Hoy viernes, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer. Es una fecha ante la que nadie deberíamos mantenernos indiferentes y comprometernos por sumar nuestras voces en el rechazo y condena por tan criminal realidad. Esta es una de las lacras más vergonzosas a las que nos enfrentamos en la convivencia diaria. No es un problema que puede circunscribirse solo al ámbito personal y familiar de aquellas mujeres que la padecen, sino que nos compete a todos. Si no somos capaces de erradicarla estamos contribuyendo a que una parte importante de nuestra sociedad no pueda desarrollar sus proyectos, retos, anhelos e inquietudes en libertad. El miedo, las amenazas, las vejaciones y el maltrato físico o psicológico son incompatibles con la dignidad y el derecho a decidir sobre nosotras mismas que todas las mujeres tenemos.
Desde hace tiempo, cada primer martes de mes, convocado por el Consejo Local de la Mujer, vecinos y vecinas de Toledo nos concentramos en el Paseo de la Vega para testimoniar nuestra repulsa y dolor por estas víctimas, expresando nuestra solidaridad con sus familiares y amigos. Allí, en el monumento que el escultor Victorio Macho dedicó a la mujer toledana, permanecen durante días las velas que encendemos en recuerdo de estas personas. Sería maravilloso que algún día ya no fuese preciso reunirnos allí. Para alcanzar ese logro es preciso que todos juntos reafirmemos nuestro compromiso por erradicar esta vergüenza. Un empeño por el que, como en todos los rincones de España, llevan trabajando mucho tiempo diferentes colectivos y mujeres de nuestra capital. Lo que comenzó siendo una reivindicación y protesta minoritaria, figura hoy en lugar destacado entre las demandas e inquietudes sociales. Así lo entendemos desde el Ayuntamiento de Toledo y yo, como primera mujer alcaldesa, alentaré que no decaiga el rechazo a estas prácticas violentas.
La pasada semana, aprobamos en Pleno una Declaración Institucional, respaldada por todos los Grupos Municipales, en la que reiterábamos nuestro compromiso por desarrollar políticas locales dirigidas a promover la igualdad de mujeres y hombres, contribuyendo a combatir la violencia machista. También a impulsar actuaciones de sensibilización, prevención y educación junto a los colectivos de mujeres, instituciones y entidades sociales que trabajar en este ámbito. Desde el Ayuntamiento impulsamos esas acciones, que tienen su cara más visible en el Centro de la Mujer y en la Casa de Acogida para quienes sufren estos maltratos. Son recursos imprescindibles cuyo trabajo y servicio público debemos reconocer en este 25 de noviembre. Por ello invito a los toledanos y toledanas a participar en los diferentes actos que vamos a celebrar para reiterar, juntos y rotundos, que cuando una mujer es maltratada todos debemos sentirnos víctimas de tan aberrante delito.