El gran político liberal, Salvador de Madariaga, expresaba en bella metáfora: “lo más avanzado de la nave, con la que corta las aguas de la historia es la proa. Y la proa no está a babor ni a estribor, sino en el centro. Estado sin centro nave sin proa”.
La decidida opción centrista que ha hecho el Partido Popular supone abrir nuevas vías de comunicación y aceptación por parte del electorado, con un PP grande, de puertas anchas y que represente a las mayorías.
Alberto Núñez Feijóo ha sabido despertar la esperanza y la ilusión, porque en Galicia y en todo lo que ha gestionado, siempre, ha sabido impulsar el bienestar de la sociedad y aportar soluciones eficaces.
El Partido Popular hará de nuevo el Gran Proyecto de Centro. Debemos actuar y pensar en positivo, apostando por un partido integrador que sirva de forma transversal a toda la sociedad, con una clara sensibilidad social. Apostamos por un gobierno de las personas y por un partido de Centro sólido y unido. La línea de Centro es el único camino que puede llevar a España hacia adelante.
El Partido Popular es hoy la fuerza de centroderecha que sintoniza con una sociedad que mayoritariamente se inclina por la libertad, las reformas prácticas y la moderación. Como decía el exministro José Luis Álvarez: “El centro es el predominio de la razón frente a todo doctrinarismo”. El Centro es, así, lo funcional, lo práctico, lo útil. Es realismo y pragmatismo. Y es por tanto enemigo del sectarismo, la exclusión y la imposición. España necesita unión y no división. El Partido Popular debe ser el punto de encuentro de una gran mayoría de los españoles.
No hay días que perder, porque España va mal, porque a muchos españoles les cuesta llegar a fin de mes. Hay que alejar los oscuros nubarrones de la brutal crisis económica y social que hay y que vendrá. Y para eso el Partido Popular está preparado. Ya supimos superar con Aznar en 1996 y con Rajoy en el 2011, las dos mayores crisis de España y ahora lo haremos de nuevo con Núñez Feijóo. Y para ello se necesita el mejor Partido Popular, al más generoso, al más responsable, para volver a afrontar uno de los momentos más difíciles de los españoles.
La vida de los españoles no se mejora con meras declaraciones, sino con hechos. La acción política no es solo decir sino hacer, gestionar y ejecutar. Hay que tener prioridades, y siempre hacer más con menos, optimizando los recursos. Como decía Cervantes “dad crédito a las obras y no a las palabras”.
Tenemos que ser la alternativa al gobierno de Pedro Sánchez, el más caro, inepto e irresponsable de la democracia. El PP debe unir a la mayoría social, para devolverle a España el gobierno que merece. Tenemos que dejar atrás al gobierno de las ocurrencias y la improvisación. Estamos en la época de lo superfluo, lo etéreo, lo cortoplacista, la era del tuit, de los 140 caracteres. No hay reflexión serena ni acción responsable, hay que superar la época de la imagen y abrazar la de la competencia. Debemos superar la política infantil y adolescente y abrazar la política madura y de adultos.
Hoy más que nunca España necesita una alternativa centrada y útil, un PP que defienda el valor de la libertad, centrado y social.
La división del centroderecha es el arma más eficaz que tiene Sánchez para mantenerse en el poder.
Es el momento de la responsabilidad, porque una Nación no progresa con frivolidad, oportunismo, tactismo o mero electoralismo. Es el momento de buenos gestores como Feijóo, no de publicistas o demagogos.
Debemos trabajar de nuevo por la concordia, el encuentro, la reconciliación, por sumar y unir. Es la hora de ser útiles y aportar soluciones, de tener altura de miras, de luces largas, de buscar espacios de mejora, de arrimar el hombro, de aportar valor. España lo merece. Tenemos que huir del frentismo y los populismos. Debemos reivindicar y revitalizar la democracia representativa.
Hay que evitar la polarización, el insulto y la descalificación. Desde el patriotismo sereno y útil trabajemos por el bien común de una España de mayor bienestar y empleo para todos.
Una España unida, que es diversa y plural. Porque la unidad fortalece y la diversidad enriquece. Una España rica por sus contrastes, por su diversidad y pluralidad.
El liderazgo de Feijóo será integrador, y con una actitud dialogante y centrista de gobierno. Actuando con firmeza pero con moderación, con decisión pero con prudencia. Y siempre siendo útil, con soluciones, generosidad y altura de miras.
El Partido Popular es la alternativa de centroderecha reformista, dispuesta a sintonizar de nuevo con la mayoría de la sociedad española, con moderación y reformas prácticas. El PP somos la fuerza política de centro más importante, preparada, con experiencia, más organizada, útil y viable en estos momentos para España. Con sentido de Estado y respeto institucional.
El gobierno de Pedro Sánchez revienta todos los días la hemeroteca, tiene la incoherencia como valor, ha enterrado el principio de la contradicción, ahora se puede decir una cosa y hacer la contraria, o decir una cosa y su contraria a la vez sin ruborizarse porque el único objetivo es su permanencia en el poder.
Hay que desterrar la frivolidad. Hacen falta dirigentes maduros y serios y Feijóo lo es. Tenemos que ensanchar nuestra base representativa y unir todo el voto de centroderecha. Y mientras llegamos al gobierno debemos ejercer una oposición rigurosa, responsable y creíble.
Feijóo ha traído la esperanza y representa un proyecto, una alternativa capaz de atraer el apoyo de los españoles e ilusionarlos como protagonistas de la recuperación política, económica, social e institucional de España. Una España próspera, respetada y justa. Feijóo representa la prosperidad, la estabilidad y la seguridad.
Por eso, no es de extrañar que Pedro Sánchez, esté nervioso y asustado porque Feijoo y el Partido Popular son el futuro, la esperanza y el centro de todos.