De un total de 1775 casos aislados por sospecha de contagio por COVID-19 que ha tenido la Universidad de Castilla-La Mancha, 698 se han confirmado. Ninguno de ellos se ha originado en las instalaciones de la institución, señala el último informe de rastreo de casos de coronavirus, que la Universidad regional publica de manera periódica. 129 casos se han categorizado finalmente como sospechosos y 957 se debieron a contactos estrechos.
El documento, firmado por el doctor Ángel Martínez Sevilla, de Quirón Salud, asegura que "en ningún caso" se han dado contagios en las aulas y no existen brotes actualmente. "El 100% de los casos que se han gestionado a nivel territorial, de toda la UCLM, efectivamente han surgido fuera de nuestras instalaciones", apunta.
Durante el último periodo estudiado, entre el 5 y el 18 de abril, se han aislado 135 personas, de los cuales 54 fueron casos confirmados. Sospechosos, otros siete, y por contacto estrecho un total de 54, más de la mitad. En total, se han valorado, desde el 16 de noviembre, más de 1800 casos, a través de llamadas telefónicas, consultas o comunicaciones realizadas por el servicio COVID de la universidad, que cuenta con un total de siete profesionales.
Pico de contagios en enero
Al igual que ocurrió en el resto de la región, la Universidad registró un vertiginoso ascenso de contagios en las semanas entre el 11 y el 24 de enero, cuando los casos estudiados por el servicio COVID llegaron a los 555. Hasta entonces, y desde el 16 de noviembre, el número máximo que se había alcanzado fue de 149 casos estudiados entre el 16 y el 29 de noviembre.
En las dos semanas entre el 8 de marzo y el 21 del mismo mes apenas se realizó un total de 30 consultas. Sin embargo, el mismo documento advierte de que se está dando una "tendencia al aumento de casos", tras el descenso que se vivió entre el 8 de febrero y el 21 de marzo.
La mayor incidencia acumulada, es decir, casos registrados por cada 100.000 personas, según la totalidad de integrantes de la UCLM (35.685 entre estudiantes, PAS, PDI y PI) fue de 619 casos, precisamente en las dos semanas de enero ya señaladas. Entre el 25 de enero y el 7 de febrero, la incidencia bajó a la mitad, y siguió esa tendencia de descenso hasta el 22 de marzo, cuando se disparó de 25 casos por cada 100.000 personas hasta los 126.