Tras las elecciones del pasado mes de abril, en la circunscripción de Toledo, Podemos se quedó a unos 1.500 votos de revalidar el escaño que tenía en el Congreso. Se trata de una provincia estratégica para el partido y su pérdida de representación vino acompañada además de no conseguir ninguno diputado en Castilla-La Mancha. Por eso, en el último día campaña y a una hora inusual, las 10.00 horas, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha protagonizado un mitin en el Centro Cívico del barrio de Santa Bárbara de Toledo, uno de los distritos de la ciudad donde se vota mayoritariamente a la izquierda.
Con un aforo lleno de unas 250 personas, ha estado acompañado de los números uno y dos de la lista toledana de Unidas Podemos, Teresa Arévalo y Daniel Velasco; y de la concejala de Unidas Podemos-IU del Ayuntamiento, Olga Ávalos. Iglesias ha empleado buena parte de su discurso para alertar contra el "giro a la derecha" de Pedro Sánchez aunque insistiendo en que volverán a negociar con el PSOE un gobierno de coalición.
Como arranque de su intervención, Iglesias se ha mostrado convencido de que este partido "recuperará representación" en Castilla-La Mancha y se ha referido al debate televisivo entre candidatas celebrado anoche para defender en varias ocasiones las palabras de Irene Montero sobre todo en política económica. Ha aprovechado estas palabras también para resaltar el hecho de que su partido se financie mediante microcréditos de la gente, lo que agranda "nuestro orgullo de ser una fuerza independiente que solo tenemos deudas con la gente corriente y por eso podemos pedir a los bancos que devuelvan el dinero del rescate".
Con ello ha confrontado el hecho de que estos días Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, haya entrado en campaña diciendo que le gusta Nadia Calviño, la ministra de Economía a la que Pedro Sánchez ya ha señalado como futura vicepresidenta económica.
Un "giro a la izquierda" del que "ya no queda nada"
Dicho esto, ha comenzado a referirse al líder del PSOE de manera intermitente. Ha pedido a los asistentes que en lo que resta hasta las elecciones del 10N hablen con sus amigos y familiares indecisos y les recuerden datos de los últimos años como la entrevista en el programa ‘Salvados’ de octubre de 2016 en la que Pedro Sánchez inició el "giro a la izquierda" en el PSOE. "Entonces hubo mucha gente que sí, que pensó que si ese partido cambiaba, le devolvía el voto, y después derrotó, no solo al aparato de su partido sino también ‘establishment’ mediático del país, que fueron las claves de su victoria electoral". Pero frente a ello, ha dicho que de ese Pedro Sánchez "a día de hoy no queda prácticamente nada" y que en su discurso "la palabra izquierda ya ni aparece".
Según ha remarcado, ese cambio se ha producido en los últimos meses y tuvo su punto álgido en el debate de televisión del pasado lunes, con los "guiños" de Sánchez a PP y Ciudadanos. "Eso está llevando a mucha gente a decir ‘me podéis engañar una vez, pero dos veces no’. Porque durante el debate había mucha gente alucinando mientras no paraba de lanzar mensajes de seducción a la derecha".
En este punto se ha referido también a la polémica del presidente del Gobierno en funciones con la Fiscalía General del Estado en torno a su intención de "traer de vuelta" a Carles Puigdemont, contestando "de forma arrogante" y "reconociendo luego que se había equivocado porque estaba cansado". Pablo Iglesias ha tirado aquí de ironía: "Ahora entiendo eso de que no podía dormir por las noches, por eso de cargarse de un plumazo la separación de poderes. Por eso, si gobernamos juntos, una de las medidas será que descanse muy bien, tanto si es presidente, a lo mejor, si es vicepresidente".
El líder de Podemos ha remarcado que la situación en Catalunya "puede ser la excusa genial" de Sánchez para llegar a acuerdos con el PP, al igual que la desaceleración económica, al igual que ya hizo el PSOE "con nocturnidad veraniega y alevosía" cuando pactó con los ‘populares’ la reforma del Artículo 135 de la Constitución para la estabilidad presupuestaria. Pero precisamente por todo ello, Iglesias se ha dirigido al presidente en funciones para decirle que "la gente no es idiota y se está dando cuenta de que usted mira a la derecha".
La "nueva versión" de Pedro Sánchez
Otros argumentos que ha esgrimido para ello es el hecho de que Nadia Calviño y su "mochila austriaca" se hayan impuesto la actual ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, quien "sí es de izquierdas". "Ahora hay una nueva versión de Pedro Sánchez que quiere llegar a un acuerdo con la derecha frente a una posible crisis económica cuyo resultado ya conocemos, y que pagará la gente corriente de este país".
Asimismo, tras recordar que el PSOE sí que apostó durante la campaña electoral de abril por un gobierno de coalición ahora a ese partido "no se lo cree nadie" y hay una "pelea entre sectores" socialistas. Por eso la candidatura de Unidas Podemos es la única "que está poniendo encima de la mesa la democracia, que puede intervenir el mercado del alquiler y que puede hacer que la mayoría ponga límites a los privilegios de la minoría".
En este sentido, Pablo Iglesias ha señalado que esos "poderes oligárquicos" a los que se refería Pedro Sánchez en su entrevista de 2016 son los mismos que le han presionado ahora, "algunos de ellos detrás de las cloacas fabricando pruebas falsas, con periodistas sicarios que repiten el mensaje". A ello ha añadido el "miedo de las élites a que somos democráticos y podemos ponerles límites".
Pese a todo ello, ha reconocido que se tendrán que poner de acuerdo con el PSOE tras el 10N. "No vamos a poder hacer todo lo que queremos, la UE seguirá limitando nuestra democracia, pero vamos a ser responsables y a tenderles la mano, vamos a dejar atrás los reproches, porque no será tan poco lo que podemos hacer si las élites y las cloacas se han puesto de acuerdo para impedir que lleguemos al gobierno", ha añadido. Y tras volver a llamar al voto para Unidas Podemos, ha concluido: "Explicadle a todo el mundo que no vamos a comerciar con su voto, que nunca nos pondremos de acuerdo con PP o Ciudadanos, que vamos a tenderle la mano al PSOE, y nos tendremos que tragar algún sapo, pero vamos a traducir su voto en responsabilidad de gobierno".