La inversión en políticas de Infancia no es una opción, explican desde UNICEF. Es esta una de las premisas con las que se celebraron las segundas jornadas de Formación de las Ciudades Amigas de la Infancia, que ya llegan a las 25 en Castilla-La Mancha, mientras otra decena se preparan para solicitar la acreditación. El evento se realizó de manera telemática, gracias a la colaboración de UNICEF, la FEMP regional y la consejería de Bienestar Social. La responsable de Políticas locales y Participación de UNICEF España, Lucía Losoviz presentó los datos sobre el impacto de la pandemia en los niños y niñas más vulnerables, así como las propuestas de fortalecimiento de las Ciudades Amigas de la Infancia, para, entre otros, fortalecer mecanismos de coordinación interna y externa, revisar los planes locales de Infancia y Adolescencia y diseñar estrategias y planes de recuperación participativa, que incluyan a niñas, niños y adolescentes en los procesos.
Los municipios, señalan desde UNICEF, deben también asegurar los recursos económicos y humanos para estos procesos, ya que la inversión en infancia es una "obligación legal", recalcan, y que, además, genera beneficios sociales tanto a medio como a largo plazo, contribuyendo, además, a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y al cumplimiento de la Agenda 2030. Inmaculada Sánchez, representante de UNICEF en Castilla-La Mancha, explica que este tipo de jornadas sirve para fomentar la participación de la infancia y que tengan una voz y un voto en las decisiones que se toman en las políticas que les afectan. "No se trata sólo de un Pleno al año, sino de contar con un Consejo de Infancia, o un órgano de participación infantil", aclara.
"El objetivo es que los niños no sean meros receptores de las políticas, sino que sean parte en estas decisiones y que den la visión que tienen como parte de la infancia, que sea un trabajo continuo de todo el año", recalca. Este año, como no podía ser de otra manera, la temática de las jornadas se centró en la pandemia y en las medidas que se toman para poder adaptar la infancia a la nueva normalidad. "La crisis no ha afectado a la infancia de manera tan directa en salud, pero sí en todo lo demás, desde la educación hasta la posible violencia que pudieron sufrir los menores hasta las consecuencias en la salud mental", explica Sánchez.
El caso de Toledo
El Consejo de Participación Infantil y Adolescente de Toledo se reunió al finalizar el verano para iniciar el proceso de renovación del sello Ciudad Amiga de la Infancia, que fue otorgado por UNICEF a Toledo en 2016, así como para sentar las bases del II Plan de Infancia Municipal. Ana Abellán, concejala de Servicios Sociales, trasladó esta iniciativa en las jornadas, que es uno de los pasos necesarios para mantener la distinción obtenida por la ciudad. Este plan estará vigente hasta el año 2024, y en él "los principales actores" son los niños y niñas de la ciudad. "Es muy importante darles voz para saber de primera mano su mirada, sus experiencias y visiones de la situación actual, con COVID, y en general de su vida, independiente de la pandemia", explica la edil.
Tras esta primera "toma de contacto" se pretende elaborar diagnósticos y propuestas, en las que las nuevas tecnologías deberán jugar un papel "fundamental", en especial debido a la pandemia. "Jugaremos con ellas y con los espacios al aire libre, para proteger y salvaguardar la salud de la infancia, que es lo más importante ahora mismo", recalca Abellán. Hasta ahora, lo que se ha trasladado es que como grupo, se sienten entre los más afectados por la pandemia, porque su actividad se vio muy acotada, al no poder ir a parques o al colegio.
"Quizás dejar el colegio o el instituto fue el punto más doloroso, al tener que cortar sus relaciones con amigos y su entorno diario. Por eso, están buscando todo tipo de soluciones para evitar que esto ocurra a través de las nuevas tecnologías, en las que están mucho más avanzados que nosotros los adultos", explica. El Consejo trabaja en ocho grupos o mesas de discusión que se van a ir reuniendo para poner distintos temas encima de la mesa, como la educación no formal, el ocio y el tiempo libre, para ir dando forma a su vida diaria en la nueva normalidad. "Hasta que recuperemos la normalidad que tanto ansiamos", concluye la edil.