Pablo Ortiz es un tatuador artístico toledano, una distinción que hay que remarcar como si se tratase de diferenciar a "un artesano de un artista", en un momento en el que esta manera de tatuar se encuentra en pleno "proceso de experimentación y explosión artística". Él lleva años trazando sus creaciones en la piel de otras personas y ahora ha innovado llevándolas también a la pintura.
"Me gustó tanto la textura que creaba, el estilo gráfico... lo vi tan único que pensé hacer obras más abstractas sobre el lienzo, para tatuarlo", apunta Ortiz en una entrevista con toledodiario.es con motivo de la exposición 'Cromofilia' que va a llevar a cabo durante este fin de semana, del 25 al 27 de mayo, en el espacio Urbana 6, en el Casco Histórico de Toledo.
Aunque este toledano se dedique profesionalmente al mundo del tatuaje, en esta exposición quiere mostrar también cómo su proceso creativo ha derivado del cuerpo humano al lienzo, a través de obras en las que predomina el impacto del color y, también, los animales.
Si con las herramientas que utiliza en su día a día usando la piel de personas como lienzo consigue realizar auténticas obras de arte, ¿por qué no llevarlas a un formato clásico? Este pensamiento, mucho más profundo, inspirado y meditado, fue lo que llevó a Ortiz a sacar los utensilios con los que tatúa la piel humana a hacerlo en lienzos de madera.
La muestra
La exposición, que solo podrá verse durante estos tres días -desde el viernes a las 19.00 horas-, se divide en dos secciones. Una de ellas más relacionada con la temática del color, la vida del artista y de cómo se expresa a través de la pintura en un soporte clásico como el lienzo, utilizando "siempre técnicas mixtas" como el uso del spray -por su pasado graffitero- u otros elementos como las herramientas que usa en el tatuaje.
"La otra parte está más dedicada a un expresionismo lírico, más conceptual y abstracto que la otra", dice Pablo sobre otros de los elementos de la exposición entre los que proyectará un video performance en el que explica el proceso creativo que lleva a cabo a la hora de realizar un tatuaje y cómo lo vincula posteriormente a la pintura.
"Intento explicar la relación que existe entre la pintura y mi manera de tatuar", explica el artista sobre las técnicas que cruza en estas piezas y que muestra en los cuadros que ha pintado en los últimos años, la mayoría con rostros de animales y una amplia gama de tonalidades con las que quiere crear "una sobrecogedora expresión del color" al espectador. "Casi todo el que me conoce como tatuador, reconocerá el trabajo, es un compendio que se conecta entre sí".
El tatuaje como expresión artística
Los prejuicios hacia los tatuajes están cambiando, o al menos así lo nota este artista que sí considera que ha habido "un cambio importante en los últimos años" sobre cómo ve la sociedad los tatuajes. Otros de los objetivos de la exposición es "acercar al espectador que no está tan conectado con el mundo del tatuaje, con lo que significa para mí, que es una expresión completamente artística, al cien por cien".
"Imagino o me gustaría pensar que estoy involucrado en la labor de llevar al tatuaje donde realmente debería de estar: en un proceso artístico", resalta este vanguardista toledano que ha realizado incluso obras conjuntas en una pierna completa de una persona con otro compañero de gremio.
Un gremio para el que afirma que no existe una formación académica reglada, en la universidad o en centros educativos. "No está formalizado aunque hay muchas formas de llegar a ser tatuador", apunta Ortiz que, eso sí, remarca que "con un estudio de años", bien de manera autodidacta, a través de cursos de tatuadores privados o de seminarios.