoso Punto Limpio Colaborativo, ¿cómo surge la iniciativa? ¿Tenéis cifras de lo que habéis conseguido reutilizar?
Lo estamos registrando y haremos una comparativa con lo que pagamos a la empresa de recogida de residuos ya que es otra forma de obtener el indicador que refleje el descenso de las cifras de lo que nos cuesta la recogida y el tratamiento de basura.
El Punto Limpio era un punto sucio y empecé a regularizarlo. Nos vimos con el problema de que la persona responsable no estaba concienciada con el tema del reciclaje y tampoco era una persona técnica por lo que decidimos contratar, con el Plan de Empleo, a una persona que tuviera conocimientos, que fuera Técnico Medioambiental, y esta ha sido la única manera de que haya empezado a funcionar.
Ahora se habla de ‘Puntos vivos’ pero esta idea de la colaboración la tenía nuestro concejal desde hace mucho tiempo, él decía que lo importante es reutilizar y actualmente el Punto Limpio de Ajofrín es un hervidero de gente que va a intercambiar. La actual técnica de medio ambiente no solo se dedica al Punto Limpio, también se encarga de los proyectos de jardinería, temas de huella de carbono, la planta de compostaje, la gestión de la compra de un vehículo eléctrico, las plagas… El tema de tener un técnico medioambiental en un municipio es muy importante porque son muchísimas áreas.
¿En qué otros proyectos trabaja el Ayuntamiento de Ajofrín?
Nos gustaría profundizar en el trabajo en red, con otros pequeños municipios. Además, estamos organizando una jornada con Carlos de Hita en la que vamos a ir a un espacio de Ajofrín donde el experto va a reproducir los sonidos de animales y naturaleza de algún entorno de por aquí cerca. Él hace escuchas y luego los graba.
También lanzaremos talleres de telar, ya que antiguamente una de las actividades principales era la oveja y muchas casas tenían telares; volveremos a celebrar ‘La hora del planeta’ y una jornada de basuraleza.
Además de por la organización de actividades durante todo el año, tu forma de gobernar se ha diferenciado por la apuesta por las redes sociales. ¿Es importante esta apuesta por la comunicación en un municipio pequeño?
La labor de sensibilización y de transformar la realidad no se puede ver si no la comunicas bien, si no cala en la sociedad y si no se muestran los beneficios. Muchas veces si no se comunica bien una actividad, no participa la gente por lo que es fundamental a la hora de hacer algo y ya no solo por venderte de cara al exterior, si no de cara a tus ciudadanos, La participación es lo más importante de cualquier actividad que hagas.
Hay que subirse al carro de las nuevas redes, aunque sean peligrosas, aunque sean un arma de doble filo también. Hoy en día tienes que hacerlo así aunque estemos en el mundo rural, haya mucho boca a boca y gente mayor. Es verdad que no se puede mediatizar todo tan deprisa porque la gente se pierde, no sabe hacer gestiones porque no se ha adaptado al cambio. En este sentido por ejemplo nosotros creemos que tenemos que estar ahí y hacemos cursos de informática por ejemplo.
Respecto a las iniciativas culturales, ¿la pandemia ha afectado mucho a vuestras actividades en este ámbito?
Hemos seguido haciendo cosas prácticamente con normalidad. Lo más difícil es que la normativa estaba cambiando constantemente y tenías que estar todo el tiempo adaptando las actividades. Era más complejo hacer un acto pero mirábamos los factores de riesgo y lo hacíamos con las medidas de seguridad y al aire libre.
Estar una vida enclaustrada en casa tampoco es positivo por lo que nosotros teníamos que seguir con la cotidianidad entre comillas. No era bueno estar en casa todo el día. De hecho, la médica del pueblo me decía que las actividades deportivas no las dejásemos porque la gente iba a enfermar de otras cosas.