Un total de 22 municipios de la región dispondrán durante la época estival de comedores escolares. Son cuatro más que el pasado verano y darán servicio a más de 7.300 alumnos. Este incremento ha propiciado que haya más de 3.000 nuevos comensales
El consejero de Educación, Cultura y Deportes en funciones, Ángel Felpeto, ha informado este martes al Consejo de Gobierno de esta convocatoria que permitirá facilitar una comida diaria a hijos de “familias desfavorecidas”, aunque Felpeto ha resaltado que en ocasiones estos comedores sirven también para “facilitar” la conciliación familiar y laboral pero no ha sabido detallar cuántos alumnos lo utilizan por este motivo. "Hay ayuntamientos que los organizan como un campamento de verano, con actividades", decía.
Este verano, en Toledo, con más de 2.000 usuarios, se pondrán en marcha en Bargas, El Casar de Escalona, Esquivias, Illescas, Méntrida, Olías del Rey, Sonseca, Talavera de la Reina y Yuncos. No habrá comedor escolar abierto en Toledo porque, según Felpeto, “no se ha manifestado necesidad actualmente”.
En la provincia de Ciudad Real se abrirán comedores escolares en Alcázar de San Juan, Almagro, Ciudad Real, Herencia, Miguelturra, Poblete, Santa Cruz de Mudela y Tomelloso, con un total de 1.780 alumnas y alumnos. Mientras, en Guadalajara funcionarán en Azuqueca de Henares, Cabanillas del Campo y en la capital con 1.346 posibles usuarios.
Finalmente, un total de 4.480 posibles comensales serán becados con el 100% del coste del comedor y otros 2.492 con el 50%. Tanto en la provincia de Albacete (1.680 usuarios) como en Cuenca (564 comensales) solo funcionará uno en la capital.
El consejero en funciones ha recordado que el Gobierno regional ya abrió comedores escolares en Semana Santa (13 convenios) y en Navidad (11 convenios). “Sin los ayuntamientos no sería posible hacer realidad esta medida”, ha recordado Felpeto, ya que son los consistorios los encargados de gestionar el servicio en cuanto a la apertura, el cuidado, al vigilancia y el mantenimiento de las instalaciones y el Gobierno regional de la cobertura de los gastos del menú.
También ha destacado que fue una línea de ayudas “recuperada” por el Gobierno de Emiliano García-Page para dar respuesta a la problemática arrastrada desde el inicio de la crisis económica y “agravada por la retirada de ayudas” por parte del gobierno de Dolores de Cospedal.
En total se concedieron 52.000 subvenciones para este fin en la ya finalizada legislatura. “Las ayudas han ido creciendo curso a curso y han propiciado que se abrieran 69 nuevos comedores, más los 16 que serán realidad en el próximo curso escolar”, decía Felpeto. En total se ha pasado de los 319 comedores escolares en el curso 2014-2015 a los 403 que funcionarán el próximo 2019-2020.
El programa contará con una aportación del Gobierno regional en torno al millón de euros.
Se endurecen las condiciones para prestación del servicio por empresas
Actualmente, en la región hay 387 comedores en funcionamiento, de los que 37 son de gestión directa por parte de la Junta, otros 17 funcionan mediante convenios con ayuntamientos y 333 por contrato con empresas. De estos últimos, el consejero ha recordado que han salido a licitación recientemente 120 para los próximos dos cursos escolares, con posibilidad de prórroga otros dos años -17 en Ciudad Real, siete en Cuenca, cuatro en Guadalajara y 92 en Toledo-.
Felpeto ha destacado la “mejora” de los procedimientos de licitación mediante el endurecimiento de los requisitos que se exigen a las empresas que se hacen cargo del servicio.
Por un lado, en el pliego de prescripciones técnicas se han modificado las categorías del personal de cocina con la finalidad de mejorar el servicio de comedor y se han definido las funciones de cocinero/a, ayudante y auxiliar de cocina, estableciendo ratios en función del número de usuarios del servicio.
Además, se puntúa la introducción en los menús de productos de producción ecológica o de calidad diferenciada y se requiere la elaboración de los menús por nutricionistas acreditados con aportes diarios de frutas y verduras y limitación del consumo de productos fritos y precocinados a un máximo de un día a la semana.
Los menús deberán confeccionarse, además, con alimentos de temporada y estar adaptados a la edad del usuario, de acuerdo a las cantidades y gramajes establecidos por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Además, se mantiene como requisito la presentación de un programa de actividades educativas que prevenga la obesidad infantil y fomente hábitos de alimentación saludable.
La prestación de este servicio es vigilada por los servicios de Inspección de la Consejería de Sanidad, que supervisan la calidad de los menús y las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones, y por la propia Consejería de Educación, Cultura y Deportes, que a través del encargado o encargada del comedor elabora un informe detallado para verificar si el servicio se está ofreciendo de acuerdo a los pliegos y a la oferta presentada por la empresa adjudicataria.