En octubre también habrá trasvase desde la cabecera del Tajo hacia Levante. La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha propuesto en el Ministerio para la Transición Ecológica un nuevo trasvase de 19,2 hectómetros cúbicos para este mes. Ha tomado esta decisión pese las roturas y desbordamientos que se produjeron en el canal del trasvase durante la gota fría del mes de septiembre a su paso por la cuenca del Segura, y de “espaldas al cambio climático”, según señalan desde la Mancomunidad de Aguas de los Pueblos Ribereños de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del río Tajo.
El Ministerio alega que al encontrarse desde el mes de mayo los embalses de cabecera en situación hidrológica excepcional, es decir, en nivel 3, la decisión del volumen a trasvasar “cumple la normativa vigente” conforme al acuerdo de aplicación de la metodología propuesta por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) que se aplica desde mayo.
Así, explica que esta nueva derivación busca atender las necesidades hídricas de las cuencas receptoras y que a fecha de 1 de octubre, el volumen embalsado en Entrepeñas y Buendía era de 454,6 hectómetros cúbicos, es decir, por encima de los 400 que señala como lámina mínima trasvasable el polémico Memorándum del Tajo.
El método del CEDEX
También detalla este departamento que el método propuesto por el CEDEX se basa en la disponibilidad a tres meses de los volúmenes trasvasables y, en esencia, procura que las reservas conjuntas en Entrepeñas y Buendía no desciendan por debajo de esa cantidad mencionada. De los 19,2 hectómetros cúbicos que se prevé trasvasar en octubre, los 7,5 primeros se destinarán al abastecimiento urbano.
Durante la reunión de la Comisión, la Mancomunidad de Canales del Taibilla ha presentado un informe sobre las actuaciones realizadas con motivo de las lluvias torrenciales del 11 al 15 de septiembre en la zona. En el mismo se destaca que, durante esos días, el trasvase tuvo un papel "fundamental" en la resolución de los problemas de abastecimiento, tanto de cantidad como de calidad del agua. Así, concluye que las aguas trasvasadas permitieron incrementar las fuentes de suministro y suplir la disminución de producción de las desaladoras que se habían visto afectadas por las fuertes inundaciones.
Sin embargo, desde la Mancomunidad de Aguas de los Municipios Ribereños de la cabecera del Tajo, que tienen un representante en la comisión desde septiembre, consideran que las roturas y desbordamientos del canal han hecho que el agua se pierda y que precisamente no habrá nuevos trasvases hasta el 15 de noviembre por las obras de reparación. Según destacan, la comisión se limita a “echar números automatizados” que contemplan un escenario hidrológico que procede de los años 80 hasta 2018, sin tener tampoco en cuenta nuevas variables, con una normativa “desfasada” y “de espaldas al cambio climático”.
“Estamos en octubre, a más de 30 grados de temperatura y sin precipitaciones. Es evidente que toda esa normativa necesita una actualización. Deben mirar al futuro y tener en cuenta otras variables porque el horizonte meteorológico es catastrófico. Solo hay que ver que hemos empezado el año hidrológico con una situación crítica”, denuncian desde este colectivo.
De hecho, la Mancomunidad considera que está en el ADN de la Comisión de Explotación proteger el nivel 2 de los embalses de la cuenca cedente, y sin embargo, como lo permite la normativa, se sigue trasvasando en nivel 3 y “de manera excepcional”.
“Esto ya es trasvasar por trasvasar. Porque además estamos en una situación interina de incertidumbre: no podemos reclamar a un gobierno en funciones y hay compromisos que no sabemos si se van a cumplir. Estamos en un limbo, y mientras, la comisión sigue echando sus números conforme a datos desfasados. Es un despropósito total, están gestionando miseria”, concluyen.