Pocas veces es posible disfrutar y conocer la obra del artista toledano Alberto Sánchez (Toledo, 1895 - Moscú, 1962). Pintor, escultor…un artista polivalente que vivió en el barrio de las Covachuelas y que era hijo de una sirvienta y un panadero. Un oficio que aprendió y del que vivió. No pudo pisar la Escuela de Artes y Oficios pero se convirtió en uno de los artistas más reconocidos de nuestro país y, paradójicamente, un gran desconocido en su ciudad natal.
Durante este mes de mayo, la Asociación de Amigos Museo de Santa Cruz Vivo invita a conocer algo más de su trabajo dedicando la ‘Pieza del Mes’ a su escultura ‘Mujer toledana’. Creada entre 1956 y 1958 es “la única escultura original del artista que conserva el Museo de Santa Cruz”, según explica Laura Mora, estudiante del Master de Patrimonio de la Facultad de Humanidades de Toledo que, junto a Francisco Caboblanco, se encarga de explicar todos los detalles y curiosidades en torno a esta pieza que se expondrá, con visita guiada incluida a las 12 horas, todos los sábados de este mes de mayo.
La escultura representa a mujer castellana, que trabaja en el campo. Forma parte de su etapa artística final. Obligado al exilio en 1938 en plena Guerra Civil, recalará en Rusia donde el régimen de Stalin no favoreció su creación escultórica. “Le obligan a centrarse en una pintura de estilo realista hasta que en 1956 vuelve a la escultura”, explica Laura Mora.
Parte de su obra se perdió porque , durante la Guerra Civil, en la que participó en las filas del ejército republicano, un bombardeo destruyó completamente su estudio de Lavapiés y todas sus obras. Hubo de trasladarse a Moscú como instructor de dibujo de los niños españoles exiliados y allí vivió hasta su muerte. Sus restos siguen enterrados en el cementerio Vvedénscoye, en la capital rusa.
La pieza, un ejemplo de "vanguardia" en los años 50
‘Mujer toledana’ es de las pocas esculturas que realizó el artista en metal. “Normalmente utilizaba materiales muy pobres”. Alberto Sánchez juega con la ausencia de volúmenes en una pieza que apenas bosqueja una de las manos de la mujer y en ella aparecen algunos detalles propios de la Escuela de Vallecas, la que fundara junto a Benjamín Palencia en los años 30 del pasado siglo. Lleva un pájaro en su mano derecha y un manto cubre toda la figura y recuerda al plumaje de un ave porque “en todos su personajes existe relación con la naturaleza”.
La vida de este escultor fue “muy dura”, explica Laura Mora. “Aprendió a leer a los 15 años, muy tarde” y, por eso, durante la visita se explicará cómo, a pesar de su falta de formación artística, fue capaz de incluir las “vanguardias” en su obra que fue “muy avanzada” para su época. En el caso de ‘Mujer toledana’ “evoca a su tierra que ha dejado atrás y a la que no puede volver”.
Alberto Sánchez es conocido por sus esculturas o sus pinturas pero también trabajó en escenografías teatrales y le atrajo el dibujo. “En su momento se relacionó con personajes como Picasso. Coincidió con él en Paris mientras presentaba el Guernica”, explica Laura Mora, en alusión a la Exposición Internacional que se celebró en la capital francesa en 1937.
Alberto Sánchez presentó allí su obra más famosa, ‘El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella’, que se exhibió en el pabellón de la entonces República de España. Una copia de esa pieza, forjada en cobre, pasa desapercibida para toledanos y visitantes en la plaza del Barrio Nuevo de Toledo.
“Se nos olvida a veces que Toledo también tiene siglo XX en lo artístico”, lamenta la estudiante. ‘Mujer toledana’ se expone en la Sala del Toisón del Museo de Santa Cruz durante este mes. Para participar en las visitas guiadas no es necesario reserva previa. Basta con acudir a las 12 horas, cada sábado de este mes de mayo.