¿Crees que Podemos C-LM debería votar 'sí' a los Presupuestos si con un acuerdo de Gobierno se garantiza la puesta en marcha y el control de políticas propias como la Renta Garantizada o el Plan de Garantías Ciudadanas?
No voy a hablar de religión, pero casi. La consulta que me hace el partido en el que estoy inscrito, Podemos Castilla-La Mancha, me tuvo en un sin vivir, en un desasosiego exacerbado durante las largas horas en las que me afané, de verdad, en desentrañar el conglomerado de creencias, condicionales y actos de fe que encierra la pregunta que, a estas alturas, tiene a España en shock.
Por cierto, he de confesar, para no alargar más el suspense, que he votado “no”, eso sí, por imperativo legal, que es el espacio que existe entre la espada y la pared. Yo hubiera querido votar “sí” a los presupuestos, por lealtad al partido y a Castilla-La Mancha, y, por supuesto, “no” a participar en un gobierno en clara minoría, que liberaría a Page de ser controlado por Podemos y encadenaría a Podemos a los socialistas hasta las próximas elecciones. Por si no lo saben, se llama el abrazo del oso.
Y volviendo a la famosa pregunta, prefiero que me pregunten si apruebo o apoyo una decisión política y no si creo que, alguien, no sé quién, haciendo algo, que tampoco sé, va a conseguir un bien que, implícitamente, se da por hecho que será una realidad. ¿No les recuerda a “la parte contratante de la primera parte”, del genial Groucho Marx?
Y luego, la pregunta, maldita pregunta, en condicional tramposo, incluye un acuerdo de gobierno. De inmediato, me puse a buscar en internet esa alianza mágica; pregunté a mis amistades y compañeras y compañeros de partido, indagué entre periodistas, y nadie me supo contestar. Entonces, solo entonces, supe que ese supuesto acuerdo, o no existe o solo lo conocen los firmantes.
Después, pensé: si desconozco ese acuerdo de gobierno, por qué voy a creerme que con él “se garantiza la puesta en marcha y el control de políticas propias como la Renta Garantizada o el Plan de Garantías Ciudadanas”.
Entonces, dejé de creer, me rebelé, y voté “no”. Aún estamos a tiempo de enmendar este error histórico, y pido a la dirección de Podemos Castilla-La Mancha que retire esta consulta tan desastrosa como contestada. Apelo a su sensatez y coherencia política para que planteen a las bases dos preguntas: una sobre los presupuestos y otra sobre la entrada en el gobierno.
Rectifiquen, por el bien y el futuro de Podemos.