La última Encuesta de Población de Activa (EPA) ha sido determinante para conocer la situación del desempleo en España durante los meses del verano, concretamente desde el inicio de la desescalada y la nueva normalidad. En Castilla-La Mancha no solo ha reflejado un aumento del paro en un 15% sino que también desvela que durante junio, julio y agosto el acceso al empleo no mejoró ni para la juventud ni para las mujeres. Sí que se refleja, al igual que en la tendencia general, un aumento de la ocupación, pero no resulta significativa en cuanto al análisis de los porcentajes de desempleados, que siguen subiendo.
Concretamente, en el tercer trimestre del año, la tasa nacional de paro se ubicó en el 16,26% y la castellanomanchega en el 18,34%. Estos más de dos puntos de diferencia se incrementan cuando se extraen los porcentajes de paro entre las mujeres: en los hombres es del 14,58% y en las mujeres es del 23,25%, es decir, una diferencia casi nueve puntos. Además, son cincos puntos de diferencia con respecto al porcentaje estatal de paro femenino, que está en el 18,29%.
Asimismo, mientras el índice de desempleo entre los hombres subió del 12,25% al 14,58% en un año, el femenino, en vez de bajar, ha crecido de manera proporcional, pasando del 21,03% al 23,25%. Es decir, el acceso al empleo de las mujeres no ha resultado más fácil después de la desescalada ni ha supuesto un cambio en la dinámica de la creación de puestos de trabajo. De hecho, si se comparan los dos últimos trimestres de la EPA, el paro entre las mujeres ha crecido tres puntos, pasando del 20,63% registrado de abril a junio, al 23,25% registrado entre julio y septiembre.
Si atendemos al ranking autonómico en tasas de paro femenino una vez pasado el verano, Castilla-La Mancha, con ese último porcentaje ocupa el cuarto puesto entre las regiones con mayor porcentaje: por delante de ellas se sitúan Andalucía (con un 28,21% de mujeres desempleadas), Canarias (con un 27,76%) y Extremadura, (con un 25,38%).
En cuanto al análisis de las tasas de ocupación o empleo, los porcentajes estatal y castellanomanchego soy muy similares, pero no así si desagregamos por sexos: los hombres reflejan un 55,8%, casi siete puntos por encima que las mujeres. Y de igual forma, desde el trimestre anterior, durante el confinamiento, hasta el verano, durante el inicio de la nueva normalidad, la ocupación ha crecido más entre los primeros.
La situación no es mejor para la juventud castellanomanchega. En este caso no hay tantas diferencias entre las cifras estatales y las autonómicas, pero la EPA deja entrever que los datos siguen sin ser positivos. Por ejemplo, a finales de 2019 el porcentaje de jóvenes de la región que se encontraban en paro llegó a estar en un porcentaje del 30,51%, pero desde entonces hasta el último periodo analizado ha crecido casi diez puntos, situándose en el 40,43% en septiembre.
En la ocupación juvenil, la misma tendencia
Los datos de ocupación reflejan la misma tendencia que en el análisis por sexos. El empleo entre los menores de 25 años creció durante el verano con motivo de la reapertura de parte de la actividad económica, sobre todo en el sector servicios, pero no ha servido para rebajar el porcentaje de hace un año ni para consolidar la tendencia que Castilla-La Mancha alcanzó a finales el ejercicio pasado.
Por todo ello, tanto la situación de las mujeres como la de la juventud en Castilla-La Mancha siguen siendo asignaturas pendientes, según han apuntado los sindicatos tras conocerse los últimos datos de la EPA. Básicamente, consideran que ya la contratación temporal y el paro de larga duración era una situación casi estructural en esta comunidad autónoma. Ahora, en plena pandemia de coronavirus y con las restricciones multiplicándose la situación puede volverse “endém