El movimiento feminista ha vuelto a la calle. Lo ha hecho en este 15 de enero con el mensaje de no dar 'Ni un paso atrás en igualdad', coincidiendo con el acto de sesión de investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla como nuevo presidente de la Junta de Andalucía, gracias al apoyo de Ciudadanos y de la formación de ultraderecha Vox, que por primera vez ocupa un hueco en instituciones democráticas.
Es un pacto de gobierno entre las tres formaciones que "negocia" con los derechos de las mujeres, según denuncian los colectivos convocantes de la movilización. Miles de mujeres en toda la región -también hombres- han expresado en la calle su indignación y sus temores ante la llegada de nuevos procesos electorales en los que se puede repetir la fórmula, con cánticos o lemas como 'Con ropa, sin ropa, mi cuerpo no se toca', 'Sola, borracha, también quiero llegar a casa', 'El machismo es terrorismo' o 'Nos tocan a una y nos tocan a todas'.
"Tenemos muy fresco en la memoria colectiva el doloroso recuerdo de nuestra palabra secuestrada, no estamos dispuestas a permanecer mudas ante la lluvia diaria de falacias alentada por un partido de ultraderecha recién llegado a la actividad parlamentaria autonómica" en alusión a Vox y al Parlamento andaluz. Con estas palabras arrancaba el manifiesto leído en todas las concentraciones celebradas a lo largo y ancho del país, también en Castilla-La Mancha.
Las concentraciones se han extendido por toda la región: Albacete, Villarrobledo, Ciudad Real, Alcázar de San Juan, Puertollano, Tomelloso, Guadalajara, Toledo -unas 250 personas- y Talavera de la Reina se han sumado a iniciativa para "informar" a mujeres y a hombres de "una realidad que, conscientemente, retuerce y falsea ese grupo político, con cuya eclosión España ha dejado de ser la excepción de Europa".
Se ha denunciado "el uso perverso del lenguaje con el que tratan de enfangar el feminismo" en un manifiesto que habla de como Vox "le ha declarado la guerra no solo al independentismo o la inmigración, también a las mujeres, convertidas en los negros de este remedo nacional de Ku Klux Klan que dispara consignas de supremacismo masculino".
"Parece que no pudieran triunfar si no nos apartan del escenario político y social y nos devuelven a la cocina, debidamente aleccionadas en las consignas de la Sección Femenina". La formación de ultraderecha está en el punto de mira por su intransigencia con lo que han venido en denominar "ideología de género" y es, según las convocantes de la protesta "la reacción del más rancio y violento machismo ante el atisbo de que logremos finalmente una conquista no meramente cosmética del poder que antes se concentraba exclusivamente en manos masculinas".
El manifiesto ha querido desmontar también algunas cifras sobre supuestas falsas denuncias contra los hombres por violencia machista: se estima que solo en torno al 30% de los casos de violencia machista se denuncian; además, de 1,2 millones de denuncias presentadas entre 2009 y 2017, sólo 96 (el 0,01%) resultaron no reales, según la Fiscalía General del Estado.
Pero en la protesta no se ha cargado solo contra Vox "la formación política que presume sin complejos de machismo" sino que se ha advertido a PP y Ciudadanos sobre la "responsabilidad" que tendrá "cualquier partido que se apoye en esta formación y haga concesiones a sus pretensiones" porque no solo "se vuelve la espalda al compromiso con la defensa de los derechos humanos", dice el manifiesto, sino que "se desprecia toda la normativa internacional vinculante suscrita por España en la materia".
Se ha apelado también a la responsabilidad electoral. "Es preciso que la sociedad se movilice y tome conciencia de que tenemos tanto el Gobierno que hemos apoyado depositando nuestro voto como el que hemos permitido no acudiendo a las urnas". Y por eso se hacía un llamamiento, especialmente las mujeres, a la hora de votar. "Dejemos claro que nuestros derechos son intocables y que no hay pacto posible con quienes defienden en las instituciones las pretensiones de los violentos".